CEFERINO AZAMBUYO
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El sábado 25 de junio, personal policial fue alertado de la existencia del peligroso artefacto explosivo en una casa ubicada en el barrio Perpetuo Socorro, habitada por una mujer de 41 años de edad y un hombre de 33.

Al llegar al lugar los efectivos fueron informados por los habitantes que al realizar la tarea diaria de juntar chatarras de hierro en la ciudad, al depositar lo recolectado en el patio de la vivienda, observaron un elemento supuestamente explosivo. El personal policial constató que se trataba de un proyectil de 105 mm (actualmente en desuso).

Los uniformados informaron del hecho a la fiscalía en turno, ordenando que se le dé aviso a personal idóneo del regimiento local, así como también con la intervención a la División Explosivos de Bomberos Zapadores de la Policía de Entre Ríos.

Se tomaron las medidas de prevención al respecto hasta la llegada de personal idóneo en explosivos (Bomberos Zapadores), quienes procedieron a la extracción, traslado y posterior detonación del elemento en un lugar adecuado bajo las medidas de seguridad correspondiente.

Si bien el periodismo, por razones de seguridad no tuvo acceso al momento de la detonación, MIRADOR ENTRE RÍOS pudo saber que el lugar elegido para proceder a la explosión fue la zona de la cantera, ubicada en el sector noreste de la ciudad.