Ignacio Pellizzón
Desde que a fines del año pasado se anunció oficialmente que la tarjeta SUBE llegaría en 2022 a Rosario, desde el Concejo se viene realizando un seguimiento para conocer cómo será la transición para ir dejando de utilizar la tarjeta municipal Movi, sin afectar a los usuarios.
Mientras el gobierno nacional se encuentra en el proceso de compra de las máquinas validadoras, desde la oposición surgen algunas críticas por dejar de lado las inversiones en la tarjeta que aún sigue en funcionamiento como, por ejemplo, no instalar más puestos de recarga de la misma.
El edil del PRO, Carlos Cardozo, denunció “la existencia de equipos ociosos” de la Movi en la comisión de Servicios Públicos Concedidos del Palacio Vasallo. Pero, la presidenta justamente de dicha comisión, la socialista Verónica Irizar, informó que esto sucede porque están a la espera de “la llegada de la SUBE” que “tiene un sistema propio y por eso no se continúa con la ampliación del anterior”.
El debate se enmarca en un contexto en el que el sistema de Transporte en Rosario está atravesando una crisis sin precedentes. Por eso el arribo del nuevo plástico nacional atraería más subsidios para este sector que viene económicamente muy estresado desde que estalló la pandemia en 2020.
El gobierno nacional quiere avanzar en la implementación de la tarjeta en todo el país. Esto significaría que el subsidio al transporte del interior vaya directamente al pasajero y pasajera.
Este es el objetivo fundamental, “que los atributos sociales lleguen a la gente y que el Ministerio de Transporte pueda ser un instrumento para estos beneficios, logrando una equidad dentro del sistema federal de transporte”, indicó el secretario de Gestión de Transporte de la Nación, Diego Giuliano hace poco más de un mes en su visita al Concejo.
Según la información oficial, el proceso de implementación incluye la puesta en funcionamiento de 800 nuevas máquinas validadoras y 850 puntos de recarga repartidos en toda la ciudad. Se trata de uno de los sistemas más importantes de transporte del país.
La inversión estimada para la compra de las máquinas era de 60 millones de pesos –aunque el número podría verse actualizado por la inflación- y la licitación podría salir a finales de este mes.
Una vez que la SUBE sea el único método de cancelación para el transporte público, la tarjeta Movi seguiría vigente para el sistema de bicicletas públicas, estacionamiento medido y pago en taxis.
Sin embargo, pese a que no hay hasta el momento una comunicación formal de Nación sobre cuándo comenzará formalmente la transición, desde el municipio entienden que será paulatino y, teniendo en cuenta experiencias pasadas (en referencia al cambio de la tarjeta magnética a la Movi), demandará algunos cuantos meses.
En este sentido puntualmente en la Provincia de Santa Fe, el sistema SUBE ya está instalado y funcionando en Reconquista, Venado Tuerto, Rafaela, y Santa Fe de la Vera Cruz. Asimismo, a nivel nacional, ya funciona en 45 localidades: Jujuy (Palpalá y San Salvador de Jujuy); Formosa (Formosa); Chaco (Resistencia y Roque Sáenz Peña); Catamarca (San Fernando del Valle de Catamarca); Santa Fe (Santa Fe de la Vera Cruz, Venado Tuerto, Rafaela y Reconquista); Corrientes (Corrientes); Entre Ríos (Paraná, Gualeguaychú y Concordia); San Juan (San Juan); San Luis (San Luis); Córdoba (Villa Allende); Buenos Aires (Mar del Plata, Partido de la Costa, Pinamar, Villa Gesell, Olavarría, Arrecifes, Balcarce, Coronel Rosales, Necochea, Bahía Blanca, San Nicolás de los Arroyos, Pergamino, San Pedro y Junín); Mendoza (San Rafael, Mendoza y Gran Mendoza -también tranvía y trolebús); La Pampa (Santa Rosa y General Pico); Neuquén (Neuquén y San Martín de los Andes); Río Negro (Viedma; San Carlos de Bariloche y Cipolletti); Chubut (Comodoro Rivadavia, Trelew y Rawson); Tierra del Fuego (Ushuaia y Río Grande).