Carlos Retamal
Un muchacho de 23 años, que había sido detenido hace menos de una semana en la zona norte de Rosario, fue acusado de haber participado del ataque a tiros contra el policía Gabriel Sanabria, ocurrido a fines de mayo pasado en la zona sur y como coautor del homicidio de un joven, ocurrido la noche siguiente en el centro de la ciudad. También fue imputada una mujer como partícipe del crimen. Ambos quedaron detenidos por el plazo de ley (dos años).
Un teléfono celular fue clave para encauzar la investigación por el ataque a tiros contra el policía Gabriel Sanabria y el asesinato de Ángel Ocampo, ocurrido en una esquina del centro de Rosario, que en su momento se atribuyó a una disputa por la venta de drogas.
Así lo confirmó este lunes 18 de julio, la fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Gisela Paolicelli, tras la audiencia imputativa celebrada en el Centro de Justicia Penal de Rosario contra Sebastián C., de 23 años y Nadia M.
La audiencia comenzó con la presentación de pruebas por la balacera en la cual resultó herido Sanabria, ya que se produjo alrededor de las 2:30 del 27 de mayo, cuando el uniformado estaba junto a un compañero de la Brigada Motorizada en inmediaciones de Arijón al 400, en la zona sur de Rosario, intentando identificar a los ocupantes de un automóvil Peugeot 206. En esas circunstancias, desde el interior del rodado salieron numerosos disparos de arma de fuego que impactaron en el cuerpo del uniformado “con clara intención de darle muerte, provocándole heridas que pusieron en riesgo su vida”, señala la imputación.
Luego de la balacera, los atacantes se dan a la fuga en el Peugeot 206, que dejaron abandonado un rato más tarde a muy pocas cuadras, en la zona de Hungría y Centenario, a metros del Parque Regional Sur.
En esa zona, la policía realizó un amplio operativo de rastrillaje y logró detener a varios jóvenes e incautar 1 pistola ametralladora calibre 9 milímetros; otra de similares características, de fabricación casera; y 2 pistolas calibre 9 milímetros. Sebastián logró darse a la fuga, mientras que dos personas, un hombre y una mujer (madre del joven) fueron detenidos por encubrimiento.
El crimen en el centro También se le atribuyó a Sebastián, junto a una joven identificada como Nadia M. y una tercera persona que por el momento no está identificada, haber planificado y provocado la muerte de Ángel David Ocampo mediante disparos de armas de fuego, en la madrugada siguiente al ataque contra Sanabria.
Según se dio a conocer en la audiencia, en la tarde del 27 de mayo, Nadia mantuvo conversaciones por whatsapp con Sebastián C., en las cuales arreglaron que esa misma noche iban a atentar contra la vida de Ángel Ocampo.
Para ello, Nadia convocó al joven en una esquina del centro de Rosario. Y alrededor de las 4:30 del sábado 28, y luego de un largo intercambio de mensajes, Ocampo le avisa a Nadia M. que la está esperando en la zona de Tucumán y Dorrego.
La secuencia posterior ocurrió en pocos minutos. Sebastián C., junto a otra persona todavía no identificada, fueron en un automóvil marca Nissan a buscar a Nadia y luego los tres llegaron hasta la zona de Tucumán y Dorrego, donde uno de los ocupantes del auto le efectuó varios disparos desde muy corta distancia, los que le ocasionaron la muerte horas más tarde en el hospital de emergencias.
En el escape, y a menos de 200 metros, los homicidas chocan contra un taxi y se van del lugar a pie, dejando el auto en el que intentaron huir, que luego se comprobó que tenía pedido de secuestro por robo.
En el escape, Nadia tiró su teléfono celular en una obra en construcción, donde fue hallado por los investigadores y tras diversas pericias, resultó clave para comprender como se cometieron los dos hechos.
Sebastián C., por su parte, fue detenido en una vivienda de Gallo al 1.600, en la zona norte de Rosario, donde además se hallaron una pistola calibre 9 milímetros y otra calibre 380 auto, además de una moto Honda Wave, que contaba con pedido de secuestro activo por un hecho de robo ocurrido dos días antes en Calfulcurá al 1.300, a muy pocas cuadras del lugar del arresto.
Tras la presentación de pruebas, la fiscal Paolicelli acusó a Sebastián C. de los delitos de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y calificado por tratarse de un miembro de las fuerzas policiales en calidad de coautor; encubrimiento doblemente agravado; y tenencia de arma de fuego, todo por el ataque donde resultara herido el policía Sanabria y también fue acusado, junto a Nadia M., de los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y encubrimiento doblemente agravado.
La jueza de Primera Instancia María Isabel Mas Varela tuvo por formalizada la audiencia imputativa y dispuso la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para ambos imputados (dos años).