Pero un grupo de ciudadanos desinteresados, sin ninguna otra aspiración que sembrar la historia de esta ciudad carente de fundador, para que se conozca, creó en febrero de este año la Comisión 170 años Rosario Ciudad, constituida por historiadores, artistas, comerciantes, antropólogos, fotógrafos, gestores culturales, músicos, coleccionistas varios e instituciones de bien público y se pusieron a la tarea de concretar esta festividad.
¿Por qué el 5 de agosto? Porque en esa fecha, pero de 1852 es cuando la hasta entonces villa del Rosario es elevada al rango de ciudad y pasa a denominarse “Ciudad del Rosario de Santa Fe”.
¿De quién fue la iniciativa? Ni más ni menos que del director provisorio de la Confederación Argentina, general Justo José de Urquiza, quien sancionó con fuerza de ley del 3 de agosto de 1852 que a la tal Villa del Rosario del Pago de los Arroyos se le reconocería su rango de ciudad con todos sus fueros y prerrogativas.
El gobernador de la provincia era don Domingo Crespo, quien comunicó esta decisión a la Junta de Representantes de la Provincia de Santa Fe con los fundamentos de designación: no sólo que la villa estaba constituida por laboriosos habitantes que Urquiza supo valorar, sino que le sumó tres condiciones: su ubicación geográfica, su expansión en número creciente de habitantes y su activo comercio. También había tomado en cuenta los valiosísimos aportes realizados a lo largo de toda la historia por la libertad y la independencia y la creación de la bandera por parte de Manuel Belgrano.
Urquiza determinó la apertura del río Paraná a la navegación extranjera y al sancionarse la ley de derechos diferenciales para importación de mercaderías se posibilitó el comercio directo con los puertos extranjeros consolidando a la nueva ciudad de Rosario, que preveía su futuro de capital de la nación.
La Batalla de Pavón de 1861 significó el fin de la Confederación y las aspiraciones en el plano político de estructurar un estado nacional confederal separado de Buenos Aires. Rosario no fue la capital de la nación, pero siguió su destino de grandeza debido al empuje y laboriosidad de su gente.
No son tiempos fáciles los que nos toca vivir hoy, pero es en la propia historia de la antigua aldea en que se cimentan los valores que la hacen grande y los integrantes de la Comisión 170 años Rosario Ciudad consideraron un aporte valioso el hacerla conocida por todos.