Gisela Mesa
Guillermo Pesoa y Santiago Pedroncini fueron parte de Pequeña Orquesta Reincidentes. Posteriormente Pesoa presentó "Lunes", su primer álbum solista, y el grupo Familia Nuclear. Pedroncini integró el grupo Malyevados y su proyecto Bichos. Se presentarán en vivo el Jueves 14 de julio a las 21 en La Tangente, Honduras 5317, CABA, tocando su primer disco "Casa" y dos adelantos de su próximo álbum.
-¿Cómo surge El Viento? -Guillermo: El Viento es un proyecto que comenzamos a fines de 2018. Yo tenía algunas canciones compuestas desde la guitarra que tenía ganas de armar y salir a tocar. Nos empezamos a juntar con Gabriel Casal Lujan a probar algunas bases con el bajo. Un tiempito después se sumó Micaela Cabral en batería y la banda se terminó de definir con la entrada de Santiago Pedroncini en guitarra y trompeta.
-¿Dónde radica la identidad de la banda? -Guillermo: Creo que una de las características del grupo es la forma de producción, el trabajo minucioso en el ensayo, la búsqueda de arreglos claros y simples, el juego dinámico, la importancia que se le da a la letra. Estamos en un momento muy fértil, estamos terminando de mezclar un nuevo álbum y ya componiendo canciones nuevas. Hay una apertura estética bastante amplia, canciones muy diferentes entre sí, pero aun así creo que ya empieza a aparecer un sonido reconocible y propio.
-¿Cómo salió la propuesta para hacer la propuesta audiovisual? -Guillermo: Conocí a Ange Potier hace unos años y, además de ser un gran tipo, es un artista impresionante. En un momento con la banda empezamos a imaginar posibilidades de edición física para acompañar las publicaciones digitales de las canciones y nos juntamos con él a pensar propuestas. Fue un encuentro muy lindo, cargado de ideas y ganas de hacer cosas juntos. Así que naturalmente se sumó al proyecto como uno más. En principio pensamos en visuales para los shows pero con la aparición de la pandemia y la cuarentena, esas ideas se convirtieron en videoclips de los temas que fuimos pudiendo publicar.
-Cuéntenos un poco de este nuevo material "Casa" que estarán presentando el jueves 14 de julio. -Guillermo: El álbum Casa se editó el año pasado, fue producido entre el 2020 y 2021 casi enteramente a distancia. Incluso llegamos a mezclar por Zoom. Fue un trabajo arduo y muy interesante. Nos permitió darle continuidad al proyecto en un momento tan difícil y único como ese y aprovechar el tiempo para probar, avanzar, volver, pulir.
-¿Qué significa Casa para ustedes? -Guillermo: Creo que es el comienzo de un camino muy lindo que se abre para nosotros. Si bien fuimos editando un par de singles previos a la salida del disco, es el primer fruto de este proyecto que queremos tanto.
- ¿Cómo los nutre la música en lo personal? -Guillermo: Me resulta difícil pensar mi vida sin música. Empecé a tocar el piano a los 5 años, como podía, y nunca más dejé. Hubo canciones, grupos y compositores que sin duda modificaron mi forma de ver y de sentir.
-¿Qué retos tuvieron que surfear como banda? -Como todo el mundo, el momento de encierro fue un reto muy difícil. Más para una banda que recién estaba empezando a armarse, aún no nos conocíamos tanto musicalmente, el lenguaje en común estaba recién empezando a construirse. Otro reto al que nos enfrentamos es, como siempre, encontrar la forma de llegar a más gente, traspasar las barreras de los algoritmos, de las redes sociales, sostener el encuentro en vivo con el público. Y uno más y muy complicado, encontrar la forma de hacer viable el proyecto económicamente. Que pueda generar los medios para seguir grabando y produciendo. La economía de la música alternativa quedó muy golpeada por las nuevas formas de difusión de música, el cierre de lugares y demás. Casi no quedan productores, managers y técnicos especializados en el segmento intermedio. Hay que reconstruir todo, pensar de qué manera seguir adelante.
-¿Qué añoran de su niñez? -Quizá lo que más añoro es esa sensación de presente continuo, sin el peso del pasado y con el futuro iluminando los días. Añoro la forma en que las cosas nuevas quedaban impresas en los sentidos. El sol del invierno con olor a mandarinas en las manos. La risa desatada. Ese dolor agradable y desconocido de enamorarse por primera vez. Los juegos inventados. Las siestas de verano en silencio, en la penumbra, con el ventilador ronroneando suavemente. Esas cosas.
-La gente muchas veces puede apropiar una letra e interpretarla completamente diferente a lo que el compositor quería, ¿Coinciden en que las canciones terminan siendo de la gente? -Cualquier forma de arte tiende un puente entre las personas, o al menos lo intenta. Entre el artista y el que observa o escucha, y también entre los que están escuchando o viendo o leyendo. El sentido de una letra nunca es lineal. En primer lugar juega un contrapunto con un sentido más abstracto pero igual o más potente que es el de la melodía, el mundo tímbrico de la canción, las articulaciones de los que la interpretan. Y por supuesto, el universo personal influye definitivamente en todo lo que percibimos. Lo amoldamos, lo adaptamos, lo hacemos propio.
-¿Cuáles son los proyectos a futuro? -En lo inmediato estamos abocados a la preparación de este show en La Tangente el jueves 14 de julio. Estamos presentando el material que ya está publicado y también canciones por salir, con proyecciones en vivo de Ange Potier. Como te contaba, estamos terminando de mezclar nuestro segundo disco y ya componiendo y arreglando temas nuevos. También estamos preparando algunos viajes al interior. Santa Fe, Entre Ríos, Mendoza.