Lalo Falcioni


Hace tan solo tres semanas, en Rosario Central se había instalado un gran debate deportivo, político e institucional sobre qué hacer para salvar al club de una inminente debacle. Incluso se hablaba de adelantar las elecciones, que serán en octubre próximo. El proyecto que la actual dirigencia había puesto en marcha con el “Kily” González como abanderado futbolístico, se desmoronó por los malos resultados y por el clásico perdido en marzo y la llegada de Leandro Somoza había sumado más caos e incertidumbre a la complicada coyuntura canalla. Ese ciclo también se cortó a poco de haber nacido y ahí apareció la figura de Carlos Tevez como “último manotazo de ahogado”, según la opinión de la mayoría de los hinchas. A menos de un mes de todo aquello, el panorama es completamente distinto en Arroyito.

El 3 a 0 que Central logró el martes en cancha de Arsenal pagó la última deuda que le quedaba al equipo auriazul para arrancar con la cuenta en cero y con una buena proyección hacia el futuro. Después del clásico ganado a Newell's en el Gigante, que sin dudas fue el trampolín de lanzamiento de un equipo que todavía conservaba inseguridades, los futbolistas canallas dejaron atrás sus ataduras y resuelven con soltura situaciones que antes se tornaban muy complejas. Al menos es lo que se vio en el partido jugado en el Viaducto. “Así es el fútbol, todo cambia de un momento a otro”, dirían los viejos sabios del fútbol.

“El fútbol es más simple de lo que se cree. Trato de transmitirle eso a los jugadores, no sé si siempre lo consigo, pero es así”, confió Carlitos Tevez luego de la goleada a Arsenal. Lo curioso es que, dentro de esa simpleza que pregona el ex delantero de la selección, existe un escenario complejo en cuanto a las fortalezas de su equipo. Por ejemplo, no resulta habitual encontrar como goleadores de un ciclo a un arquero y a un pibito de 18 años que hasta hace muy poco jugaba en el club de su pueblo.

El arquero Gaspar Servio, autor de dos goles de penal en la goleada en Sarandí y máximo artillero canalla en este campeonato con 3 tantos -le había convertido otro por la misma vía a Sarmiento-, se refirió a la extraña situación que lo tiene como protagonista: “Los penales vienen de la confianza que me tienen el técnico y los compañeros, y por eso trato de aprovecharlo y de sumarle al grupo”, dijo.

“Le agradecí la oportunidad a Tevez de que me permitiera patearlos. Es una responsabilidad muy grande y trato de aprovecharla”, insistió Gaspar Servio. Acerca de este mismo tema, el “Apache” fue claro: “Servio es el mejor pateador de penales que hoy tenemos y por eso le damos toda la confianza”, afirmó el entrenador.

El ex portero de River, Banfield y de clubes de México y Paraguay, aseguró que Rosario Central va “paso a paso” para seguir subiendo en la tabla de posiciones en el torneo local. “Vamos paso a paso. Necesitábamos ganar y quedarnos con los tres puntos y en estos últimos partidos pudimos demostrar que estamos a la altura de lo que es Central”, destacó.

El otro gran protagonista de este revulsivo presente de Central es Alejo Véliz, el chico de 18 años que no hizo inferiores en el club canalla y que hasta hace poco tiempo jugaba en la primera de Bernardo de Irigoyen, su pueblo. El pibe que fue tapa de todos los diarios por su golazo de cabeza en el clásico, volvió a marcar en Sarandí y ahora parece imparable. “Los goles para los delanteros son importantes, pero vengo en racha y lo tengo que aprovechar”, dijo.

“Sabíamos que no nos teníamos que relajar después del clásico que nos sirvió como envión, así que ganamos estos tres puntos y ojalá sea de acá para arriba”, remató Véliz. Así es el presente de este nuevo Central de Carlitos Tevez, un equipo que hasta hace poco se caía de todas las tablas y ahora se sube a todas las peleas.