Homenaje a 40 años de Malvinas

Silvina Crosa participó del cruce del Río de la Plata

La nadadora villaguayense Silvina Crosa tiene 50 años, es médica especialista en traumatología, medicina laboral y legal y docente universitaria, realiza sus entrenamientos en el club ADEV y es integrante de la agrupación “Mojarras”, de Villaguay. El sábado 5 de marzo se cumplió su sueño de cruzar el Río de la Plata junto a 11 nadadores, cubriendo 40 km.


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Ceferino Azambuyo
redaccion-er@miradorprovincial.com

La travesía comenzó a las 4 de la madrugada, dos millas antes del territorio uruguayo. En aguas internacionales, los nadadores recorrieron el tramo hasta Punta Lara, Ensenada, arribando a destino aproximadamente a las 19 horas del sábado 5 de marzo.

La médica oriunda de Villaguay es nadadora desde la infancia y realizó la travesía en relevos, junto a otras dos mujeres, en homenaje por las cuatro décadas de la guerra de Malvinas. Contó que tenía 10 años y cursaba el sexto grado de la escuela primaria en el año que se produjo el conflicto. “Hoy recuerdo con angustia esas imágenes de los soldados partiendo a la guerra”. En esa mirada retrospectiva también hace memoria de “las colectas en las escuelas, las imágenes de la rendición y el hundimiento del Crucero General Belgrano, que se publicaron en los medios de comunicación”.

En la década del noventa fue residente en el hospital Clemente Álvarez, de Rosario, y tuvo la oportunidad de atender a dos veteranos de Malvinas con secuelas de la guerra. “Con ellos me quedaba mucho tiempo escuchándolos, por eso Malvinas para mí es un recuerdo activo, siempre presente y mi otro desafío es que algún día pueda nadar a las islas del Atlántico Sur”.

La villaguayense ha obtenido diversos lauros en esta disciplina deportiva a distintos niveles. Comentó que “Villaguay tiene veteranos de Malvinas y sobrevivientes del Crucero general Belgrano. Actualmente integra la guarnición militar el Regimiento 5 de Infantería mecanizada “General Félix de Olazábal” que en tiempos de la guerra tenía asiento en Paso de los Libres luego, en los 90’, se trasladó a la ciudad del centro entrerriano. Sus integrantes tuvieron participación directa en territorio malvinense, además el cura párroco, Luis Sesa, fue uno de los sacerdotes que estuvo en Malvinas y sepultó al primer soldado inglés que murió en campo de batalla”.

La preparación


Para poder participar, los 12 nadadores realizaron una postulación y fueron evaluados con tres testeos a lo largo de seis meses. Sobre un tiempo de una, dos y tres horas de nado continuo debían sostener un máximo de dos minutos promedio cada 100 metros. Todos los participantes realizaron más de un año de entrenamiento cumpliendo un riguroso plan con asesoramiento de nutricionistas, deportólogos, médicos y entrenadores.

El equipo se completó con Pilar Tellería, de 18 años, la más joven del equipo; Carlos Maquieira, Diego Suárez, Soledad La Fico Guzzo, Gastón Pagniez, Claudia Vicchio, Gustavo Brombini, Augusto Arbini, Leandro Martín Hereñu, María Elisa Rayas y Martina María Mastrángelo.

La organización del evento estuvo a cargo de “Aguas Abiertas Argentinas” cuyo director es Gustavo García Gualtieri. Se contó además con el asesoramiento de la nadadora Noelia Petti, quien cruzó el Río de la Plata en el año 2014 (también lo hizo Pilar Geijo, en el año 2018 con récord mundial femenino).

Cruce internacional


“Embarcamos en Marina Sur, Berisso, provincia de Buenos Aires, cada equipo de relevo en su embarcación, eran grandes y cómodas. A mi equipo nos tocó un catamarán”, relata Crosa y agrega: “A las tres y media llegamos al punto de largada frente a Colonia del Sacramento (ROU). La noche era sin luna y muy estrellada, el río calmo con muy buena temperatura tanto del agua como del ambiente. Nuestro equipo de relevo estaba integrado por Soledad La Fico Guzzo, de Capital (38 años); y Claudia Vicchio, de Berazategui (50 años). Nos acompañó para nadar en algunos tramos Marylin Rayas, de 64 años, de Capital”, comentó Silvina a MIRADOR ENTRE RÍOS.

“La largada se realizó desde la embarcación de cada uno, con boya de seguridad, luz y dos kayaks con luz. A las 4 AM en ese primer relevo me tocó salir. Es increíble nadar en esa oscuridad, solo guiadas por la luz del kayak. En ese cielo estrellado, de noche se ve la costa argentina sólo por las dos torres de la petrolera de Ensenada que ventea combustible y está con fuego, le dicen los fosforitos”, describe como si lo tuviera frente suyo.

“Nos fuimos relevando hasta un kilómetro antes de la costa, una hora de nado cada uno y desde ahí largamos todas para llegar nadando. Fue increíble pero muy dura la travesía, en lo físico, mental y emocional”, revivió Silvina, para detallar luego que “todo el tramo final fue con sudestada y deriva. Nos llevaba para el lado contrario y teníamos dificultades para avanzar. Incluso en la previa del cruce del canal de navegación Mitre, que son dos kilómetros, fue muy complicado por la gran profundidad y mucho viento sur”.

Fue allí que contó que “me caí en la embarcación cuando entré del primer relevo y tengo una costilla rota y como suelo tener algo de vértigo, cuando a las 11 de la mañana se levantó el tremendo ventarrón y la embarcación se comenzó a sacudir, me produjo vómitos así que todo el resto del día estuve sin comer y muy descompuesta”, señaló.

El recibimiento


“Los equipos fueron llegando y entramos todos entre las 18 y las 19 horas. Para nuestra sorpresa en el Club Universitario de La Plata, sede náutica de Punta Lara, estaban los veteranos de Malvinas de las agrupaciones de la zona esperándonos y agradeciendo el motivo del cruce. Fue muy emotivo además con los sones de la banda de la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral y luego la ceremonia de cierre donde los veteranos nos entregaron las medallas en un breve y conmovedor acto. Esta vez me acompañaron mi papá Pedro y mi hermano Eduardo, me llevaron, se quedaron el sábado en Ensenada y el domingo regresamos juntos”, dijo finalmente la deportista.

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