Música

Lo mejor de estar en una banda llamada Marlott

 


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Gisela Mesa redaccion@miradorprovincial.com


No hay que dar vueltas cuando la certeza es fuerte. Una banda rosarina funda una nueva disrupción en la música popular argentina. Y le vamos a poner nombre: Marlott, una banda que no solo queda en la onda covers, sino que crea sus propios temas. De arranque la banda ha sabido posicionarse como una de las más seguidas en las redes sociales y querida por el público rosarino, por la formación musical que plantearon junto a Mauro Menaldi Blau, el productor, manager y director artístico de la banda: cinco músicos y la voz femenina.

Cuando la rutina parecía comerse su espíritu y sus días, la banda decidió acercarse a esa pulsión artística que arrastran desde chicos. Sin embargo, el vértigo de la adultez, la pandemia ha dejado huellas, ausencias y fueron relegando la música cada vez más. Hasta que un día seis músicos se hallaron en un todo, son diferentes entre sí, tienen diferentes pensamientos, vivencias pero comparten un mismo denominador: La música. Desde allí, una serie de ensayos, los encuentran establecidos en la ciudad que es cuna de artistas, Rosario. Marlott desde el principio conoce la definición del sacrificio, de las pruebas de sonido, de coincidir con los horarios, con los pretextos del sector cultural de la ciudad, y un recorrido agotador y excitante en los escenarios de la ciudad.

Mirador Provincial
junto a la fotógrafa Brenda Gomez, recorrió los recovecos de la ciudad buscando bandas y en esta oportunidad hemos encontrado el cáliz de la música.

Algo se encendía
-¿Cómo se inicia Marlott?

-Pablo Cavallaro: Se inició sobre todo por la necesidad de plasmar una idea y/o formato de banda donde se pueda lograr un circuito de shows que se puedan adaptar al evento, con el perfil de realizar covers, pero no tributos, teniendo una personalidad marcada, que brindaría la formación de la banda, esta idea se inició en el año 2012 y se plasmó bajo el nombre de Marlott en el 2014.

-¿Qué cambios ha transitado la banda desde sus comienzos hasta el presente?

-Pablo: La formación a nivel integrantes fue la que más ha mutado, siempre en busca de seguir avanzando musicalmente con una idea de proyecto firme y definido, dar a conocer Marlott, su música sin un género que lo ate a él, pero si con un estilo marcado. El cambio más marcado se vió en el 2017, cuando se incorpora Gerardo Callejón de forma fija (siempre estuvo rondando por los ensayos) e impulsamos temas propios.

Covid-19
-¿Cómo han vivido la pandemia?

-La pandemia fue un momento muy duro y de crisis, donde la banda fue anímicamente casi disuelta, pero como siempre en cada crisis buscamos una oportunidad doblamos la apuesta y sumamos sonidos que antes no teníamos, sumamos teclados, de la mano de Matías Territo, el cual aporto no solo sus teclas sino una cálida voz que aumento de manera significativa el color vocal de la banda. Junto a Andrés Barnattan, quien se sumó a al proyecto en el Bajo, la banda volvía a tomar forma, más que nunca, sumando una nueva voz de parte de Magui Beatriz, se comenzó a proyectar esta nueva “cepa” de Marlott.

Punto de vista
-Quiero que me hablen sobre la perspectiva que tienen ante la actualidad de la industria musical.

-Es indudable que estamos en continua búsqueda de poder ingresar al mercado, la perspectiva es hoy día de llegar a grabar más temas propios, para poder difundirlos en diferentes medios digitales y analógicos, tratando de generar la mayor cantidad de shows posibles, siempre dejando en claro, que en vivo es como tiene que ser.

No es casual el vínculo
-Cuando se oye por primera vez Marlott se sienten dos cosas: un poco ese espíritu melancólico, y por otro lado, algo muy cinematográfico, ¿coinciden?

-Es muy posible que así sea, de hecho cada canción tiene una historia por detrás, incluso un guion pensado para su clip.

-Cuando la industria de la música se centraliza en sencillos, en canciones que van a durar un mes, ustedes van y dan un golpe de giro. ¿Hasta qué punto se trata de un acto de resistencia consciente ante ese alud que nos propone la industria?
-Más que un acto de resistencia es una forma de vivir la música, muchas veces nos vemos casi seducidos a crear un “hit” del minuto, pero después recordamos que la música nos representa a muchos niveles y es cuando empezamos a trabajar los temas a un nivel más profundo, la idea es llegar al hit, pero no de un minuto, suena pretencioso, pero la música es pretenciosa.

-Hay una ecuación, un axioma que es, “Lo sencillo es bueno y lo complejo es malo”. ¿Consideran que es así?

-Lo sencillo es bueno en cuanto lo que se necesite sea sencillo, a veces lo complejo, es hacer ver (escuchar) sencillo algo que se logró de una forma muy complicada, ambas formas son buenas, pero también pueden ser malas, la ecuación que se busca, es tomar lo bueno según
cada caso.

Identidad bien definida
-¿Cuál es la identidad de Marlott?

-Marlott es una suerte de Camaleón, sin tapujos ni sonrojarse al exponer nuestra música, es una entidad compuesta con integrantes tan diversos como abiertos los cuales al nutrir desde su lugar, se logra aportar matices más marcadas en un tema u otro, las influencias son tan diversas que exploran un abanico sin fin de posibilidades, y no dudamos en tomarlas y usarlas.

-¿Cuáles son los recuerdos más presentes que conservan de su infancia?

-El preparar un ensayo soldando cables para conectar los escasos equipos a un grabador, una radio, un amplificador de “de todo”, usar instrumentos casi armados con restos de cosas… y disfrutar todo eso.

Redes sociales
-Face to Face es una canción que claramente trata de la necesidad de verse, de tocarse, del presente y en la acción, pero, ¿qué perspectivas tienen de la forma en que hoy la cultura popular se relaciona con las redes sociales? ¿Qué pasa ahí?

-Seguimos pensando que hay cosas que tienen que ser cara a cara, momentos que tienen que ser analógicos, abrazos que se tienen que sentir, palabras que se tienen que mostrar, creemos que las redes llegaron para quedarse, para sumar, para ayudarnos en muchas cosas, pero sobre todo para demostrarnos que lo virtual, si bien es una genialidad, es solo una forma más de demostrar que una reunión con amigos, pareja, familia, o simplemente gente que no conoces, se disfruta a un nivel que hoy es imposible de reemplazar.

-¿Hacia dónde crees que va el sonido de la música local?

-Creo que hoy día no tiene un destino marcado, pero si, sin lugar a dudas lo económico nos va encasillando a géneros más minimalistas donde no requieren de una banda, de una batería, un bajista, un teclado, donde con una pista o una notebook se pueden lograr compaginar sonidos de muy buena calidad a un costo muy bajo, cosa que en una banda es imposible. No por sencillo es de menor calidad, pero si queda muy coartada la posibilidad de que el vivo se desprenda de una versión de estudio, dejando de lado esa vibra única.

-Si bien son una banda de covers hay en ustedes originalidad y se debe a las creaciones de las letras. ¿Coinciden?

-No considero a Marlott una banda de covers, sino una banda que hace covers, son algo muy necesario hoy día para poder tocar en un circuito, además que es muy egoísta o egocéntrico pensar en un show para solo el disfrute de uno y no del público, y la realidad es que el público seguro reconoce un cover y lo disfruta más que un tema nuestro, el secreto es llevar lo nuestro a ese mismo nivel.

Lo que se viene
-¿En qué proyectos están trabajando del que nos puedan adelantar algo?

-En primer lugar “pulir” cada día más la banda, ajustar detalles y llevar a estudio nuevos temas, hoy día tenemos más de 10 temas para plasmar en estudio.

Integrantes de la banda

• Magalí Beatriz en la voz
• Andrés Barnathan en bajos
• Matías Territo en teclados y voces
• Damián Furbatti en percusión
• Gerardo Callejón en voz, guitarras
• Pablo Cavallaro en batería



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