Carlos Retamal
La inseguridad no decrece en gran parte del departamento Rosario, al igual que en diferentes puntos de la provincia de Santa Fe. En los primeros tres meses del año 2021, se registraron 60 homicidios, cuatro más que el año pasado. Las balaceras a viviendas, comercios y los heridos de arma de fuego, a cualquier hora del día, tampoco mermaron. Este fenómeno en el cual las balas han cobrado gran protagonismo llevó a que el año pasado, autoridades provinciales y locales pidieran un auxilio al gobierno nacional, que se tradujo en la llegada de fuerzas federales y la promesa de más personal y la instalación de un nuevo destacamento, que hasta el momento no se cumplieron.
Hace aproximadamente 5 meses, desde la explanada del Museo del Deporte Santafesino, ubicado en la zona sur de Rosario, con cientos de uniformados de distintas fuerzas federales formados junto a una importante cantidad de vehículos, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, anunció la por entonces inminente llegada de 575 efectivos (estuvieron antes de finalizar octubre) y anticipó la creación de una unidad de Gendarmería que se instalará en Rosario con 1.000 agentes, dedicada específicamente a la lucha contra el narcotráfico y el delito complejo. Y coronó ese anuncio señalando que tendría 1.575 efectivos federales trabajando en Santa Fe para marzo de 2022.
Las hojas del almanaque fueron cayendo y finalmente se llegó a esa fecha. Por el momento, solamente se consiguió el terreno, que fue limpiado a comienzos de mes (4 de marzo), pero nada más que eso.
Mientras tanto, en la violenta Cuna de la Bandera pasan cosas. Como si fuera una obra teatral que tiene a toda Rosario como escenografía, se ven distintas escenas, a diversas horas, a diferentes horarios y en ciertos lugares.
Escena 1. Parque de la Independencia, centro de Rosario; 19 horas. Al menos una decena de gendarmes recorre el lugar en caballos. Chicos que están paseando en familia los señalan, hay quienes se sacan fotos junto a los equinos, y hasta alguno se anima a pedirle a los y las uniformados que la foto sea sobre la montura. Muchos de los transeúntes que ven la situación, sonríen, otros miran y murmuran por lo bajo.
Escena 2. Avenida Estanislao López al 2300, a metros de Puerto Norte, en la costa central de Rosario; 17:23 horas. Vehículos de Gendarmería y de la Policía Federal están estacionados a 45 grados, invadiendo la mitad de la calzada, junto a conos color naranja. Vestidos de uniforme, los integrantes de las fuerzas federales dialogan entre sí, mientras los vehículos pasan a baja velocidad. No piden documentos, casi ni miran a los conductores. Pero están.
Escena 3. Calle 3 de febrero al 3500, barrio Echesortu, en el macrocentro; 19 horas. Dos patrulleros de la Policía Federal circulan con las luces encendidas, a 20 kilómetros por hora. Por la calle paralela, 9 de julio, a la misma altura, pasan dos camionetas de Gendarmería, a la misma velocidad. En cada vehículo van al menos 3 uniformados/as. La gente que camina los mira pasar, quienes conducen los vehículos que vienen detrás, van casi a paso de hombre, con el ceño fruncido.
Escena 4. Avenida Ovidio Lagos al 1900 (frente al cementerio El Salvador, a metros del Parque Independencia); 18 horas. Dos camionetas de Gendarmería con las luces led azules encendidas están cruzadas sobre la calle, que a esa altura tiene casi 40 metros de ancho. Los conos naranja y las luces led advierten a quienes vienen transitando de norte a sur que más adelante hay un operativo. Varios motociclistas doblan por Pellegrini hacia el oeste, lo imitan algunos automovilistas. Los que siguen, lo hacen casi a paso de hombre. Pero los gendarmes no piden nada. Solo miran. Pero están.
Escena 5. Rioja y bulevar Oroño; 14 horas. Cinco gendarmes caminan por la vereda, parecen ir hasta la puerta de los Tribunales Federales, ubicados a menos de 50 metros o hasta un camión color "verde militar" estacionado sobre el bulevar. No llevan armas, caminan. Están.
Escena 6. Avenida Pellegrini al 2600, a metros del parque Independencia; 18:30 horas. Autos de la Policía Federal y de Gendarmería se estacionan a 45 grados en la calle, interrumpiendo media calzada. Parece una imagen calcada de la escena 2. No piden documentación a nadie y los integrantes de las fuerzas federales dialogan entre sí. La cola de vehículos supera los 300 metros. Pero ellos están.
Las escenas se repiten, al igual que las quejas en redes sociales porque el despliegue, que intenta ser o al menos parece un operativo, muestra que las fuerzas federales están. Pero solamente eso.
Sobre la nueva Región 7 "Los gendarmes no vienen y se van, se quedan". Eso había dicho el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, en octubre del año pasado, tras la llegada a Rosario de 575 gendarmes, junto a camionetas, autos y motos. Esa cantidad de uniformados iba a conformar la nueva Región 7 en un espacio físico que no tenía lugar específico hasta que finalmente se conoció que estará ubicado sobre la colectora de avenida Circunvalación (calle José María Rosa), a metros del arroyo Ludueña y del Bosque de los Constituyentes, en el noroeste rosarino.
Hasta ese lugar, el primer viernes de marzo, personal de la Municipalidad de Rosario trabajó rápidamente para poner el espacio en condiciones, limpiando y desmalezando 18.600 m2.
Según voceros del municipio, se le otorgó a Gendarmería Nacional el permiso de uso gratuito del terreno, con el objetivo de que forme parte del predio donde se va a radicar el destacamento móvil Nº 7, en el cual se llevarán adelante "actividades de entrenamiento, capacitación, formación, despliegue y prácticas de estrategias tácticas".
Pero, como se escribió anteriormente, las hojas del almanaque fueron cayendo y si bien el predio luce limpio y ahora con una pequeña garita de Gendarmería, el chasis de un camión y dos máquinas que se usaron para alisar el terreno, por el momento no hay otras señales ni noticias sobre el destacamento ni tampoco sobre la llegada de los 1.000 gendarmes.
Demoras "operativas y administrativas" Este miércoles 30 de marzo, en el marco de la reunión del Consejo de Seguridad Interior, celebrada en la ciudad de Buenos Aires (que fue encabezada por el presidente Alberto Fernández, y que tuvo como foco principal la lucha contra el narcotráfico), el ministro de Seguridad santafesino, Jorge Lagna dijo que en el marco del encuentro insistió en el pedido de mayor presencia de fuerzas federales en la provincia, más coordinación y "la instalación en Rosario de la Unidad Móvil de Gendarmería".
Y casi 24 horas más tarde, en una nueva reunión celebrada este jueves 31 entre los máximos responsables de las áreas de seguridad de Nación (Aníbal Fernández) y de Santa Fe (Jorge Lagna), se aseguró que tanto la instalación de la Unidad Móvil 7 de Gendarmería como la llegada del millar de gendarmes, se dará próximamente.
"Estuvimos reunidos con el ministro Aníbal Fernández para avanzar con la instalación de la Unidad Móvil de Gendarmería que estará operativa en Rosario y que va a estar orientada a la investigación, persecución del narcotráfico y otras tareas operativas", indicó el ministro Lagna.
Si bien no se dieron a conocer los tiempos para que dicho destacamento esté operativo ni tampoco cuándo llegarán los gendarmes (ni de dónde), se señaló que las demoras obedecen a cuestiones operativas y administrativas relacionadas con la pandemia que retrasaron la compra de insumos para la logística, materiales y equipamiento, que deben ser adquiridos por Nación.
Lagna aseguró, en base a su charla con Fernández, que "la Unidad Móvil 7 se hará y contará con mil agentes que estarán trabajando permanentemente en la provincia, tal cual lo había anunciado el ministro (Aníbal Fernández)", aunque los plazos para su llegada siguen siendo un misterio.
Se señaló que las demoras obedecen a cuestiones operativas y administrativas relacionadas con la pandemia que retrasaron la compra de insumos para la logística, materiales y equipamiento, que deben ser adquiridos por Nación.