Romina Santopietro redaccion@miradorprovincial.com
Desde la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN), en el marco del mandato institucional del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (SPPDP), se propone el proyecto "Formación/acción para la facilitación del diálogo en contextos de encierro - Santa Fe 2022".
El propósito de este proyecto es capacitar a un grupo de personas para la promoción de experiencias e iniciativas de diálogo en contextos de encierro; con la finalidad de prevenir malos tratos mediante la facilitación del diálogo entre las personas privadas de libertad (Probemos Hablando) y entre las personas que se desempeñan como agentes del Servicio Penitenciario Federal (Concordia), colaborando con la adopción de medidas que signifiquen avances en la dirección señalada por la Regla Mandela Nro. 38.
Este proyecto se basa en la experiencia desarrollada por la PPN desde el año 2017 a través del Programa específico Marcos de Paz (MdP).
"La presente convocatoria se enfoca en la formación de un equipo interdisciplinario e interinstitucional de facilitadores del diálogo, junto al cual se espera avanzar colaborativamente, abordando diversas cuestiones, tales como el contexto histórico, normativo y social en el cual esperamos desarrollar nuestra tarea de facilitación; y el método MdP, consistente en una serie de conceptualizaciones -basadas en la experiencia de la PPN- acerca de los valores y objetivos del diálogo, las competencias de las personas a cargo de facilitarlo, las técnicas y herramientas que hacen al desarrollo de esta labor, entre otras", cita la gacetilla del proyecto.
La propuesta en sí considera llevar adelante espacios de comunicación entre pares -en contextos de encierro- para establecer puentes y evitar estallidos de violencia. La dimensión comunicacional es el eje fundamental del programa "Probemos hablando". Las instancias de diálogo están pensadas entre pares, es decir, entre reclusos pero también entre agentes penitenciarios. Se desarrollan de forma paralela.
Este proyecto ya se encuentra en marcha en penales en Ezeiza y Marcos de Paz. Los referentes de Probemos hablando se reunieron con autoridades locales para comenzar a gestar la versión santafesina. También en Salta se comenzó a implementar este programa.
"Lo que se procura es preservar los derechos humanos de los que están privados de libertad. Dentro de esa estrategia de defensa está la acción de echar luz sobre los centros de detención, que son lugares cerrados. El sistema está en crisis, por lo que es urgente y necesaria una reformulación. Uno de esos ejes es abrir las puertas para que la sociedad comprenda de qué hablamos cuando hablamos de una cárcel. Generar conocimiento, implementar instancias de diálogo, difundir, entre pares, entre los agentes penitenciarios, entre los actores del sistema y la sociedad toda", contextualiza Sebastián Cáceres.
Los equipos se conforman por voluntarios, con una base de 2 o 3 personas. Alberto Volpi, Director de Prevención de Tortura, Diálogo y Gestión Colaborativa, quien viene dirigiendo la experiencia en Marcos de Paz, explica que todas las acciones del proyectos se sostienen con el voluntariado. "No se puede obligar a nadie a encarar este programa. En Buenos Aires hay voluntarios de la Procuración Penal, hay funcionarios de otras áreas, no solo de la nuestra que colaboran 'prestados' a través de convenios y hay un voluntariado social. Son varias las vías para integrarse a la actividad. En el caso de la ciudad de Santa Fe, habrá un mecanismo similar. No en todos los organismos hay tanta gente que quiera hacer esto. Si uno no lo quiere hacer voluntariamente, no sirve, porque es casi una decisión de vida encarar los derechos humanos de esta manera. No es el enfoque más tradicional que tienen los organismos de derechos humanos. Formarse en esta mirada requiera una cierta deconstrucción, con una perspectiva un poco diferente de un organismo que busca errores y los denuncia".
"En esta propuesta, basada en el derecho humano a la palabra, que no es lo mismo que la libertad de opinión, el derecho de todos los seres humanos de expresarnos y que otro nos escuche y nos entienda. Creemos que así se humanizan a todas las personas que están en la cárcel, tanto los detenidos como los agentes penitenciarios y esa mirada diferente puede generar, de hecho, lo genera, lo hemos visto, soluciones distintas a las que habitualmente se generan y que suelen terminar en una situación violenta", explica Mariana Volpi, Jefa del área de Diálogo y Gestión Colaborativa de la PPN.
"El esquema de círculo de diálogo también se propone para los agentes penitenciarios tampoco tienen oportunidad de hablar y de ser escuchados. Entonces el mismo sistema lleva a que se escuche esa frase que se repite mucho en la cárcel que es 'me buscó la reacción'. Creo que el desafío más grande está en anticiparse a ese 'me buscó la reacción' que termina en tragedia", continúa Mariana.
"En este punto, lo importante es confiar en que estas personas son capaces. Uno ve que la gente hace la diferencia. Hay cuestiones institucionales complejas, pero también hay amplios márgenes para que las personas transformes eso en uno u otro sentido. pero cuando el discurso institucional indica que el ser humano no puede hacer nada, lleva a una reproducción ciega y automática de lo mismo. Todo parte de esa premisa, de confiar en esos seres humanos, tanto en el preso como en el guardia, en un contexto donde nadie está contento. Nadie está conforme respecto a cómo es la cárcel. Ni el preso, ni el guardia, ni la familia, ni el juez", reflexiona Alberto Volpi.
El encuentro de autoridades para conformar una mesa interinstitucional se realizó en la Estación Belgrano de nuestra ciudad. Participaron además el defensor del pueblo zona norte Jorge Henn, Walter Galvez por la Secretaría de Asuntos Penitenciarios de la provincia, Lucila Puyol por la Secretaría de DDHH, la Dra. Balangione por el Servicio Público de la Defensa y el decano de la Facultad de Psicología de la UCSF, Dr. Hugo Fabián Castriota.
