Caramelos surtidos
Los campeones de Rosario: básquet para chicos con discapacidad
Inspirado en la película española “Los Campeones”, Maximiliano Aquino emprendió el proyecto Caramelos Surtidos en el Club Social Fisherton. Mirador Provincial presenció un entrenamiento de una de las pocas escuelas del país.
Rodrigo Sánchez
La energía se sintió ni bien ingresamos al club. Observar la alegría con la que chicos con discapacidad cognitiva o física compartían el mismo espacio lejos de cualquier ruido, fue una caricia al alma. Ellos demuestran a cada instante que nada es imposible. Que todo está en el querer y poder. Pican la pelota con ambas manos, lanzan al aro, realizan ejercicios de coordinación y siempre con la sonrisa de oreja a oreja.
Mirador Provincial fue testigo de un entrenamiento de básquet distinto a lo que se observa habitualmente. Porque era con chicos con diferentes discapacidades, aquellos que en Rosario y la zona, no tienen la posibilidad de compartir con sus pares un momento de distracción y felicidad. En el Club Social Fisherton, el entrenador Maximiliano Aquino desde hace un par de años arrancó con un sueño que quiso llamar “Caramelos surtidos”. Con respecto a esto, el DT dijo; “Observé que en la transición a la etapa de intermedia los chicos quedaban un poco marginados más allá de que los profes intentaban darle cierta contención. Creo que el club de barrio es ideal para eso. Entonces viendo que había otros proyectos en el país y que otros profes generaban estos espacios, traté de replicarlo acá en Rosario”.
A su vez, hubo otra cosa que también provocó la apertura del espacio y Aquino al respecto esbozó; “también me inspiré un poco en la película “Los campeones” (N de la R: Comedia dramática del 2018. La película está inspirada en la historia del equipo de baloncesto Aderes Burjassot, formado por personas con discapacidad intelectual, que ganó doce campeonatos de España entre 1999 y 2014) . Siendo que tenía chicos con alguna discapacidad, traté de armar algo para que ellos se sientan bien contenidos tanto social, como física, lúdica y terapéuticamente por las ventajas que tiene el básquet como deporte”.
El nacimiento del nombre “Caramelos surtidos” surgió luego de una charla entre Maxi Aquino y su pareja. Ya que un día decidieron buscar algo que quiera decir mucho, que resulte simpático y que represente varias cosas. “El hecho de que una persona con un puñado de caramelos lo hace felíz, representa diversidad, humildad y generosidad. Es por esto que surgió ese nombre” Y además agregó; “También uno en la infancia con un puñado de esta golosina se mostraba alegre automáticamente. Con este nombre, tratamos de decir todas esas cosas y que a la vez resulte simpático y llamativo”
Siendo que este deseo comenzó antes de la pandemia, cuando llegó el cierre total de las actividades, el proyecto se vio frenado por una cuestión a la que todos hemos conocido y pasado. Aquino, le contó a
MP que “En un principio eran cuatro jugadores, pero de a apoco se fueron sumando y hoy ya son quince. Siempre se trata de ir sumando. Es verdad que, como a todos, la pandemia nos tocó duro, pero nos pudimos acomodar bastante bien”.
En otra índole de cosas, se tocó el tema del apoyo o no de entidades importantes. A lo que el entrenador y jefe del proyecto Caramelos Surtidos manifestó: “Hemos notado mucha indiferencia tanto de la Asociación Rosarina como de la Federación Santafesina. Pero bueno, esa
falta de interés que a veces molesta. Entiendo que tranquilamente se podría ayudar con un poco de buena voluntad y así alivianar algo el trabajo nuestro. Sobre todo, para perfeccionarlo y que sea lo más positivo para todos” Y a su vez Aquino agregó; “Pero esa indiferencia se
compensa con la buena onda y predisposición de gente que está haciendo lo mismo en el país, con la familia de los jugadores y con amigos. Nosotros tratamos de seguir creciendo, a paso lento, pero constante”.
Lamentablemente en la Argentina hay pocos clubes con actividad para los chicos y chicas con discapacidad. De hecho, recién en julio de este año, el equipo pudo jugar su primer partido amistoso, y fue en Gálvez ante Santa Paula, donde vivieron una increíble jornada. Lo contrario pasa en otras partes del mundo, donde está muy fomentado el deporte con discapacidad. Es por eso que
MP le consultó a Maximiliano Aquino cómo hizo para encontrar el espacio, y éste enfatizó; “Acá había muchos chicos que no tenían lugar. Me empecé a dar cuenta cuando daba básquet a los hermanos más pequeños los cuales no tenían ninguna discapacidad. Notaba que los que sí tenían alguna no encontraban su espacio, porque además todos ellos son adultos y no podés ponerlo con chicos menores por una cuestión de diferencia física”.
Por otro lado, vale destacar que el proyecto se banca con el aporte mensual de los familiares de aquellos que pueden. Porque se sabe que hay realidades distintas, entonces las familias que no pueden solventar el gasto, le buscan la vuelta ya que la intención con esto es que los chicos tengan su espacio y que entre todos sigan creciendo. Además, tienen la escuelita en el Club Social Fisherton y hacen lo que generalmente buscan los grupos que tienen que recaudar fondos, que es vender pizzas u otras cosas para solventar los gastos.
Ya en el cierre de la charla, Aquino dijo: “Acá nosotros siempre vamos a estar dispuestos a recibir gente para seguir sumando. Me gustaría que algunos otros profes de la ciudad o instituciones de la región traten de replicar el proyecto y así todos vamos a poder generar más espacios y compartir mucho más. Porque Rosario es una ciudad grande y estaría bueno armar un circuito para poder relacionarnos con otros equipos”.
El partido y un show imperdible Luego de realizar la práctica tradicional donde realizan actividades con conos, con aros plásticos grandes en el suelo para coordinar, con lanzamientos al aro y otras cosas, se vino el gran partido para el final del entrenamiento. Donde ellos más se divierten. El profe Maxi los va siguiendo y permanentemente les remarca la palabra “compartan” para que se pasen la pelota, y cuando en dos ataques seguidos el amigo Lucio la tiró ambas veces, el DT metió la mano por debajo del aro y le sacó su doble. Automáticamente, Lucio paró la práctica. Agarró el balón bajo su brazo derecho, se fue sobre “la mesa de control” dibujó con sus dedos el televisor para “revisar” mediante el VAR su jugada. Obviamente convalidó sus dos puntos y además hizo el gesto de tarjeta para su entrenador. Acción que causó gracia ante los observadores de la práctica. Luego siguieron un rato más hasta el pitazo final. Allí posaron para la foto de
Mirador Provincial y luego hicieron el tradicional hurra.