Ignacio Pellizzón | region@ellitoral.com
De acuerdo al último estudio del Observatorio Social del Transporte de Rosario (OST), el sistema de colectivos sigue teniendo inconvenientes. El informe reveló que hay líneas que tienen demoras de casi hora y media, habiéndo duplicado la mala frecuencia de febrero a la fecha.
Específicamente la línea 126, que fue medida entre las 14 y 19 horas por el OST, tuvo demoras de 87 minutos, mientras que hace dos meses la frecuencia era de 41 minutos. Según entiende la concejala peronista, Silvina Teisa, quien representa al Observatorio, los coches están demorando cada vez más.
No es casual que la línea 126 sea la que más demora haya acumulado. Se trata de un servicio a cargo de la empresa mendocina El Cacique, que ya se encuentra en la mira del jefe del Palacio de los Leones quien advirtió días pasados que iba a tomar “medidas drásticas” por ser la firma que acumula el 90% de los reclamos de los pasajeros y pasajeras.
Entre las posibles hipótesis que se barajan en voz baja, la más resonante, es que podrían dar de baja la concesión o no renovarle el contrato, en caso de que el servicio se sostenga de forma deficiente y las críticas sigan aumentando.
Lo que llama la atención de la edila es que, previo a que iniciaran las clases, el propio Intendente, Pablo Javkin, anunció la incorporación de 140 unidades más en las calles. Frente a colectivos que duplicaron su demora, cabe preguntarse si realmente se pusieron en funcionamiento los coches o no están dando abasto por el incremento de la demanda.
En teoría hay en circulación un 30% más de unidades, aunque los usuarios no lo notan. Si bien es cierto que la vuelta a la presencialidad en el ámbito educativo provocó que una gran cantidad de personas volvieran a utilizar el servicio, el informe del OST, que ofrece estos resultados preliminares –mientras culminan el paper final- evidencia una crisis que aún no logra subsanarse.
Hace tan solo un mes renunció la secretaria de Movilidad municipal, Eva Jokanovich, quien fue reemplazada por la licenciada en Economía, Nerina Manganelli, quien comenzó su trabajo en la función pública en el 2006 cuando fue designada jefa del Departamento Financiero del Ente de Transporte de Rosario. Se trata de una funcionaria que tiene un perfil más estadístico.
En Rosario todavía rige la Emergencia en el Transporte, que se aprobó en noviembre del 2020 por un lapso de 24 meses hasta noviembre de este año. El objetivo era poder frenar el desangre del sistema que pasó de tener 450 mil pasajeros a menos de 100 mil en plena pandemia. Es por eso que, para evitar la quiebra, sufrió un recorte económico en torno al 50% -entre unidades y gastos-.
El ajuste fue efectivo durante el período más álgido de la pandemia, pero con el “renacer” de la ciudad y con el regreso a la presencialidad de la mayoría de las actividades, las personas se encontraron con el problema de que ahora para tomarse un colectivo tienen que caminar más, esperar más tiempo, pagar un boleto más caro, porque aumentó casi un 20% y cuesta $ 59,35 pesos, ingeniárselas para poder cargar la tarjeta MOVI, porque las boquillas de expendio siguen sin operar y soportar viajes que antes duraban 15 minutos y ahora superan la media hora, según el tránsito.
Uno de los requisitos por los que el cuerpo legislativo le dio el OK a la Emergencia fue que, si en el lapso de los 24 meses se alcanzaba un nivel de demanda de pasajeros igual o superior al 90% previo al Covid, se daba de baja.
Es por eso que Teisa se queja de que el tema del Transporte en el concejo “nunca se debate”. “Siempre estamos a la espera de que lo haga el Ejecutivo. Si los reclamos de todos los concejales de los distintos bloques no llegan al Ente y no se toman decisiones, nunca se va a ver una diferencia y el servicio nunca va a estar a la altura”.
Con la noticia de que Santa Fe recibirá 1.300 millones de pesos más, gracias al aumento en subsidios al transporte que habilitó Nación para las provincias, de los cuales Rosario recibirá una buena tajada, todos esperan que se tomen medidas urgentes para estabilizar la crisis del sector en la ciudad.
Aunque recientemente se aprobó una iniciativa de la concejala oficialista Nadia Amalevi (partido CREO) que se denomina “Boleto Único Nocturno”, que consiste en la ampliación de la ventana horaria para realizar transbordos durante la noche y que permite que cualquier persona que pague un pasaje de colectivo después de las 0 horas puede realizar trasbordos gratuitos sin límites de tiempo hasta las 6 de la mañana, tanto en ómnibus como en bicicletas públicas, no impacta de lleno en una mejora en el sistema, que sigue necesitando más y mejores frecuencias.
También se está a la espera de la llegada de la tarjeta Sube. El Concejo votó una resolución por la que se determina que el Palacio Vasallo "promoverá ámbitos de encuentro, trabajo y articulación entre los diferentes niveles del Estado para poner a disposición de la ciudadanía la información necesaria para atravesar el período de transición del actual sistema Movi al sistema Sube”.