Gisela Mesa


En el mes de la mujer, la cantante rosarina, Georgina Moncada adelanta su primer disco solista con el espectáculo “Latinoamericanas en mi voz”, el viernes 11 de marzo a las 21 en Distrito Siete, Ovidio Lagos 790.

El concierto, seleccionado por la convocatoria “Argentina Florece” del Instituto Nacional de la Música 2021, atraviesa un repertorio de mujeres cantautoras latinoamericanas y de diversas generaciones, proponiendo una mirada crítica, inclusiva y con perspectiva de género. Con Jerónimo Torres en guitarra y arreglos musicales, Martín Albano en percusión, Maia López y Julia Pistono como artistas invitadas, se pone el cuerpo a un repertorio sensible listo para abrazar a quienes lo oigan. Mirador dialogó con la artista de su primer disco y se animó a hondar sobre su infancia.

Comienzos musicales
-¿Qué recordás de aquellos primeros años de relación con la música?
- Recuerdo que fue un medio por el cual pude traducir sentimientos, mis alegrías y tristezas. Nací en un entorno donde la música siempre estuvo presente, a través de mi mamá, mi papá y mi abuela, a quiénes les estoy profundamente agradecida.

La infancia transcurrida
-Queremos saber de tu infancia, de aquella niña y de qué soñaba.
-Cuando era niña soñaba y fantaseaba mucho con todo lo artístico, jugaba con mis amigas a actuar y a cantar. Algo que recuerdo mucho de aquellos años es que no soportaba las injusticias, y de a poco fui encontrando formas de expresarlo y de oponerme a ese tipo de cosas. Era una niña muy sensible y fui canalizando mis sentires en la música. Y en este presente muchas de estas fantasías las estoy haciendo realidad.

-¿Qué se halla en la carretera de la música, del arte?
-Se encuentra la posibilidad de hacer oír la voz, en el sentido más amplio del término. El arte es lo que nos permite hacer rupturas y manifestarnos antes las injusticias y los poderes hegemónicos.

Mes de la mujer
-En el mes de la mujer, ¿Cómo te sentís en el transcurso de tus comienzos hasta el presente?
-Siento una diferencia inmensa en el transcurso del tiempo, si bien empecé desde niña, al momento de comenzar a trabajar de manera profesional me interpeló lo amplio que puede ser el “hacer música”, eso me habilitó a poder construir un lugar en función de mis ideales y es lo que intento reflejar con “Latinoamericanas en mi voz”.

- Las mujeres estamos escribiendo nuestra historia, mujeres de todos los géneros están ocupando espacio en el ámbito del hombre, ¿Cuál es tu postura con respecto a la conquista de esos espacios?
-Creo que las mujeres estamos construyendo nuestra historia, cada año la oleada es más fuerte. Mi postura es que todavía es necesario ir por más conquistas, más territorios y estoy segura que es algo que va a pasar. Estas generaciones estamos haciendo historia, frente a un paradigma patriarcal que es devastador, anulador y destructivo. Y considero muy valioso que hoy nosotras, eduquemos para que las generaciones futuras tengan otra perspectiva y puedan cambiar la historia de la humanidad. Y creo que hacia ahí vamos.

Lo que se viene
-Contanos de “Latinoamericanas en mi voz”, ¿qué se va encontrar la gente este viernes en D7?
-La génesis de “Latinoamericanas en mi voz” se podría pensar desde hace tres años, a partir del momento en que fui mamá, empecé a encontrarme con las canciones que integran la propuesta actual. Luego llegó la pandemia, la imposibilidad de tocar, pero tiempo para poder escuchar con atención a otras colegas, artistas y creadoras, y poder encontrarme con distintas formas de expresar lo que estas mujeres desean, sienten, y viven con sus pasiones. La idea es poder expresar distintas miradas a través de las canciones, sobre varios aspectos que nos atraviesan. Lo que la gente se va a encontrar este viernes a las 21 en el Distrito Siete es un repertorio conformado por canciones en su mayoría compuestas por mujeres latinoamericanas que proponen disparadores en relación a cómo pueden vivirse algunos aspectos, como son los deseos, los amores, las pasiones y los derechos. Creo que no hay una sola forma de vivirlos, no hay una idea igual a la otra, las canciones manifiestan distintas formas de transitarlo y eso me parece maravilloso.