Luis Verón lveron@ellitoral.com
Luego de recorrer las calles y avenidas, la caravana de vehículos oficiales y decenas de particulares, llegó al barrio Santa Teresita de San Javier, a su hogar, donde lo esperaba su familia, vecinos y un gran número de sanjavierinos que se acercó a darle la bienvenida.
Luego de reencontrase con sus afectos, Gabriel y su familia atendieron gentilmente a la prensa que allí se encontraba.
Visiblemente emocionado, Sanabria expresó: “No esperaba este recibimiento, muchas gracias a todo San Javier, porque realmente se sintió el apoyo desde que entre al pueblo, hace tres meses que estaba encerrado, esta es la primera salida que he tenido”.
“Durante este tiempo extrañé mucho a mi familia, mis amigos y lo que me pasó a mí le podría haber pasado a cualquiera de los que trabajamos afuera y cuando esté bien recuperado vuelvo a la Policía”, afirmó y los vecinos que allí estaban estallaron en aplausos.
Más adelante, el agente comentó: “Me desperté a los 33 días de haber estado en terapia intensiva y lo primero que vi fue a mi hermano, luego a mi familia y desde ese entonces que estoy recuperando las partes motrices”.
Posteriormente se dirigió a los vecinos y compañeros de trabajo que allí se encontraban para expresarle su agradecimiento.
En tanto, su madre, Carina Miranda, quien estuvo junto a su hijo desde ese fatídico día hasta hoy que regresó a San Javier, dijo a la prensa: “Fue duro, muy difícil, pero gracias al acompañamiento de la gente de mi pueblo, de Rosario, a la familia policial por el apoyo, las oraciones de todas las religiones, indiscutible el trabajo del Heca, que hicieron milagro con mi hijo y sin dudarlo la mano de Dios estuvo ahí, hoy lo tenemos vivo”.
“Él no vuelve a ser el mismo, tiene siete cirugías, cinco paros cardíacos, está operado entero, pero está parado, tiene una voluntad, unas ganas de vivir y a mi pesar decide seguir en la fuerza, hubiese preferido que venga a barrer calles, pero es su profesión. Es más, pidió en Rosario ver al jefe de la motorizada de seguir”, añadió.
Al ser consultada, cuando estuvo segura que su hijo se repondría a esta situación dijo: “Cuando Gabriel tuvo una recaída, puse todo en manos de Dios, sus compañeros hicieron un abrazo al Heca y a los dos días Gabriel era otra persona, según lo que nos comentó el médico que lo atendía, ahí fue el momento que sentí que mi hijo se iba a recuperar”.
A continuación, su padre, Fabián Sanabria, señaló: “Quiero agradecer el recibimiento que le hicieron a mi hijo, gracias a todos por sus oraciones y hoy Gabriel está vivo junto a nosotros. Fueron 55 días muy duros, él peleo mucho y gracias a lo que hicieron los médicos del Heca lo tenemos hoy. Ver tanta gente esperando a Gabriel, superó lo que me imaginaba".
Finalmente, su hermano, Vicente Sanabria, con gran alegría afirmó: “Jamás nos imaginamos que tanta gente lo iba a recibir a Gabriel, pensamos que estaba la gente del barrio nada más y luego bromeó: “Primero está San Francisco Javier y luego esta él”, refiriéndose a la multitud de sanjavierinos que fueron a darle la bienvenida y la fuerza de la oración lo ayudó mucho. “Esta situación nos unió más como familia y también a valorar el tiempo que estamos con nuestros seres queridos”, concluyó.
El efectivo de la motorizada de la Unidad Regional II continuará su recuperación en San Javier rodeados de su entorno familiar y amistades, hasta su próxima intervención quirúrgica, que ya está programada.