Lucía Dozo
En los últimos años, Rosario ha experimentado un verdadero boom en calidad y diversidad gastronómica, posicionando una oferta que junto a los sabores tradicionales conjuga creatividad e innovación. Convalidando esta tendencia, importantes premios han ubicado a los chefs rosarinos entre los más destacados de la cocina argentina. Hoy, el nivel de los restaurantes locales iguala al de Buenos Aires, pero con un ingrediente extra: los costos de salir a comer son notablemente más bajos en Rosario.
Algunos datos y condiciones a tener en cuenta son, en primer lugar, que Rosario es la gran ciudad-puerto de una de las principales zonas ganaderas del país, el sur santafesino. Por ese motivo, las mejores carnes están en sus parrillas. Además, como centro urbano, es uno de los principales polos productivos de alimentos, ya que cuenta con calidad y frescura en las materias primas. Esto, no solo en cuanto a carnes y pescados de río (estos últimos, característicos del litoral fluvial, del que la ciudad también es parte) sino en cuanto a los vegetales de las huertas que la rodean; los fiambres, embutidos y chacinados de frigoríficos reconocidos a nivel nacional, y los productos lácteos provenientes de la principal cuenca lechera del país, también ubicada en nuestra provincia. Considerando que la leche es el insumo básico de los helados, no es casual que Rosario sea también la Capital Nacional del Helado Artesanal.
Pichincha, entre lo histórico y lo moderno Barrio Pichincha se denomina al territorio comprendido entre calle Tucumán, Bv. Oroño, Av. Francia y el río Paraná, en el centro-norte de Rosario. Considerado un barrio de culto, con pasado prostibulario, es uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad, con gran popularidad en el resto del país e incluso de Sudamérica.
Pleno de personajes urbanos y de sucesos que han dado pie a todo un anecdotario, es además depositario de historias sobre un pasado en el que el rufianismo y la llamada mala vida fueron centro de la escena. Toma su nombre de la antigua denominación de una de sus calles, que refería a una de las batallas del siglo XIX por la Independencia latinoamericana, pero también ha sido o es conocido como Rosario Norte (en referencia a la estación de trenes allí emplazada) o como barrio Sunchales, derivado del antiguo nombre de esa misma terminal ferroviaria. En la actualidad, en homenaje a uno de sus más populares exponentes, se lo denomina oficialmente Alberto Olmedo. Sin embargo, el barrio oficial Alberto Olmedo se extiende más hacia el sur que el tradicional barrio Pichincha, que solamente llega hasta la calle Tucumán. De modo habitual, en lo cotidiano, se lo menciona simplemente como Pichincha.
Durante el siglo XIX, la instalación del ferrocarril y el crecimiento de la actividad portuaria debido a la exportación de productos agrícolas fueron hechos fundamentales para la formación del barrio Pichincha. El desarrollo demográfico que experimentaba la ciudad, la proximidad a la estación de trenes y la cercanía al puerto fueron los factores que propiciaron la instalación de prostíbulos en sus calles. Muchos funcionaban de forma clandestina, y pese a los intentos de control de la Municipalidad, el destino del barrio ya estaba marcado. Así, las llamadas de modo eufemístico casas de citas, los burdeles y los piringundines fueron proliferando de manera acelerada a la luz de la trata de personas. Lugares como Madame Safo, Petit Trianon y Chantecler, entre otros, dejaron su marca en la memoria del barrio.
Con impulso de la Municipalidad y de la mano del nuevo boom inmobiliario, el siglo XXI llegó con aires de renovación. Aprovechando que en el barrio se conserva gran parte de la estructura edilicia tradicional, se han instalado mercados de artesanías y el Mercado Retro La Huella; se observa la proliferación de comercios dedicados a la venta y restauración de antigüedades. También funciona en la zona la secretaría de Cultura municipal. En las calles del barrio se asientan, además, bares, boliches, peñas y discotecas, concurridos especialmente por jóvenes y concentrando gran parte de la movida nocturna de la ciudad. Con la reciente sanción de la Ordenanza Plan Especial Pichincha, el debate sobre el futuro del barrio está abierto. La limitación en las alturas de los edificios a construir y la preservación de edificios considerados de valor cultural e histórico, junto a la presencia de numerosos locales bailables y bares, más la cercanía de un megaproyecto inmobiliario, hacen que el barrio tenga un futuro incierto porque muchos sectores pujan defendiendo sus respectivos intereses, a menudo contrapuestos.
En ese contexto, la escena gastronómica es muy variada: entre las opciones de bodegones, cervecerías artesanales, cocina internacional y cafés de especialidad, Pichincha continúa potenciándose como un barrio de ocio.
La oferta gastronómica distintiva de Refinería El Barrio Las Malvinas, más conocido como Refinería, es uno de los más antiguos de Rosario. Está delimitado por la calle Junín, la avenida Alberdi, la avenida Intendente Luis Carballo y el río Paraná. Creció hacia fines de 1800 en torno a la primera fábrica de azúcar refinada del país (Refinería de Azúcar Argentina Sociedad Anónima) y a los talleres ferroviarios del Ferrocarril Central Argentino.
Fue el primer barrio obrero, populoso y de inmigrantes de la ciudad, con una fisonomía ligada a aquellos orígenes y, también, a los antiguos muelles y terminales portuarias de las cercanías.
Fue en 1887 cuando la fábrica de refinación y distribución de azúcar en bruto, que provenía de los ingenios tucumanos y era transportada por el ferrocarril Central Argentino, comenzó sus actividades. Desde Rosario salía en barcos para la exportación por los muelles de la zona, situación que, junto a los talleres ferroviarios, provocó la radicación de gran cantidad de obreros. En el caso de los trabajadores del ferrocarril inglés, la empresa construyó viviendas para su personal jerárquico y para sus obreros especializados, con características arquitectónicas de diseño típico inglés que aún se conservan y pueden observarse en el Parque Scalabrini Ortiz, entre Av. Alberdi y Av. Central Argentino.
El edificio de la Refinería, diseñado por arquitectos ingleses, hoy es parte del patrimonio arquitectónico e histórico de la ciudad. Ubicado entre Puerto Norte y Alto Rosario Shopping, este tradicional barrio rosarino no es ajeno al boom inmobiliario de la zona y, en cuanto a la gastronomía específicamente, potencia propuestas con un perfil distinto a las de Pichincha. Refinería apunta a sumar opciones gastronómicas diferentes, con el aporte de nuevos formatos, que se distingan de la escena más comercial de Pichincha, acaso más orientada hacia el sector joven. Con más de un siglo de historia, hoy la zona se reparte entre los desarrollos modernos de Puerto Norte, por un lado, y las casas antiguas y los negocios con tradición popular, por el otro.