Los resultados no mejoran
El largo laberinto en el que están metidos Rosario Central y Carlos Tevez
El ciclo deportivo cambió en el club rosarino, pero los resultados no mejoran. La llegada del “Apache” supuestamente garantizaba la contratación de refuerzos de jerarquía, pero nada de eso ha sucedido.
Lalo Falcioni
“¡En qué quilombo nos metimos los dos!”. Con esa frase más que descriptiva, Carlos Tevez y Leandro Somoza acompañaron un fuerte abrazo el lunes por la noche, en los segundos previos al partido que Aldosivi le ganó a Rosario Central en Mar del Plata. Somoza, que hasta hace dos semanas era el técnico canalla, respiró aliviado dos horas después, cuando su equipo logró la primera victoria en el torneo. El “Apache”, en cambio, se fue de la cancha con la cabeza gacha tras la segunda derrota consecutiva en el arranque de su ciclo. Tevez y Central están metidos en un laberinto largo y sinuoso. La diferencia es que a Carlitos lo pusieron ahí -o él mismo eligió entrar- a mitad de camino. El club rosarino, en cambio, hace rato anda sin rumbo y la luz de salida por ahora no se ve.
Tevez metió cinco cambios de su primer partido ante Gimnasia al segundo contra Aldosivi. También cambió el esquema, intentó proteger mejor al arquero Gaspar Servio y desde su posición de líder de grupo ideó una propuesta más agresiva, de intensidad y rápida recuperación del balón cuando estuviera en poder del rival. Tomando en cuenta las debilidades del rival, que llegaba a este partido de la sexta fecha en el fondo de la tabla, el plan no salió.
Salvo en algunos ratos del segundo tiempo, cuando Central logró empatar transitoriamente el encuentro con el gol de Báez, Central fue otra vez un equipo confundido, a mitad de camino entre defensa y ataque, lento en las transiciones y débil en los duelos personales. Todo en el marco de un desarrollo del juego bastante pobre. Así y todo, en el final tuvo chances como para rescatar un punto y no hubiera sido injusto.
Eso es lo que sucedió y lo que ya no tiene remedio. Ahora el tema es cómo hacen Central y Tevez para salir del lio en el que están metidos. La primera cuestión y la que más resalta, es la de los refuerzos. La llegada del ex futbolista de Boca, de la selección y de tantos equipos grandes de Europa, supuestamente iba de la mano con el arribo de jugadores de jerarquía, arrimados por empresarios de renombre. Por ahora, nada de eso sucedió.
La novedad de la lista de concentrados ante Aldosivi, fue que los cinco jugadores que incorporó el club del barrio Arroyito de Rosario estuvieron en esa nómina. Cortéz, Leudo, Mac Allister, Malcorra y el uruguayo Candia, fueron citados. El mediocampista Víctor Malcorra fue el único que integró el equipo titular, jugó todo el partido y lanzó el tiro de esquina que terminó en el impacto goleador del defensor Javier Báez.
El resto de los refuerzos no tuvo la chance de entrar. Y el volante colombiano José Leudo ni siquiera pudo sentarse en el banco de suplentes porque no llegó la habilitación desde la Federación de su país, que fue esperada hasta último momento. Un panorama poco prometedor para el marco rutilante que desde el club se le dio a la llegada de Tevez.
Para completar el combo sombrío, el entrenador canalla tiene apuntados y avanzados a futbolistas del exterior, pero la situación económica del país impide el giro de dólares al extranjero y todas esas operaciones están frenadas.
El que estaba más avanzado, es el delantero peruano Alex Valera, que juega en la selección de su país. Tiene 26 años, juega en Universitario de Lima y en esta temporada 2022 jugó 14 partidos y convirtió 9 goles. Para más referencias, fue el futbolista que ejecutó el último penal en el repechaje ante Australia para el Mundial de Qatar.
A Central y a Tevez les queda poco tiempo para volver a salir a la cancha. Será este viernes a las 20, ante Sarmiento de Junín en el Gigante de Arroyito, abriendo la séptima fecha de la Liga Profesional de Fútbol. La necesidad de un triunfo ya asoma como impostergable para el conjunto rosarino, que encima ya está metido en un clima político y electoral rumbo a las elecciones de octubre. La pregunta que se impone es cómo harán el técnico y los jugadores para salir de este laberinto.