Poeta y artista plástica

Beatriz Vallejos: homenajes en Rosario en el centenario de su nacimiento

 


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Lucía Dozo


Este año se cumple el centenario del nacimiento de Beatriz Vallejos (Santa Fe, 1922 - Rosario, 2007), quien será homenajeada en el Festival Internacional de Poesía de Rosario. El 30º FIPR se llevará a cabo entre el 20 y el 22 de octubre, organizado por la Municipalidad, Cultura de la Provincia y el Centro Cultural Parque España; su sede central será la Biblioteca Argentina Dr. Juan Álvarez. También fue recordada en la reciente Feria del Libro realizada en el Centro Cultural Fontanarrosa, en una mesa integrada por Marina Maggi, Irina Garbatzky, Pablo Serr y Vicky Lovell.

La vida de Vallejos transcurrió entre Santa Fe, Rosario y San José del Rincón, lugar este último donde están fechados muchos de sus poemas. Publicó su primer libro en 1945 y en la década de 1960 desarrolló su actividad como laquista, exponiendo obras en galerías, salones y museos de distintas ciudades del país. En 1980, Ediciones Colmegna, de Santa Fe, reunió gran parte de su poesía en El collar de arena, volumen que reeditaron en 2012 la Editorial Municipal de Rosario y Ediciones de la Universidad Nacional del Litoral, que lo ampliaron con libros publicados posteriormente y con textos inéditos o de publicación dispersa. Al cabo de una trayectoria literaria que abarcó seis décadas, Beatriz Vallejos finalmente es reconocida como uno de los grandes nombres de la poesía del Litoral.

Arte y poesía

La creación poética de Vallejos se inicia en 1945 con Alborada del canto –con ilustraciones de Leónidas Gambartes–, al que continúan varios volúmenes de poemas, entre ellos: Cerca pasa el río, La rama del ceibo, Pequeñas azucenas en el patio de marzo, Está de ceibo la sombra del timbó, Lectura en el bambú y Del río de Heráclito, entre otros, obra reunida en El collar de arena.

En la década de 1960, Vallejos realizó actividades diversas, por ejemplo, dictó conferencias sobre temas folclóricos y también llevó a cabo una intensa producción como laquista, exponiendo sus obras en Rosario, Santa Fe, Buenos Aires y Corrientes. Esas obras como laquista –fue discípula del imaginero chileno Carlos Valdés Mujica– se apoyaron en materiales ligados con el paisaje del Litoral: maderas isleñas, resinas y pigmentos naturales, nácar de caracoles y espinas de peces de río. Desde 1962 realizó numerosas exposiciones, participó cuatro veces en el Salón de Arte Moderno del Museo Castagnino y también integró una muestra junto a plásticos como Carlos Uriarte, Ricardo Supisiche, Leónidas Gambartes, Eduardo Barnes y Mele Bruniard, que le valió en 1969 el siguiente comentario crítico en el diario Clarín: “Beatriz Vallejos es una artista sensible que ha logrado aunar la apasionante técnica oriental de los laquistas con el sentido moderno de la interpretación del aspecto visual del universo. Lo más sorprendente de esta muestra es ver cómo, en ese tipo de visión que entronca con la abstracción, aflora el espíritu de su litoral a través de un hálito en que están mezclados el color y el aire, el clima y alguna leve referencia a esas costas de Santa Fe que tan bien conocemos a través de otros artistas como Supisiche, Matías Molinas y García Carrera”.

En cuanto a sus variadas lecturas, se destacan las de poetas chinos clásicos de la dinastía Tang y las de los fundamentos de la filosofía Zen. Prologó un trabajo sobre el Zen en la literatura y la pintura, ya en una faceta ensayística de su trabajo. Su voz poética fue vinculada con la poesía oriental. La crítica además ha relacionado su obra con la de Juan L. Ortiz, a quien la autora dedicó el poema “Quinta del zorzal” en el libro Del río de Heráclito.

Sobre su poesía ha escrito el poeta Raúl Gustavo Aguirre: “Alguna vez estuvimos tentados de proponer la existencia de un tono, de una manera de decir, de una entidad estilística, en suma, propia de los poetas de nuestro Litoral. La transparencia, la quietud, la leve luminosidad de los paisajes, la suavidad de los matices, la libertad de los espacios, cierta condición acuática, prevaleciendo sobre otros rasgos, y que les confiere por una parte la permanencia sutil del reflejo, de la imagen especular, pero por otra la sensación de presencia transitoria, brevísima, que produce siempre lo que fluye, nos tentaron a conjeturar una hipótesis semejante. Como quiera que fuere, lo cierto es que en los poemas de Beatriz Vallejos se dan estos rasgos”.

Otros homenajes y reconocimientos

En la provincia, el Plan Nacional de Lecturas Santa Fe realizó en el mes de mayo un conversatorio virtual titulado “Una palabra me sostiene”, a través del Ministerio de Educación provincial. En el mismo participaron los hijos de Vallejos, Elena y Rubén Rigatuso, y Graciela Zarza, una de las impulsoras de los homenajes que se realizan en San José del Rincón, siempre en el marco del centenario de la autora. Participó además como invitada María Teresa Andruetto, cuyo libro Beatriz (dedicado a Vallejos) fue publicado por la editorial cordobesa Viento de fondo con el título Rembrandt/Beatriz.

En el prólogo, la autora cordobesa señala que el libro “fue escrito a partir de dos visitas a la poeta santafesina Beatriz Vallejos y del encuentro –unos diez años anterior– con su poesía. La primera visita, hacia noviembre de 2001, en su casa de San José del Rincón, con recuerdos de artistas plásticos santafesinos –sus amigos– de la movida cultural de los sesenta, más un jardín frondoso con
bosquecito de bambúes incluido, más calles arenadas de pueblo y la deslumbrante proximidad del Paraná o, mejor, de uno de sus brazos, el Ubajay. La segunda, en octubre de 2004, al pequeño departamento de Rosario al que la llevaron porque ya no podía vivir sola. A todo lo cual precede, en diez años por lo menos, el encuentro con su poesía –que provocó todo el resto– y después, de un modo epistolar, con su persona, a través de los breves escritos compartidos, en su caso al dorso de fotografías de lacas, actividad cuya factura en algún momento empezó a ocupar el lugar de la poesía. Después de muchos titubeos, decidí titular el poema con su nombre, Beatriz, ese nombre que tanto significa en la literatura de Occidente”.

El Plan Provincial de Lecturas Santa Fe también incluyó poemas de Vallejos dentro de los contenidos del Cuaderno Pedagógico Nº 3 de Educación Inicial de 2021. Ya en 2022, su obra estuvo presente en el taller Mujeres que abrazan con palabras que se desarrolló en bibliotecas populares, centros de salud y otros espacios comunitarios de diferentes localidades de la provincia. Finalmente, en talleres para mediadores de lectura del ciclo “De poesía somos” se incluyó el abordaje del universo poético de Vallejos, en diálogo con otras autoras incluidas en la colección del PNL Leer abre mundos, distribuida en escuelas públicas de todo el país.



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