Carlos Retamal
Un joven de 20 años se convirtió en una nueva víctima fatal de esta saga prácticamente interminable de violencia y muerte en el departamento Rosario. El muchacho fue atacado a tiros a la salida de una fiesta que se celebró en una casa al sudoeste de Villa Gobernador Gálvez, y murió pocos minutos después de ingresar al hospital Gamen, de esa ciudad.
En base a los primeros datos recogidos por los investigadores, se reconstruyó que Agustín Carlos Martínez, poco antes de las 5 de este domingo 5 de junio, salió de una fiesta que se desarrolló en inmediaciones de Temporelli al 2.500 (zona en la cual la calle cambia de nombre, y se denomina Suipacha). En ese lugar, a poco menos de 500 metros del cementerio municipal, fue atacado a tiros en un episodio que por el momento es confuso.
Personas por el momento no identificadas lo atacaron a tiros, y el joven recibió varios impactos, pero como pudo salió a la fuga corriendo hacia el este por Temporelli.
Al llegar a la esquina de Temporelli y Buenos Aires cayó al piso y quedó tendido hasta que unos minutos después aparecieron varios familiares, que lo trasladaron en un auto para el hospital Anselmo Gamen, donde ingresó sin signos vitales y pese a las tareas de reanimación llevadas a cabo por personal médico, finalmente falleció.
El fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Patricio Saldutti, solicitó al gabinete criminalístico que realice un relevamiento tanto del lugar donde ocurrió el ataque, donde se secuestraron varias vainas servidas; como también en la zona donde fue hallado.
También pidió que se tomen testimonios a vecinos de la zona donde se produjo el ataque y también allegados y familiares del joven asesinado. Además, el fiscal ordenó el traslado del cuerpo al Instituto Médico Legal (IML) para realizar autopsia y también examen de dermotest.
Es el primer homicidio que se registra en el mes de junio en esa ciudad y un total de 8 en el año. El total de crímenes registrados en el departamento Rosario en lo que va de 2022 es de 123, lo que mantiene el triste y preocupante promedio de uno cada 30 horas.