Gisela Mesa
Una gran producción de 40 artistas en escena y una puesta en escena deslumbrante llega a la ciudad de la mano de Formarte, vuelve Éxodo, la gran epopeya argentina. La cita será el sábado 17 de septiembre 21hs y el domingo 18 de Septiembre 20 hs en el Teatro Astengo (Mitre 754).
Vuelve la gran producción de Formarte, el musical de Mariano Olivieri y Pablo Read. Éxodo cuenta la historia más épica de nuestra historia, sobre el despertar de pertenencia a la Patria, la Libertad, y la Revolución, que sin dudas, impacta y emociona hasta las lágrimas. Mirador Provincial charló con Mariano Olivieri, donde nos habla de cómo se preparó esta gran producción.
-¿Cómo se llevó a cabo esta brillante puesta teatral y musical? -Es un proyecto enorme. Entre los actores, técnicos y artistas somos más de 60 personas. Eso nos obligó a planificar en detalle todo; desde la cantidad de ensayos hasta las fechas en las que teníamos que ir cerrando cada etapa del proceso: pre-producción, inicio de ensayos, primer ensayo general, ensayos con vestuario, grabación de luces, etcétera.
Eso ayudó mucho a no perder el eje, a no enquilombarnos. Y como consecuencias de esa planificación pudimos trabajar con tranquilidad y enfocados en el objetivo. Fueron meses de pura creatividad y de una entrega total de parte de todo el grupo. El resultado es una producción emocionante, visualmente contundente.
-¿Cómo surge la idea de realizar este proyecto? ¿Cuánto tiempo de preparación les llevó? -La idea se me ocurrió viendo una función de Pichincha, estaba sentado al final de la platea en la consola, de pronto dos personas del público se levantaron y corrieron hacia afuera de la sala, la gente los miraba y comentaba generándoles una incomodidad tremenda. Recuerdo que pensé: Qué pasaría si de pronto los actores bajan del escenario y continúan la función en el pasillo de platea. Que fuerte sería esa imagen de una multitud de personajes haciendo una escena tan cerca del público, fuera del espacio escénico. Por algún motivo pensé que una historia como el Éxodo donde los personajes emprenden su marcha dejando su pueblo atrás “tendrían” que bajar del escenario y salir por platea.
Fue un pensamiento inconexo surgido a partir de esos dos espectadores que “huían” de la sala, pero al día siguiente la idea seguía rondándome en la cabeza. Recuerdo que vi un par de documentales, reconozco que no conocía a fondo esta historia, y me fascinó. El sacrificio de todo un pueblo que dejaba atrás su tierra para defender una patria que recién había nacido, muchos de ellos desconociendo incluso qué significaba pertenecer a una nación. Y todo fue gracias a la convicción de Belgrano que logró hacerlos sentir parte de algo nuevo bajo los colores de una bandera.
¡Mirá que historia para contar y dar a conocer al público! Lo increíble del caso fue que surgió a partir de la visión de un grupo de actores bajando del escenario y saliendo de la sala por la platea.
-¿Cómo se logra remontar a un 23 de agosto de 1812 al pueblo argentino del 2022? -¡Desde la emoción, sin duda! La música de Pablo Read, la escenografía de Victoria Faerman y el vestuario de Julieta Masuelli. El espectador va a verse inmerso en ese mundo de hace 210 años atrás. Después irá descubriendo la historia que rescata valores que muchas veces sentimos hoy tan lejanos, la patria, el amor por la tierra donde vivo y donde han vivido mis ancestros. El sacrificio individual por el bien común, la lucha por las convicciones personales, el amor incondicional por los tuyos ya sean familia, amigos o compatriotas. Es muy fuerte lo que pasa en esta obra. Hay lágrimas, pero de alegría, de emoción
-¿Cómo interpela esta obra en el público? -A partir de lo que contaba antes, la obra despierta sentimientos muy profundos, muy humanos, pero a la vez muy alejado de la manera que tenemos hoy de concebir la idea de una nación que hay que construir día a día. El rescatar el trabajo colectivo en beneficio del prójimo, lo que hizo ese pueblo por su nación hizo que gracias a eso hoy tengamos patria. Sin el éxodo probablemente nuestras fronteras nortes terminarían en el litoral o quién sabe si el país hubiera seguido existiendo.
Tal vez parezca exagerado, pero cuando vez la obra te juro que es así. A nosotros, a mi como director y autor y a los intérpretes nos interpela cada día que la ensayamos. Nos llega como si la estuviéramos descubriendo por primera vez; no hay día que no nos emocionemos. Entonces, creo que estas emociones profundas que te mencionaba antes harán despertar en el público sentimientos de orgullo, de nostalgia, de rescatar valores que por nuestro estilo de vida actual no suelen estar tan a flor de piel. Es una obra que cuenta una historia épica llevada a cabo por un grupo de personas que decidieron dar la vida para que hoy tengamos patria.