Daniel Domínguez


Apenas tres triunfos en los últimos diez años. Esos son los números de Newell's ante Arsenal en el pasado cercano. El elenco del Parque Independencia enfrentará mañana al de Sarandí desde las 16.30 en el Coloso Marcelo Bielsa con la intención de sortear a un rival que siempre le fue incómodo.

Los dirigidos por Adrián Coria vienen de vencer a Unión y cortaron la racha de dos derrotas consecutivas. El calendario argentino no da respiro y no hay demasiado tiempo para festejar. Y si encima enfrente está un elenco de esos que no son bienvenidos, la cosa se torna más compleja.

Arsenal no viene cumpliendo una buena campaña y está comprometido con los promedios, dos componentes que lo hacen indescifrable. Los de Leonardo Carol Madelón tuvieron producciones muy destacadas, ganándole a Atlético Tucumán por 3-1 o los empates ante San Lorenzo y River, pero a lo largo de la temporada no pudieron encontrar una regularidad y empataron más de diez partidos.

El juego de Newell's no permite tampoco una claridad a la hora de analizar la superioridad que marcan los números de la tabla de posiciones y en el último encuentro como local, contra Sarmiento, los rojinegros no le encontraron la vuelta a un planteo que puede ser similar con el que chocarán mañana y perdieron 1-0.

Así como los objetivos deportivos son distintos, la búsqueda de la identidad de uno y otro también.

La Lepra hace tiempo que viene deambulando entre los resabios de todo lo que pasó con la salida del Tata Martino y sus sucesores que intentaron copiar el estilo, mezclados con DT que se pusieron el overol para sacar puntos y zafar el descenso, mientras que los del Viaducto fueron, son y serán, ese equipo que se defiende habitualmente sin pelota para salir de contra largo o asociado y lastimar al rival. Sin brillo, pero con claridad. Algo que le viene faltando a los del Parque.

Desde la salida de Javier Sanguinetti, Newell's está en una montaña rusa. No se sabe cuál es el rumbo concreto del modelo institucional que quiere llevar a cabo el presidente Ignacio Astore, así como tampoco la política deportiva en cuanto al estilo de juego, futbolistas y entrenadores.

Entonces, en este presente, aparecen tres personas que habían sido contratadas para ser coordinadores de inferiores (Coria, Gustavo Tognarelli y Ariel Palena) conduciendo primera con dos ayudantes como Rodolfo Aquino que, a su vez, era ayudante en reserva (fue él y no el DT principal Adrián Taffarel) y Daniel Faggiani que había llegado de la mano de Lucas Bernardi cuando este era Director Deportivo y se quedó en el club sin puesto definido hasta este interinato en el plantel superior.

Claramente todo esto se traslada a los resultados y los rojinegros vienen intercalando derrotas y victorias por igual. Por ejemplo, en el final del ciclo de Sanguinetti se dieron dos derrotas consecutivas que determinaron su salida, llegaron tres victorias consecutivas ya con el triunvirato, otra vez dos derrotas en fila y ahora la reciente alegría en Santa Fe ante Unión.

Para el encuentro de mañana el cuerpo técnico deberá resolver si mete mano en el equipo o sostiene el once, aunque por la sucesión de partidos y el mal estado físico del plantel, la primera opción parece como la más factible.

Ramiro Sordo fue reemplazado en el entretiempo en el 15 de Abril y podría dejar el once para que su lugar lo ocupe Francisco González o Juan Garro, ambos piezas de recambio el último viernes.

Además, Julián Fernández de flojo presente podría entrar por Cristian Ferreira que no le encuentra la vuelta a su estadía en Rosario.

El ingreso de Fernández le permitiría a Pablo Pérez jugar unos metros más adelantado y llegar libre para generar mayor peso ofensivo, algo necesario en este equipo que llega poco y, de local, le cuesta imponerse.

Una probable formación para mañana sería con: Lautaro Morales, Tomás Jacob, Cristian Lema, Gustavo Velázquez y Martín Luciano; Armando Méndez, Juan Sforza, Fernández y Pérez; Garro o González y Juan Manuel García.

El juego de Newell's no permite tampoco una claridad a la hora de analizar la superioridad que marcan los números de la tabla de posiciones

Para el próximo encuentro el cuerpo técnico deberá resolver si mete mano en el equipo o sostiene el once, aunque por la sucesión de partidos y el mal estado físico del plantel, la primera opción parece como la más factible.