Ignacio Pueyo
El domingo 3 de abril se cerró el fin de semana perfecto para Villa Dora. Después de un largo viaje a lo largo de toda la Liga Argentina Femenina 2022, el equipo dirigido por Diego Merli debía competir para salvar su plaza ante Náutico Avellaneda y Vélez Sarsfield en la ciudad de Rosario.
El sábado, las doras se impusieron a Vélez por 3 sets a 0, con parciales 25-19, 28-26 y 25-20. Con ese resultado, y teniendo en cuenta que el Fortín había caído contra Náutico en la noche del viernes, las santafesinas salvaban la plaza. Sin embargo, restaba jugar el último partido del triangular frente al equipo rosarino, para definir quién ocuparía el puesto 13 de la tabla final de certamen.
Lejos de conformarse con no descender, Villa Dora venció en la noche dominical a las rosarinas por 3 a 2 (19-25, 22-25, 25-15, 25-16 y 15-13). De esta forma, las de Diego Merli cerraron la temporada de la mejor manera: ganando y manteniendo la categoría.
“Este fin de semana fuimos con expectativas, porque se jugaba el descenso, con una presión especial para las chicas y para nosotros también. El viernes, cuando se dio el resultado de Náutico con Vélez, nos dio un poco de respiro, porque ganándole a Vélez ya teníamos asegurada la plaza en la A1. Y eso un poco las liberó a las pibas, se tranquilizaron un poco y se nos dio el partido contra Vélez el sábado” contó Merli.
Además, recordamos que una semana antes, las boras habían caído ante Banco Provincia (La Plata) y Tucumán de Gimnasia por la zona permanencia, lo que las obligaba a no perder este fin de semana.
—¿Cómo vivieron la semana previa a este último triangular? —Tranquilas, charlando obviamente todos los días, dándonos un poco de descanso principalmente a la mañana. Ya venían de tres meses agotadas de la cabeza, muchas chicas son de afuera, mucho vóley, vóley, vóley, y necesitaban un poco de respiro. Nos sirvió a nosotros también como cuerpo técnico para no meterles tanta presión. A las chicas les sirvió también el tema del descanso; y hablando, metiendo a la psicóloga deportiva que nos ayudó, Sofía Keller. Eso nos sirvió mucho. Hablar mucho, entrenar duro, explicarle que son los últimos dos partidos, que son muy importantes para que Villa Dora no pierda la categoría, y terminar la liga de la mejor manera.
Un plantel joven Para esta liga nacional, Villa Dora afrontó el certamen con un grupo sumamente joven, integrado por jugadoras con un promedio de edad de apenas 18 años. Tanto Merli como el presidente Adrián Ramseyer explicaron cómo es trabajar con grupos tan jóvenes.
“Decidimos jugar la liga porque, cuando había que decir por sí o por no, primero habíamos dicho que no. Fue el 15 de septiembre, y el club no estaba habilitado todavía para hacer los eventos con los que generamos recursos. Cuando se abrió la posibilidad de hacer bailes y ese tipo de cosas, retomamos el tema y entramos en la liga, pero ya era muy tarde para armar un equipo más competitivo. Decidimos jugar con lo que tenemos, y el objetivo era conservar la plaza, porque si no nos presentábamos ahora, el año que viene tendríamos que haber jugado en el ascenso. Nos presentamos, salió como queríamos, con el objetivo cumplido”, detalló Ramseyer.
Por su parte, el entrenador señaló que: “Villa Dora no iba a jugar la liga, al final se decidió por jugar, y lo que se buscó es formar un plantel joven, para que de acá a dos o tres años se pueda mantener a cinco o seis chicas ya con un poco de experiencia en liga y que se queden en el club. Pasó eso, hay cinco chicas que jugaron la liga y que ahora se van a quedar jugando en el club para Villa Dora”.
“Nosotros sabíamos que teníamos un grupo joven, muchas de las jugadoras nunca habían tenido una experiencia de liga. Entonces sabíamos que iba a ser complicado, pero también sabíamos que las chicas tenían muchas ganas de entrenar, y eso es bueno. A veces una chica que ya tiene cuatro o cinco ligas encima te va regulando los entrenamientos. Las chicas le metían muchas ganas al entrenar, le ponían muchas pilas. Obviamente que al pasar el tiempo también se van cansando, por más que sean chicas, se van agotando, extrañan a sus familias. Varias son de afuera: tenemos chicas de Chaco, jugadoras de Córdoba, de Rosario, pero que no veían en toda la semana a su familia. Eso es complicado”, amplió Merli.
Por otro lado, cabe destacar que ahora el club deberá afrontar el certamen local y la liga provincial. Diego Merli había llegado a principio de año como ayudante de Pablo “Paco” Baldo, y ante la salida de éste se hizo cargo del equipo. No obstante, Merli es entrenador de la primera división del Club Banco Provincial de Santa Fe, por lo que a partir de ahora volverá a competir a nivel local con su club.
—Te tocó hacerte cargo del equipo con la liga empezada ante la salida de Paco Baldo, ¿fue un desafío para vos? —Para mí sí, uno muy grande. Porque yo ni siquiera había sido asistente técnico en liga. Para mí fue un orgullo que Paco me haya llamado, era mi primera experiencia en liga nacional, quería ver cómo era, todo lo lindo de la liga. Después me encontré con que era el técnico, fue un baldazo de agua fría, pero lindo. Y te encontrás con esa situación y decís, “¿cómo lo empiezo a manejar ahora?”. Un grupo joven, y yo en mi club también trabajo con un grupo joven, pero no es lo mismo la competencia santafesina, o provincial, con una liga nacional. Además te tenés que cruzar con River, Vélez, San Lorenzo, Boca, Gimnasia y Esgrima, son equipos muy fuertes, de mucho renombre, con jugadoras de selección argentina. Y cómo explicarles a las chicas que hay que jugarles de igual a igual y ver cómo sale el partido. Sin embargo, salió todo bien.
Lo que viene Si bien se logró un objetivo sumamente importante, también hay que tener en cuenta que apenas estamos comenzando el mes de abril, y aún queda todo un año por delante. El presidente Adrián Ramseyer habló de lo que se viene a futuro: “Ahora nuestro propósito es mantener el plantel, que tiene un promedio de 18 años, y tratar de tenerlo dos o tres años más para ir mejorando año a año en la liga, y poder estar dentro de dos años entre los primeros cuatro del país, como estuvimos ocho años seguidos”. Recordamos justamente que el primer equipo de Villa Dora fue campeón de la liga nacional en el año 2016, venciendo en la final a Boca Juniors.
El presidente también habló sobre lo que representa jugar un certamen nacional para una institución como Villa Dora, con un gran aporte de los bailes que los fines de semana organiza la institución.
—¿Cómo se afronta a nivel económico e institucional una campaña de liga nacional? —Esto se mantiene por el ingreso extraordinario que nosotros tenemos por el tema del baile. Sin el baile nosotros no podríamos jugar nada. Seríamos un club fantasma más entre los tantos que hay. Ahí nosotros marcamos la diferencia. Si es por el ingreso de socios o el alquiler del salón, sería imposible jugar una liga. De todos modos, esta fue bastante económica para nosotros, acostumbrados a lo que veníamos, porque a las chicas se les pagó poco, solo en cuanto a conceptos de viáticos.
“Hoy viajar, comer y dormir es muy caro; y sean profesionales o no se cobra lo mismo. Entonces comés y dormís lo mismo; el gran costo lo tenemos ahí. Tuvimos dos viajes a La Plata, a Tucumán, Córdoba, Rosario, y hubo que afrontarlos”, se explayó.
—¿Cómo sigue Villa Dora a nivel local ahora? —Ahora queda Alejandro Altamirano, que era el ayudante de Diego Merli. Alejandro Altamirano queda a cargo de primera división, y en el sub 18. Nuestro objetivo es salir campeón en las dos categorías en el ámbito local, y en sub 18, que es prácticamente el mismo equipo que va a jugar en primera de liga, y que jugó la liga nacional, apuntar a estar entre los tres primeros del país cuando se haga la liga nacional de menores. Eso se hace todos los años allá por el mes de septiembre en Chapadmalal. Tenemos una sub 16 muy importante también, jugadoras en sub 14, sub 12. Además, si hablamos del club, hay que hablar del masculino, que el año que viene queremos jugar en el ascenso. Sería en la tercera categoría del vóley, así que también preparándonos para eso. Es un desafío importante y somos fuertes también en el vóley masculino.