Juan Franco


Sobre el mediodía del miércoles 9 se desarrolló la reunión prevista en la sede del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde la delegación sureña compuesta por el senador Lisandro Enrico; los intendentes de Venado Tuerto, Leonel Chiarella, de Firmat, Leonel Maximino y de Rufino, Natalio Lattanzi; el presidente de la Comisión Plan Autopista, Ovidio Butani; y los diputados nacionales Victoria Tejeda (UCR), Enrique Estévez (PS) y José Nuñez (PRO), fueron recibidos por el gerente ejecutivo de Vialidad Nacional, Federico Stiz, y no por el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, como se había acordado, ni tampoco por el director nacional de Vialidad, Gustavo Arrieta, como se hubiera esperado en su reemplazo.

El faltazo de Katopodis llamó la atención de los viajeros, y no les faltó razón, porque es difícil imaginar qué otra actividad de esa cartera sería más trascendente que poner en marcha de una vez por todas, a un ritmo razonable, la obra de una de las autopistas estratégicas del país, y más aún con una cita previa.

Tampoco fueron de la partida los legisladores nacionales justicialistas Roberto Mirabella y Marcelo Lewandowski, quienes en principio habían sido mencionados como integrantes de la comitiva que daría pelea por la Autopista Rufino-Rosario ante las autoridades de Obras Públicas en Buenos Aires.

De acuerdo a las versiones recogidas por Sur24 de los distintos protagonistas que asistieron al encuentro -de menos de una hora y media de extensión-, el mensaje del funcionario nacional Stiz se limitó a describir la "situación compleja" que se suscita con la Unión Transitoria de Empresas a cargo del tramo Rufino-San Eduardo de la obra vial, porque aún no consiguieron llegar a un acuerdo para la continuidad de los trabajos, a pesar de que "están en negociaciones desde hace dos meses" en busca de relanzar la autopista que hoy se encuentra literalmente paralizada.

Básicamente, desde Vialidad Nacional alegan problemas a partir del concurso de acreedores de la firma José Cartellone y sostienen que "hasta ahora es difícil superar la coyuntura" que se les presenta. Sin embargo, estos argumentos no fueron aceptados mansamente por la comitiva del sur santafesino, cuyos integrantes, uno tras otro, manifestaron su disconformidad con este estado de cosas y exigieron determinaciones más enfáticas por parte del gobierno nacional.

Acto seguido, el gerente Stiz les solicitó a los visitantes "entre 15 y 20 días de plazo" para que puertas adentro de Vialidad y el Ministerio de Obras Públicas, intenten una vez más despejar los obstáculos que hoy están maniatando la obra en su fase inicial. Asimismo, en cuanto a la situación de los tres t ramos restantes, y la posibilidad de una pronta licitación de alguno de ellos, sin demasiadas precisiones, informó que "están en elaboración los proyectos ejecutivos".

Nadie baja los brazos
En tanto, consultado telefónicamente el senador Enrico, quien había sido el principal impulsor de la asamblea del 31 de octubre en la Sociedad Rural, que luego derivó en este viaje a Buenos Aires, resumió que "estamos en Capital Federal para reclamar nuevamente por el reinicio de la autopista Rufino-Rosario, que se reconduzca la obra, que se inicie la construcción del tramo Rufino-Venado Tuerto, y que también se llame rápidamente a licitación para los tramos al norte de Venado".

"Este es un camino largo, de mucha insistencia, que tenemos que seguir sosteniendo desde todo el sur santafesino para que esta obra sea una prioridad y se avance paso a paso con los tramos concretos de ejecución, y por eso seguiremos reclamando hasta que los trabajos adquieran un ritmo aceptable", sostuvo el legislador.

Luego de las palabras del senador por General López, también el coordinador de la Comisión Plan Autopista, Ovidio Butani, brindó su coincidente interpretación de los resultados de la reunión: "El gerente de Vialidad remarcó que no se trata de una cuestión de recursos económicos, sino que el único problema es que, ante la convocatoria de acreedores que afecta a la constructora Cartellone, ellos no pueden girar las partidas".

Sin embargo, destacó que la visita arrancó el compromiso de la repartición de que en 15 o 20 días completarán una serie de gestiones ante la UTE para destrabar el inconveniente. "(Stiz) Prometió hacer todo lo posible para reencauzar la obra y evitar tener que llamar a una nueva licitación que complicaría todo", observó el empresario. También con una visión optimista, contó que, según lo transmitido por el gerente ejecutivo, "apenas se terminen de elaborar los proyectos ejecutivos, el gobierno nacional motorizará las licitaciones de los tramos pendientes".

"Ahora quedamos a la espera de ese plazo para que den una respuesta y esperamos que en esa oportunidad nos atienda el ministro Katopodis, o bien que se apersonen en la región y sean los mismos funcionarios nacionales los que informen a la comunidad en forma directa", remarcó el dirigente.

Redondeando su resumen, Butani acotó que aprovecharon la oportunidad para reiterar la necesidad de reacondicionar la calzada, banquinas y señalizaciones de la actual traza de la ruta nacional 33 entre Rufino y Rosario, como también de garantizar la asistencia a personas y vehículos en caso de siniestros.

"El faltazo de Katopodis llamó la atención de los viajeros, y no les faltó razón, porque es difícil imaginar qué otra actividad de esa cartera sería más trascendente que poner en marcha de una vez por todas, a un ritmo razonable, la obra de una de las autopistas estratégicas del país, y más aún con una cita previa".