Sin medallas conseguidas
Los atletas de Guyana y Surinam, tierras desconocidas en Argentina
Ambos países son pequeños y con menos de un millón de habitantes. Se ubican al norte del gigante sudamericano, Brasil. Competir para los deportistas de estos estados frente a sus pares subcontinentales es arduo. El testimonio de algunos de los venidos a Rosario para los Juegos Suramericanos de la Juventud.
Surinam y Guyana son dos países prácticamente desconocidos para los argentinos. Ninguno de los dos, ni Guayana Francesa compiten dentro de la esfera de la Conmebol. Es por eso que ni siquiera existe esa referencia en el fútbol, un deporte tan masivo, como sí existe en estados como Venezuela o Colombia. Los choques ante los de bordó y los de amarillo son frecuentes. Algo familiar para los aficionados de nuestro país. En cambio, la selección argentina de fútbol nunca enfrentó en su historia a los combinados de surinameses y de guyaneses.
Surinam es un país que fue colonia neerlandesa hasta 1975. Como referencia deportiva puede valer el caso de los futbolistas Edgar Davids o Clarence Seedorf. Ambos son surinameses de nacimiento y defendieron con clase la camiseta de Países Bajos. Tiene una superficie de 163.820 km2. Casi como la misma superficie de la provincia de Córdoba. Cuenta con una población de 600.000 habitantes. Unos 100.000 más que la ciudad de Santa Fe.
En tanto, Guyana no cuenta con gran nivel balompédico. Fue durante décadas dominada por aquellos mismos europeos y posteriormente por británicos. Tiene una superficie de 214.969 km2. Es un poco más pequeña que la provincia de Chubut. 800.000 personas viven allí.
La delegación surinamesa en Rosario 2022 es de 20 atletas, mientras la guyanesa es de 16 deportistas. Junto a Aruba (12 competidores) y Curazao (15), países caribeños que compiten dentro de la esfera de la Odesur (Organización Deportiva Suramericana), son los cuatro países que no han conseguido ninguna medalla al cierre de esta nota.
Representantes de estos dos países sudamericanos hablaron con Mirador Provincial sobre su participación en estos juegos. Tal el caso del guyanés Jonathan Mangra, entrenador de Matthew Beharry, jugador de bádminton, que perdió en primera ronda del singles masculino con el santafesino Mateo Jara (nacido en Avellaneda): “Es un poco más caluroso en Guyana. Nos estamos adaptando a la temperatura. Es la primera vez que estoy aquí”. El objetivo en esta clase de campeonatos es adquirir experiencia, comentó Mangra: “Es un certamen juvenil, entonces el desarrollo es lo que estamos buscando”. El preparador aseguró que el tiempo otoñal perjudicó a los guyaneses: “En natación, los lugares estaban frescos y meterse en la pileta los afectó. En tenis de mesa, en bádminton, la temperatura afecta como se mueve la pluma (la pelota en el bádminton). Es una cuestión de adaptarse al clima, algo que tenemos que aprender”.
Simone Mckoy es la jefe de misión guyanesa. Reconoció las dificultades que tienen sus compatriotas al ser ellos angloparlantes y no hablar español o portugués: “Venir a los juegos sudamericanos es realmente difícil para nuestro equipo. Es muy difícil comunicarse. Si no tenemos a alguien con nosotros, estamos perdidos. Es muy desafiante. Es duro”.
30 horas de vuelo
En el equipo de Surinam, el panorama es similar. En este mismo deporte de la raqueta y la pluma no cuentan con jugadores fuertes como Brasil o Perú. “Estamos en el quinto o sexto puesto”, comentó Gilmar Jones, entrenador del seleccionado surinamés de este deporte. Compitió con dos atletas en singles masculino, femenino y dobles mixto.
Llegar desde Paramaribo hasta Rosario es todo una cuestión. No hay vuelos directos desde tierras surinamesas hasta Argentina. Entonces desde la capital del país deben viajar al norte hasta Miami para tomar rumbo sur hasta Buenos Aires. De allí hasta la Cuna de la Bandera n. “Fue un viaje de 30 horas”, comentó Jones.
La barrera idiomática también es un obstáculo para estos atletas. “Algunos de ellos (deportistas del resto del continente) hablan inglés muy bien, pero no los otros. Entonces es un poco difícil comunicarse con ellos. Los argentinos hablan muy bien, los de Brasil. Y Guyana por supuesto porque hablan en inglés en el país”, comentó Gilmar.
Miracle Abdillah, jugadora de bádminton del país de Davids y Seedorf, tiene 15 años. “Realmente me gusta Rosario. Es muy lindo. No tuve tiempo todavía para recorrer. Lo que vi hasta ahora es muy lindo. También muy frío. No estoy acostumbrada al frío viviendo en Surinam”, dijo la adolescente. “Hasta ahora es una muy buena experiencia”, expresó Miracle.
Goleada de Argentina a Curazao en futsal El seleccionado de futsal de Curazao fue goleado por el representativo argentino por 11-2 el viernes en el estadio cubierto de Provincial. Los de blanco poco pudieron hacer frente al juego desplegado por los albicelestes. El recinto estuvo colmado de público ávido de ver el deporte más popular en una versión reducida. No faltaron los cantitos y el grito de los goles.