Manuel Mudry/Darío Almirón


La feligresía católica se unió en oración y peregrinó hasta el arroyo Golondrinas para pedir por la lluvia. La situación en esta parte de la Cuña Boscosa del norte santafesino ya se tornó caótica por la falta de lluvias, la prolongada sequía empeoró en los últimos días impactando de manera exponencial no solo a productores ganaderos que deben lidiar para acercar agua a su producción, sino que también en familias de la región que viven en la zona rural.

Es por ello, que pasadas las 16 de este sábado, los 40° de sensación térmica no impidieron para que una veintena de personas que de a pie, en bicicleta o montados a caballo se movilicen hasta el arroyo Golondrinas para pedir por la lluvia.

Una vez llegados a destino, en primer lugar se realizó el clásico ritual de embarrar una cruz emplazada en el mismo arroyo, una vieja práctica que cuando las esperanzas sobran, manifiestan que siempre funciona; finalizado este ritual el párroco Luciano Molina, ofició la santa misa a la que además de los peregrinos se sumaron más feligreses de Fortín Olmos y alrededores. Todo indica que el pedido aún no llegó a destino porque, si bien el clima cambió, la lluvia sigue sin aparecer.