Por Carlos Retamal
La ciudad que alguna vez describió Fito Páez como ‘de pobres corazones’ hoy aparece en el centro de la escena como el lugar más violento del país. Al menos así lo señalan las estadísticas del mes de agosto, que reflejan que las balas siguen mandando. Con la muerte de un joven de 21 años, registrada en la noche del sábado 13, ya son 14 los homicidios registrados en el octavo mes del año 2022.
El por ahora último crimen ocurrió en el oeste rosarino. Fuentes policiales y judiciales indicaron a este diario que alrededor de las 22 del sábado, en inmediaciones de Julieta Lanteri al 2100 (ex calle 1746), del barrio Santa Lucía, ubicado al oeste de avenida Circunvalación, una seguidilla de disparos retumbó en varias calles, mientras el sonido metálico de los disparos se confundía con los escapes de vehículos que pasaban por la avenida ubicada a menos de 200 metros.
A esa hora, un joven identificado como Uriel Alejandro Cantero, de 21 años, estaba en la puerta de su vivienda cuando pasó un auto en el cual iban al menos 4 personas.
Distintas versiones recogidas por los investigadores en el lugar coincidieron en que desde el interior del auto, y sin que haya una palabra previa, partieron más de media docena de disparos contra el lugar donde estaba Uriel.
El joven recibió varios impactos en distintas partes del cuerpo y quedó tendido en el piso. Mientras los atacantes se daban a la fuga, vecinos de la zona llamaron al 911 y denunciaron la balacera y la presencia de un cuerpo tendido sobre la vereda.
Cuando llegó personal policial y médico, constató que la víctima había fallecido.
El fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Ademar Bianchini, dispuso el traslado del cuerpo al Instituto Médico Legal para que sea sometido a autopsia.
Además, ordenó al gabinete criminalístico y a la brigada de homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) que realice un relevamiento de la zona del hecho, levantamiento de rastros y toma de testimonios a vecinos y personas que puedan aportar datos de lo ocurrido.
En el lugar, los investigadores secuestraron 6 vainas servidas y un plomo deformado, que fueron enviadas a peritar. Entre las medidas que se llevan adelante está el relevamiento de cámaras de seguridad en la zona, para ver si hay imágenes que permitan dar con los autores del fatal ataque.
En base a datos propios y al informe que genera en forma periódica la Dirección de Política Criminal de la Secretaría de Política Criminal y Derechos Humanos – Fiscalía General, la Subsecretaría del Observatorio de Seguridad Pública y la Subsecretaría de Prevención y Control Urbano del Ministerio de Seguridad, en agosto ya se llevan contabilizados 14 asesinatos en 13 días, uno cada 22 horas, y un total de 177 en lo que va del año en el departamento, que equivale a uno cada 30 horas.