Desde el Campeonato Mundial de Fútbol de 1978 que la pasión por la selección argentina se vive mayoritariamente a través de los televisores. Esos aparatos que vinieron a reemplazar a la radio en los ’70 en el centro del living familiar. La oferta mediática era mucho más tentadora. Sonido, pero también imágenes, que suelen ser más descriptivas, superando en ese aspecto hasta al mejor relator radial. Por más talentoso que sea.

Desde hace unos 50 años, los aparatos de TV mejoraron y se popularizaron. Es difícil encontrar en la actualidad un hogar sin este artefacto. En los ’90 aparecieron los partidos codificados del campeonato argentino y los bares dejaron de ser un lugar de charla para ser uno de observación. Y charla. Sobre este gol o aquella jugada del primer tiempo.

La Copa del Mundo de Fútbol es sinónimo de reunión frente al televisor. Y no siempre en una casa o en un departamento. El uso se ha extendido en Argentina hasta los lugares más insólitos. El tele en los lugares más inverosímiles en Rosario fue una tendencia a partir del campeonato en Alemania en 2006. Como el caso de un dentista que tiene su consultorio en bulevar Avellaneda. A unas 10 cuadras del estadio de Rosario Central. Al comienzo de ese certamen, 16 años atrás, no se lo quiso perder e instaló un TV dentro de su propio consultorio. De manera que el paciente podía y puede todavía ver partidos y programas de televisión mientras le arreglan una muela. Estos aparatos en las salas de espera de los sanatorios y hospitales comenzaron a ser parte del mobiliario. Lo que antes eran revistas, luego fue la televisión.

Qatar 2022 en los supermercados, las farmacias y los kioscos
Pocos eventos cuentan con la masividad de una copa del mundo. Por cuestiones de horario, los partidos del combinado albiceleste pueden tocar en pleno horario laboral. Como el cotejo de este martes 22, el debut de la selección ante Arabia Saudita. Será a las 13 en Qatar, a las 7 de la mañana en tierras argentinas. El dueño de un supermercado pequeño del macrocentro de calle Catamarca ya lo pensó. Trajo hace unos días un televisor que quedó de frente a la única caja para pagar. Allí llegarán más temprano los empleados (abre a las 8) para ver el debut del equipo del santafesino Lionel Scaloni. Lo mismo el café de calle Balcarce y Rioja. Ya tiene banderas argentinas listas para la ocasión. Pese a ser un lugar con precios no tan accesibles, se teñirá de fútbol para albergar a aquellos que quieran desayunar viendo al seleccionado en un lugar con muy buena cafetería. También está el caso de otro bar elegante en Italia y Córdoba que ofrecerá este servicio a sus parroquianos. Es que la inmensa mayoría de establecimientos gastronómicos cuenta con este adicional.

Las farmacias no escapan a esta lógica. Como la de Dorrego y Tucumán. Siempre de turno, cuenta con un televisor para los clientes. Algunos maxikioscos, no todos, también tienen en su inventario un TV. La compañía, el ruido que a algunos les hace falta, inclusive al trabajar, pasó de ser la radio a ser la televisión. También hay peluquerías con TV. Como una especializada en la temática fútbol de calle San Martín que cuenta con varios aparatos para ver encuentros de las ligas más atrayentes le cortan el pelo.

Las salas de espera de centros de salud mutaron de lugares de lectura con pilas de revistas, a lugares para ver la caja boba y finalmente a lugares para ver el celular. Un smart phone resulta hoy varias veces más atractivo que lo que pasen en un televisor. A menos que sea un partido de Argentina en directo por la Copa del Mundo de Fútbol.