Rodrigo Pretto
En los últimos días, el club de la ciudad de San Jorge, La Emilia, se transformó en la primera institución deportiva del departamento San Martín en avanzar con políticas de perspectiva verde. La inquietud surgió de un simple concepto como la organización de las instalaciones para mejorar la imagen del predio. Así, y luego del análisis pertinente de la situación, nació la intención de abrir el diálogo con el Girsu Microregión 2D y establecer una serie de pautas a seguir. En el encuentro inicial con el gerente general del consorcio, Gustavo Demarchi, el espectro para los dirigentes de la entidad se terminó de ampliar. “Siempre se empezó desde lo más pequeño. Nos propusimos entablar el diálogo con ellos para que nos guíen en el ordenamiento. Desde el comienzo nos dejaron en claro que las acciones se deben sostener en el tiempo para concretar de forma escalonada un pensamiento con conciencia ecológica”, le dijo a este medio Marcelo Zuvinicar, presidente del club.
Gustavo Demarchi, gerente general del consorcio Girsu, y en la misma dirección de conceptos, recordó que desde la institución se comunicaron para intentar darle una vuelta de tuerca a los trabajos que venían desarrollando internamente y aumentar el compromiso con el medioambiente. Así, uno de los puntos consultados fue cómo trasladar los criterios básicos de separación de residuos a socios, deportistas y profesores. “El planteo fue desde un compromiso de la directiva, como una identidad propia del club. Por eso remarcaron que no sea una simple charla que quede en la memoria, sino que haya por delante acciones concretas”, destacó.
Ahora, La Emilia se encuentra atravesando un proceso de organización de campañas de concientización para, luego, avanzar con intenciones y políticas ambientales firmes. “La idea es educar a los más chicos, a nuestros profesores, directivos y socios. Se pueden hacer muchas cosas. Estas expectativas son buenas y pensar en ordenar los residuos es muy positivo para la sociedad en general”, remarcó Zuvinicar.
Para quien preside el club, la clave es dar pasos desde la conciencia positiva de los socios y evitar que las intenciones tengan un carácter obligatorio. “Disponer los cestos en los espacios correspondientes es fundamental. En la reunión que mantuvimos nos capacitaron para clasificar los residuos húmedos y secos. El club tiene una superficie de 10 hectáreas, con lo cual cada vez que hacemos una poda aparecen muchas ramas. Y esos residuos implican su traslado porque si los quemamos no estamos colaborando con el medioambiente. Entonces son tan grandes las posibilidades de clasificar la basura, que necesariamente tenemos que saber dónde colocamos las botellas, las latas de gaseosa y hasta los huesos cuando vamos a comer un asado. Apuntamos a ese aprendizaje”, puntualizó.
A su vez, desde el consorcio enfatizaron en la importancia de sumar al resto de las instituciones para que trabajen a la par de lo que se viene desarrollando en las escuelas o en las mismas comunidades con los puntos verdes y la separación de residuos en hogares. “Acá debemos entender que no es sólo una colaboración con el medio ambiente, sino hay una economía circular alrededor que se da en las plantas de reciclado que tienen los municipios y comunas de la zona. Hay gente que trabaja y vive del reciclado. Tenemos que empezar a conocerle la cara a quienes hacen esas tareas, porque es un trabajo digno que le sirve a toda la sociedad”, indicó Demarchi.
Ahora se vendrán nuevas reuniones con directivos del Girsu y La Emilia para delinear acciones puntuales. Y la inmediata será la organización de charlas informativas para los socios, pero también la ubicación de cestos en el predio. “Debemos entender que hacemos uso de un espacio físico, con lo cual debemos acostumbrarnos a una instantánea clasificación de residuos luego de un evento porque, a veces, por falta de personal apilamos todo en un mismo lugar”, remarcó Zuvinicar.
En la agenda del consorcio se encuentra una reunión próxima con directivos del club. Allí se definirá el alcance de la infraestructura y la distribución de cestos. También se organizarán recorridas a lo largo de diferentes días y horarios de la semana dependiendo el flujo de gente en la institución, y una evaluación de los diferentes eventos que se realicen en el predio para analizar el estado de situación.
Sobre el cierre, Demarchi explicó que ya realizaron relevamientos de los clubes existentes en la región para enviar las invitaciones a un encuentro y delinear políticas a futuro. “La dinámica con la que se desarrollan no es la misma que la de una escuela, donde nosotros llevamos adelante tareas. Por eso debemos detectar la forma de capacitar a directivos y profesores deportivos. Tenemos que conseguir que la mayor cantidad de instituciones se sumen a esta iniciativa. La idea es que en todos los lugares haya un parámetro común para que los chicos se familiaricen cada vez que van a desarrollar alguna actividad fuera de su club”, deslizó.