La cotización del dólar, que siempre aumenta y nunca baja (una regla que se cumple desde hace décadas en Argentina), y la inflación son dos factores preocupantes en la macroeconomía nacional. La renuncia de la semana pasada del ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, trajo otra vez fantasmas viejos que afectan a los habitantes de todo el país. Del primero al último.

Este cambio de titular de la cartera económica de Guzmán a la ministra Silvina Batakis generó incertidumbre en los primeros días de esta semana. Por fortuna, no hubo una devaluación brusca del peso frente al dólar. Una medida que arrastra en el 100% de las ocasiones más inflación. Las consecuencias del proceso inflacionario son archi conocidas: menor poder adquisitivo, más pobreza, menor actividad económica, más desempleo.

Tres grandes referentes de los sectores de la construcción, la industria y el comercio de Rosario hablaron con Mirador Provincial acerca del escenario nuevo que se refleja en la calle. Ricardo Diab, presidente de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), comentó: “La salida sorpresiva del ministro, sorpresiva, no que no era esperada, nos generó alguna zozobra en el fin de semana. Ya algunos prevenidos por la historia el día lunes retaceaban de poder enviar mercadería, lista de precios o facturación abierta. Generó la incertidumbre que veníamos padeciendo y la aumentó”. “Los comercios más pequeños que facturan a diario estuvieron al filo de qué hacer porque si venden a 10 y tienen que comprar a 15 se pierde el capital de trabajo. Entonces trataron de resguardarse”. Diab afirmó que cada quien hizo lo que pudo para preservar su capital ante esta incertidumbre. “Llevamos ya dos días más, estamos en el tercer día (por el miércoles) y no tenemos aún un comunicado para saber cuál es el proyecto. Más allá de que confiamos en la idoneidad de la ministra. Queremos saber cómo es su proyecto para ver qué tenemos que discutir o acompañar, o aportar”, expresó el hombre de la AER.

Mariano Ferrazzini, tesorero de la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE), aseguró: “La lectura que hacemos desde la federación es que obviamente el momento es complejo. Estamos viviendo, más allá de la problemática argentina, una situación global muy difícil y esto arrastra a que nuestra macroeconomía, que ya tenía problemas y muchísimas tensiones, la sufra aún más. Nosotros vemos en Batakis a una ministra que está preparada. Ya viene en gestión”. “Lo más preocupante para nosotros es el acceso a materia prima que no se fabrica en el país y en general, los índices de inflación que estamos teniendo. Hay que empezar a encontrar el camino de normalización de la macro (economía)”, dijo además Ferrazzini.

Por su parte, Pablo Nazar, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción delegación Rosario, comentó: “Esto nosotros lo venimos viviendo desde la segunda mitad del año pasado. Se fue acrecentando el tema del contexto inflacionario. Fue impactando a principios de este año, marzo, abril. Estamos trabajando en un contexto bastante complicado. La construcción es una actividad que necesita de mucha planificación. Para poder planificar, necesitás previsibilidad. Hoy justamente lo que venimos perdiendo es previsibilidad”.

Las nubes negras que parecían venir el domingo, con el cambio de ministro, y el lunes, con la apertura del mercado cambiario, no llegaron a formar una tormenta económica. “Pintaba para mucho peor en el arranque -afirmó Diab-. Por suerte, también por la baja demanda quedó semi contenido. No es una semana ideal para hacer un negocio importante porque el que vende no sabe cuál es el precio y el que compra tampoco. Tenemos que empezar a tener alguna previsibilidad hacia el futuro para poder pensar en alguna inversión o en algún movimiento”. Nazar, en tanto, afirmó: “Lo que pasó este fin de semana genera más incertidumbre porque los productos que uno necesita para la construcción vienen muy inflacionados y uno pierde referencias. El proveedor se cubre porque no sabe qué va a pasar para reponer ese producto. Hay un efecto dominó en todo el sector. La expectativa inflacionaria va generando la incertidumbre”. El hombre de la CAC aseveró que no se puede parar una obra tres días y después arrancarla dentro de tres o cuatro días. “Las obras están continuando, pero vemos que para el corto y mediano plazo si no hay algún indicador que nos oriente cómo seguir, se va a ir complicando”, agregó Nazar.

Muchas veces, los consumidores se quejan frente al dueño de un pequeño negocio que aumenta los precios. Ricardo Diab aseguró con relación a esto: “Lo que ocurre es lógico. Dicen ‘los comerciantes...’, pero para el comerciante su mercadería es la materia prima, es su herramienta de trabajo. Si no se puede reponer lo que se vendió, se pierde el capital y se pierde el trabajo. Con lo cual ante tanta incertidumbre se resguarda”.

Las importaciones, a dólar divisa

Contrariamente a lo que se podría pensar, las importancias en el país se hacen con el dólar oficial. La cotización la establece el Banco Central de la República Argentina. Ferrazzini lo aclaró: “El sector industrial lo que compra del exterior lo compra a dólar divisa. Es el dólar al cual se liquidan las importaciones. El que dice hoy que está importando y paga dólar blue está mintiendo”. “Muchos de nuestros insumos están pesificados. Nuestro proveedor nos vende el producto en forma local y el producto sale ‘x’ pesos. Con toda esta movida, esos precios en pesos se mueven”.