Nobleza obliga. Además de Tobías Giorgis, hubo otro santafesino, que también obtuvo tres medallas en los Juegos Suramericanos Asunción 2022. Un experto en competiciones polideportivas que consiguió tres preseas en Paraguay con los colores albicelestes. Él es Robertino Pezzota, rosarino de 39 años.

Pezzota cosechó dos bronces en singles masculino y dobles masculino de squash. Además fue campeón y medalla de oro con el equipo masculino. Este logro le permitió al seleccionado nacional de ese deporte clasificar directamente a los Juegos Panamericanos 2023 a realizarse en Santiago, Chile.

Robertino se radicó en Santiago de Compostela, España. Allí hay una academia de su disciplina adonde ocurren algunos de los mejores jugadores del mundo. Tiempo atrás, había viajado a Italia para obtener el pasaporte de ese país y poder residir libremente en la Unión Europea.

El jugador de squash habló con Mirador Provincial sobre la competencia en la capital paraguaya y sobre su actualidad viviendo en Galicia: “El balance (de Asunción 2022) es recontra positivo. Fui con muy poca preparación, pero en el campeonato individual me fue muy bien. Le gané al número 1 de Brasil (Guilherme Farnezi De Melo), que era el candidato del torneo. Después en la semifinal perdí 3-2 con el número 1 del cuadro que es un colombiano (Ronald Palomino) que también está dentro de los 80 mejores del mundo. Muy sorprendido por cómo jugué, por cómo me respondió el físico”. “Muy contento por la medalla de dobles, esa quizás con una mejor preparación. Los dos jugadores que jugamos somos fuertes y sacamos buenos resultados (su compañero fue Jeremías Azaña). Faltaron el número 1 de Colombia (Miguel Rodríguez) que está dentro de los 10 mejores del mundo y el número 1 de Perú (Diego Elías) también”. El atleta ya tiene como objetivo Santiago 2023, que serán sus quintos y últimos juegos panamericanos. “Pensé que no iba a llegar por el tema de la edad. Haré todo el esfuerzo posible para llegar”, agregó.

Elogió la organización de los sudamericanos en el país vecino: “La organización en Paraguay fue alucinante, espectacular. Había jugadores de hockey, de básquet que decían que era mejor que un juego olímpico. Fue increíble el trato de los voluntarios, la comida, los traslados. Fue espectacular”.

En estas semanas, se instaló en otro Santiago, el del noroeste español. “Estoy como entrenador y también como jugador -comentó-. Entreno a la tarde a un grupo de chicos, pero después entreno a la mañana y a la tarde. El entrenamiento es fuerte. La academia (Squash Santiago) es muy grande. Es como la de Nadal en el tenis. Vienen de todas partes del mundo. Hay gente de Ucrania, República Checa, Colombia, Estados Unidos, Australia, India, Bulgaria. Está lleno de jugadores”.

Pese a ser ya un veterano, aseguró que siempre hay tiempo para mejorar: “Es importantísimo seguir aprendiendo. En mi caso, sé que me faltan cosas, que todavía no llegué a mi techo”.

Pezzota habló también del squash en Rosario: “Me gustaría devolverle al deporte todo lo que me dio. Como entrenador, ayudando a que el deporte crezca. Como jugador siempre traté de que el deporte crezca. No me ayudaron mucho. No contábamos con buenas instalaciones, no había una asociación, la gente mostraba muy poco interés por el deporte. Necesitamos ayuda de los dirigentes, de los políticos, que haya instalaciones deportivas buenas. Ahí podría volver con un buen proyecto. Me gustaría estar en un sector ayudando a todos los deportes. No sólo al squash”.

En el mediano plazo, la posibilidad de ser preparador de jugadores también existe. “En Francia (el squash) está muy popular y necesitan entrenadores. A futuro lo analizaré”. Por ahora, la gran meta para Robertino son los Juegos Panamericanos 2023. A los que llegará con 40 años.