Mirador Provincial


El Tribunal Oral Federal en lo Criminal de Santa Fe (TOF) condenó a penas de prisión efectiva a una pareja de rafaelinos que el año pasado fueron detenidos, acusados de administrar un kiosco de venta de drogas en su casa del barrio Barranquitas.

Se trata de Víctor Sebastián Gómez (37) y Natalia Andrea Gómez (36), quienes admitieron su responsabilidad y aceptaron condena bajo la modalidad de juicio abreviado. En el caso del hombre, fue declarado autor por el delito de "tenencia de estupefacientes con fines de comercialización", por lo cual se le impuso la pena más alta: 5 años de prisión; en tanto la mujer fue considerada partícipe secundaria del mismo delito, con una pena de 2 años efectivos.

La causa fue resuelta el 1° de abril por el juez de cámara, José María Escobar Cello, luego de que el fiscal general Martín Suárez Faisal acordara la medida con los abogados particulares Ignacio Alfonso Garrone y Germán Verna.

En el caso del varón, la sanción fue de 4 años, pero se unificó en 5 por una condena de fines de 2019 en los tribunales de San Cristóbal, cuando recibió 3 años en suspenso, cuya condicionalidad fue revocada recientemente.

Denuncias anónimas
La investigación comenzó el 6 de enero de 2021 con varias denuncias anónimas dirigidas al Centro de Coordinación de Denuncias del Ministerio de Seguridad de la Nación. El caso fue encomendado a la Brigada Operativa Antinarcóticos V, cuyo personal confirmó la existencia de un búnker de venta de drogas en una casa de la calle Carlos Gardel al 200, en el barrio Barranquitas.

Cuatro meses después, el 12 de mayo, se llevó a cabo un allanamiento en dicho domicilio, donde se secuestraron 123,45 gramos de clorhidrato de cocaína, 11,25 gramos de marihuana, 4 balanzas, 7 celulares, 1 tablet y $ 49.790. Además, fueron detenidos sus moradores Víctor y Natalia Gómez.

Ambos quedaron a disposición del Juzgado Federal de la ciudad de Rafaela, donde fueron procesados por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. En el caso de la mujer, recuperó la libertad a comienzos del mes pasado; el hombre permanece alojado en la cárcel de Coronda.

En el caso de Natalia Gómez y a diferencia de Víctor, el juez Escobar Cello consideró que si bien "conocía el accionar ilícito desplegado por su pareja y se encontraba en el domicilio al momento del allanamiento, no existen indicios suficientes para endilgarle el mismo carácter que a su consorte de causa, por lo que deberá responder como partícipe secundaria".

Por último, surge de los teléfonos secuestrados, "mensajes de textos entrantes y salientes con terceras personas con quienes pactaban la compra/venta de estupefacientes", lo cual termina por confirmar la responsabilidad de la pareja en la maniobra delictiva.