Francisco Díaz de Azevedo
Una multitud desafió al frío de la noche del jueves y se acercó al predio del Parque Ecológico 15 de enero, de la ciudad de El Trébol. Esta festividad pagana, que esta ciudad rescató en el año 2007, cada año crece en cantidad de concurrentes y en organización.
Desde las 18, un nutrido grupo de instituciones, haciendo flotar por el aire sus muñecos y con coloridos disfraces, emprendió una caravana que unió la Municipalidad de El Trébol, organizadora del evento, con el sitio elegido para la tradicional fogarata.
Con el solsticio de testigo y entre el aire helado, la tardecita fue ganando en calor por el marco de público que quiso participar, quemar en el gran fuego todo lo que deseaban dejar atrás y disfrutar de una magnífica fiesta.
Una enorme cantidad de instituciones, la totalidad de las escuelas primarias y secundarias, en conjunto con los jardines de infantes, expresiones culturales, padres con niños y los clubes, se hicieron presentes en el sector, el mismo, que es habitual, en cada año para la celebración.
El espacio estuvo adecuado con guirnaldas de luces, un servicio de bufet a cargo del Ballet El Trébol, y un escenario que contó con el estupendo folklore de artistas locales como el “Toro” Rubén Aguilar y la agrupación “Raíces”.
En medio de la gran ronda que hizo el público alrededor del fuego, la intendente de la ciudad, Natalia Sanchez dijo: “Estoy feliz de estar acá con el calor que le da tanta gente a este festejo a pesar del frío de la noche. Ver a todas las instituciones, a los niños con los padres y a la gente del PEAM tan activa, me llena de emoción”.
Por votación, el muñeco salvado de las llamas fue el de la Escuela Media Nº 210, que será celosamente guardado hasta el 2023, momento en el que sí, arderá en las llamas.
Hubo danza y lenguas de fuego que se elevaron hasta el cielo, impulsadas por el corazón de todo el PEAM Municipal y la multitud, al grito de “Aserrín, aserrán los maderos de San Juan…”.