Daniel Domínguez


Desahogo. Alivio. Paz. Algunas de las sensaciones que dejó la primera victoria de Carlos Tevez como entrenador de Central. El Canalla venía torcido y contra Sarmiento mostró otra cara que encendió una luz de esperanza para lo que viene.

Los de Arroyito encaran una semana diferente después de mucho tiempo, con la tranquilidad del deber cumplido y con la ilusión de despegar de una buena vez.

Por primera vez en los tres encuentros en los que el Apache está como cabeza de grupo se vio un equipo con una idea clara, intenso, con la intención de ser protagonista de principio a fin.

Mucho se habló de la decisión del DT de ubicar a Walter Montoya como "5", pero terminó siendo un gran acierto porque el Chaqueño tuvo uno de los mejores partidos desde su vuelta al club. Con pelota al pie, la claridad para distribuir y soltarse, el mediocampista y ahora capitán auriazul fue la voz de Tevez en el campo.

Ignacio Malcorra fue otro jugador de clave en este nuevo esquema y a través de su inteligencia y buena pegada fue decisivo en cada ataque local.

Justamente en la ofensiva, el uruguayo Jhonatan Candia tuvo su presentación y lució ni más ni menos que la "9" que dejó el goleador histórico Marco Ruben.

Más allá de semejante responsabilidad, el ex Huracán se mostró comprometido con el juego colectivo, generó espacios para los volantes y estuvo muy activo en busca de su gol. Sin dudas que fue otro pleno del entrenador que sentó al pibe Alejo Véliz en el banco de suplentes, ya que considera que no debe quemar etapas y lo quiere llevar de a poco.

Otra patriada del orientador táctico fue la de incluir a Ismael Cortez, una de las últimas incorporaciones provenientes de Gimnasia de Mendoza, relegando a Damián Martínez, titular indiscutido en la era del Kily González y en el corto tiempo con Somoza.

El lateral se mostró criterioso para pasar al ataque por sorpresa y, pese a que no pudo aguantar el ritmo y debió ser reemplazado antes de los 20 minutos del complemento, demostró que no le pesó el salto de la B Nacional a Primera.

Con todos estos aspectos positivos en el bolsillo, Tevez planificará el duelo del sábado ante Independiente en el Libertadores de América con mucha más seguridad y confianza.

Este cotejo no será uno más, primero porque, hasta acá, cada vez que Central salió de Arroyito perdió y segundo, porque será la antesala del clásico, a disputarse el próximo jueves 21 en el Gigante.

Tevez sabe lo que quiere y de a poco le va imprimiendo su idea a un plantel que tocó fondo y parecía que no tenía salida. El próximo paso será encontrar la regularidad tan requerida en un equipo y sostener el mayor tiempo posible las buenas sensaciones.

Trabajo contrarreloj para sumar algún otro nombre

No fue un mercado fácil para los dirigentes de Central. Primero no pudieron cumplir con los pedidos de Leandro Somoza, algo que derivó en la renuncia del ahora DT de Aldosivi de Mar del Plata.

Con la llegada de Carlos Tevez y el apoyo del representante Cristian Bragarnik parecía que la cosa iba a cambiar, pero no fue así. Desde que se supo que el Apache comandaría al Canalla, sonaron los nombres de Marcos Díaz, Marcelo Weigandt, Gastón Ávila, Jorman Campuzano, Ramón Ábila, Walter Bou, Matías Cóccaro y Emmanuel Brítez, entre tantos otros, pero ninguno de ellos pudo calzarse la auriazul.

Los que sí tuvieron el pulgar para arriba del ex Boca fueron el lateral derecho Ismael Cortez, Ignacio Malcorra y Jhonatan Candia, quienes se sumaron a Francis Mac Allister y José Leudo, dos nombres que fueron "aprobados" por Somoza.

Con estas dificultades a cuestas, la comisión directiva no se resigna y acelera para intentar encontrar algún otro nombre antes que cierre el libro de pases esta noche a las 20.

Los puestos a cubrir son los mismos de siempre: un central zurdo y un delantero.

Sin la posibilidad de traer a alguien del exterior, los ojos están puestos en el mercado interno, aunque tampoco es sencilla la tarea.

El último en decirle que no a Central fue el defensor Tomás Cardona. El jugador de Defensa y Justicia era el apuntado para reforzar una zona donde no abundan las variantes, pero decidió continuar al mando de Sebastián Beccacece en el Halcón.

Otro de los señalados era Pablo Vegetti, capitán y goleador de Belgrano de Córdoba en la B Nacional. El Pirata lo cotizó en 3 millones de dólares, cifra imposible para la economía canalla.

Así, tanto el cuerpo técnico como el mánager Raúl Gordillo deberán apelar al ingenio para encontrar opciones o bien, quedarse con lo que tienen y potenciar la competencia interna.