Desde que a fines del año pasado se anunció que la tarjeta SUBE llegaría en 2022 a Rosario, desde el Concejo se viene realizando un seguimiento para conocer cómo será la transición para ir dejando de utilizar la tarjeta municipal Movi, sin afectar a los usuarios.
Ahora, que, finalmente, Nación anunció que quiere que esté “funcionando” cuando comiencen las clases el año que viene, habrá 120 días para aceitar el nuevo sistema en la ciudad.
“Queremos comenzar el ciclo lectivo 2023 con la tarjeta SUBE en funcionamiento”, afirmó a Mirador Provincial el secretario de Transporte nacional, Diego Giuliano.
Y señaló: “Cuando con Alexis Guerrera (Ministro de Transporte de Nación) decidimos extender el beneficio de la SUBE a todo el país, haciendo que los descuentos a Jubilados y pensionados, beneficiarios de Anses, ex combatientes de Malvinas y trabajadores y trabajadoras domésticas, algo que antes solo sucedía en el AMBA, se generó un pedido de muchas ciudades. Hoy vamos por la localidad 56 de extensión de la tarjeta”.
Giuliano también contó que en Rosario el beneficio de la SUBE “alcanzará los 2 mil millones de pesos anuales”.
El arribo del nuevo sistema se enmarca en un contexto en el que el sistema de Transporte en la ciudad está atravesando una crisis sin precedentes. Por eso el arribo del nuevo plástico nacional atraería más subsidios para este sector que viene económicamente muy estresado desde que estalló la pandemia en 2020.
El gobierno nacional quiere avanzar en la implementación de la tarjeta en todo el país. Esto significaría que el subsidio al transporte del interior vaya directamente al pasajero y pasajera.
Sistema
A partir de la firma del convenio, “sabemos que tenemos cuatro meses para que la tarjeta esté 100% operativa. Hay que instalar 700 canceladoras, una por cada colectivo funcionando. Siendo optimistas tenemos que suponer que, en el mes de marzo, cuando vuelvan las clases, vamos a tener todas estas unidades en el sistema”, indicó a Mirador Provincial el concejal macrista, Carlos Cardozo, y también vicepresidente del Ente de la Movilidad de Rosario (EMR).
“Este fue el punto más complicado, porque era la inversión más fuerte que había que hacer. La mayor parte se hace cargo la nación y el resto el municipio”, agregó.
Hoy por hoy la red de carga de la SUBE en Rosario es “bastante precaria”, porque solo abastece a las personas que usan el servicio interurbano, es decir “hay pocas bocas”, y son algunos kioscos y mini mercados.
“Va a ser necesario instalar en algunos puntos las máquinas de autoservicio, como las que funcionan en las estaciones de subte de la Ciudad de Buenos Aires, los distintos Distritos de la ciudad, espacios de acceso público como, por ejemplo, terminal de colectivos, estación de trenes y lugares claves”, señaló el concejal.
También, hay un tema que alguna vez se propuso para la tarjeta MOVI y que, hoy, “podría servir para la SUBE”. Las estaciones de servicio, que muchas están abiertas las 24 horas, “tendrían que ser puestos de recarga, porque sino vamos a padecer lo mismo que nos pasa con la MOVI”, concluyó.
Sube: los canales
La tarjeta SUBE incluye todos los beneficios de la tarifa social, como el 55% de descuento en el boleto para empleadas domésticas, jubilados y pensionados; estudiantes del programa “Progresar”, beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, veteranos de Malvinas y a monotributistas sociales, entre otros.
De este modo la tarjeta SUBE subsidia a los usuarios del transporte que más lo necesitan y no a las empresas que prestan el servicio.
A su vez, el sistema de la tarjeta la SUBE brinda datos precisos sobre la cantidad de pasajeros transportados y los kilómetros recorridos en base a los cuales se calcula la distribución de fondos nacionales a las diferentes jurisdicciones, un proceso que implicará una mayor transparencia.