Nuevo servicio en Paraná
Trenes: una historia de olvido y resurgimiento
Con el paso del tiempo, las nuevas formas de movilidad fueron desplazando a la locomotora que, sin embargo, no desaparecieron y se encuentran en remontada. En Paraná, en los próximos días, se comenzará a implementar el nuevo recorrido hasta La Picada con un valor de tres pesos. En la capital provincial también se encuentra en remodelación la estación ubicada en bulevar Racedo, en una zona marcada por estilos coloniales.
Nicolás García redaccion-er@miradorprovincial.com
El tren marcó una época en la historia argentina y fue parte protagonista en el crecimiento de la Nación. Resistente al paso del tiempo, este tipo de transporte supo dar pelea ante los nuevos vehículos y a pesar de ser vapuleado por distintas políticas que los dejaron en uno de los escalones más bajos, no desaparecieron y en la actualidad se encuentran en plena remontada. No es nuevo decir que la diferencia económica entre el servicio de trenes de pasajeros es abismal en comparación con, por dar un ejemplo similar, el transporte de colectivos, pero no debemos olvidar que es así.
Algo de poético esconde el sonido característico del tren, la campana de llamada, la bocina anunciando la partida o la puntualidad de llegada y salida. El paso de una formación llama la atención y provoca que nuestros ojos se vayan en eso y que la imaginación nos lleve a lugares y tiempos que no vivimos pero que conocemos. En su interior, el tiempo pasa lento y el horizonte parece nunca cambiar ni en lo más mínimo, pero sin notarlo se va llegando a destino. Un destino que muchas veces es en el medio de la nada o un pueblo de pocas casas.
Vaivenes
Es que el tren, con el paso de la historia, fue creador de nuevos lugares, nuevas relaciones, recuerdos y el comienzo de grandes ciudades que luego, poco a poco, lo fueron desplazando por nuevas formas de movilidad.
En nuestro país los ramales eran muy extensos y se dividían entre distintas líneas que recorrían todo el territorio, siendo la mayor concentración de rieles la provincia de Buenos Aires. Para las primeras décadas del siglo XX, la extensión de líneas férreas conformaba un total de 42.650 kilómetros y para mediados del siglo alcanzó los 47.500 kilómetros. Sin embargo, debido al énfasis puesto en el transporte automotor, el desmantelamiento de rieles y la falta de políticas nacionales al respecto fueron disminuyendo en extensión y en la actualidad cuenta con 36.928 kilómetros de los cuales no todos están en buenas condiciones.
En la capital provincial
En Paraná, al sur del centro cívico se encuentra un imponente edificio de estilo colonial casi olvidado por los habitantes de la ciudad. Sobre los adoquines de antaño del bulevar Eduardo Racedo se ubica la estación de trenes que perteneció al Ferrocarril General Urquiza y que en sus mejores años conectaba a distintas ciudades entrerrianas y también llegaba a Buenos Aires. Sin embargo, como ocurrió en todo el país, los servicios fueron disminuyendo durante la década de 1990 hasta que en 2009 y luego de 18 años sin el paso del tren en Paraná, se realizó un viaje de prueba y al siguiente año se recuperó el servicio que unía Paraná con Concepción del Uruguay, el cual funcionó hasta 2016.
Hoy en día, el único servicio funcional en la capital provincial es el que une la estación de trenes de Paraná con el apeadero de Colonia Avellaneda y es operado por la empresa estatal Trenes Argentinos. Este recorrido es utilizado por decenas de personas que por trabajo, educación o recreación deben circular entre ambos municipios o alguna de las ocho paradas intermedias con las que cuenta el servicio.
Según Juan Carlos Stickel, coordinador operativo de la regional Entre Ríos de Trenes Argentinos, en Paraná todo está “dentro de los carriles normales” y se cuenta con dos formaciones en servicio.
Por otro lado, en el último tiempo se comenzó a condicionar el tramo que une Colonia Avellaneda con la Estación Berduc en el ejido de La Picada. Según Stickel, este nuevo servicio “surge por la demanda de las escuelas que se encuentran en la zona, la Escuela de Educación Integral N° 1 Zulema Embon y la Escuela Normal Rural Almafuerte, los presidentes municipales y las distintas juntas de gobierno”, por donde pasan las vías férreas.
En cuanto al acondicionamiento del trazado, Stickel dijo que “la vía hace 30 años no se usaba, estaba cubierta de maleza, se debieron cambiar algunos durmientes y se construyó un nuevo apeadero”.
El servicio estará en circulación en los próximos días y el precio del pasaje será de tres pesos ($3).
Puesta en valor
La estación, rodeada por palmeras y enormes árboles de muchos años de antigüedad, sufrió con el paso de los años un gran deterioro tanto en el exterior como en su interior. Es por eso que desde mayo de este año se encuentra en plena remodelación a través de fondos del Estado Nacional.
En el edificio, que ya tiene 135 años desde su fundación, se realizan trabajos de puesta en valor, tales como pintura, instalaciones eléctricas y sanitarias. De esta manera se busca que el lugar vuelva a tomar una dimensión e importancia similar a la de sus mejores años.
La zona, llena de historia argentina y cuenta a su alrededor con edificaciones coloniales propias de finales de siglo XIX y principios del XX, cada vez es más absorbida por la época que nos atraviesa, quedando lejos en el recuerdo social y apareciendo como un escape hacia otros años.
El sonido de la campana del edificio es un bastión de prácticas rituales de décadas pasadas y la puntualidad que caracteriza a los trenes es algo que no se encuentra con facilidad, pero que con el nuevo servicio en Paraná se buscará defender para que todo marche sobre rieles.