ALDANA BADANO
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Este fin de semana se estrenará “Pasajera en trance perpetuo”, una libérrima versión de “La gaviota” de A. Chéjov producida por Teatro del Bardo. La obra, dirigida por Walter Arosteguy y protagonizada por Violeta Vignatti, se podrá disfrutar este fin de semana en la Escuela del Bardo, ubicada en Av. Almafuerte 104 bis. Las funciones se desarrollarán el sábado 16, a partir de las 21; y el domingo 17, desde las 19, con entrada libre y salida a la gorra.

Violeta Vignatti, actriz que protagoniza esta obra y Walter Arosteguy, director, dialogaron con MIRADOR ENTRE RÍOS para conocer en profundidad esta propuesta escénica.

–¿Qué tiene para decirnos un texto como “La gaviota” hoy?
–Violeta Vignatti: “La gaviota” habla principalmente del deseo y sus complicaciones. En un mundo que nos dice qué es lo que tenemos que hacer y cómo, nos vamos tironeando entre mandatos. Se enfrenta lo que queremos ser, con lo que alguna vez dijimos que íbamos a ser, el debería ser y, finalmente, lo que somos. Tocando el tema del deseo aparecen el amor, la vida, la muerte, el arte, la identidad.
Walter Arosteguy: “La gaviota” de Chéjov habla sobre desencuentros sobre amores, pero sobre todo del deseo. Del deseo de estos personajes que está puesto siempre en un lugar en el que al parecer no van a encontrar una satisfacción de dicho deseo sino todo lo contrario exacerban las emociones, los estados de ánimo de estos personajes, a un punto casi irrisorio de hecho era el mismo Antón Chéjov, quien clasifica a su obra “La Gaviota” como una comedia. En ese sentido hacemos nosotros un paralelo en relación a cuando uno pone el deseo en un lugar que difícilmente ese deseo pueda ser satisfecho y creemos que hoy día pasa mucho eso porque vivimos en una sociedad en la que todo el tiempo el trabajo nos aliena. Los deseos están puestos hoy día, por ejemplo, en las redes sociales, en lo material, etc…

–¿Por qué decidieron reversionar a Chéjov?
–VV: Chéjov es versátil, la mayoría de sus obras presentan sutilezas metateatrales de las que podemos sostenernos y experimentar. Sus obras se ubican en un momento histórico donde cae la aristocracia, y hay algo en sus obras, verdades que se derrumban. Es como que sus obras sucedieran entre los escombros de algo que ya no va a ser más así, que invita a la reinvención. Eso convoca.
WA: Revisitar Chejov siempre es un lindo ejercicio teatral ya que este dramaturgo hablaba mucho sobre el teatro y creo que hablar sobre el teatro en el teatro, es decir, generar meta teatralidad hoy, es un recurso más que necesario y fundamental. No sólo para quienes hacemos teatro, ya que nos permite repensarnos y repensar nuestra práctica, nuestras formas, nuestra poética, sino también para el espectador que consume teatro y televisión y cine. Las nuevas dramaturgias propuestas desde el cine y la televisión construyen entonces un espectador instruido, con la posibilidad de hacer múltiples lecturas. Entonces ofrecer un espectáculo que no sólo habla de la fábula de la gaviota de Chéjov sino que también habla del teatro que se está viendo, que se está haciendo, que se está pensando, es otro orden de organización en la dramaturgia que nos resulta indispensable para poder ofrecer un espectáculo teatral interesante.

–¿Cómo fue el proceso creativo de “Pasajera en transe perpetuo”?
–VV: Surge por el deseo de trabajar La gaviota, por los cruces personales con la obra. La puesta en escena de un unipersonal tiene que ver con un proceso de enfrentarse a una misma en escena, momento que necesitaba para correrme de comodidades, desafiarme.
WA: “Pasajera en tránsito perpetuo” surge de una relación que establecemos con Violeta, ella vive en la ciudad de Santa Fe y fue a ver una función de Pánfilos y escribió una reseña que nos compartió y que en breve va a salir en nuestro libro “Historias de bardo” (siglo XX). Ahí empezamos a relacionarnos, a conversar y coincidimos en que a ambos nos gustaba mucho “La gaviota” por los temas que aborda. El deseo, la muerte y la vida, la profesión, el amor, el desprecio y el desencuentro. Entonces empezamos a hablar y nos animamos a proponernos trabajar juntos. Empezamos a ensayar en Estudio Barnó, de la ciudad de Santa Fe, donde armamos casi todo el espectáculo. Es importante destacar que este es el primer espectáculo de Violeta, su primer unipersonal. Empezamos a trabajar a principios de marzo y realmente estamos muy contentos. Para mí, como director, es un desafío siempre trabajar con gente que no pertenece a Teatro del Bardo porque así uno puede aprender y reaprender cosas nuevas y cosas que ya sabía, así vamos construyendo esta profesión.


BREVE SINOPSIS DE LA OBRA


Violeta es una joven actriz que viaja por distintos escenarios para mostrar una versión de “La gaviota” de Chéjov que deviene en la reconstrucción errática de su identidad. Violeta es un alma vieja, una prestigiosa actriz de otro tiempo. Violeta es un recuerdo de Chéjov. Un recuerdo malogrado. Violeta es una pasajera en trance. Una mujer que entra y sale de distintos tiempos para hacer lo que desea… ¿Cuántas mujeres entran en un cuerpo?


FICHA TÉCNICA


Actúa: Violeta Vignatti
Dirige: Walter Arosteguy
Ilumina: Gabriela Trevisani
Viste: Ignacio Estigarribia
Coreografía: Ana Romero
Canto: Elisa Candioti
Diseña: Nati Hallam
Produce: Teatro del Bardo
Contacto: 3434255947