En el mejor momento

Salones de eventos: de la desesperación por subsistir en pandemia a una demanda que los satura

Tras dos años sin poder trabajar por el covid-19 y con un 30% de los negocios que no lograron sobrevivir y tuvieron que cerrar, hoy el panorama es completamente distinto. Se encuentran con una demanda absoluta, pese al aumento de los costos, y aseguran que atraviesan “un gran momento”.


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Celebrar y viajar fueron dos actividades sociales que la restricción por la pandemia prohibió o postergó y que, en la actualidad, con los casos de covid-19 en descenso y con gran parte de la población vacunada contra el virus, la gente intenta recuperar el tiempo perdido. Esto lo dicen tanto los agentes de turismo como los organizadores de eventos de la región, que prestan también sus servicios en la región.

Oscar Militello, referente de la Cámara de Salones de Fiestas de la provincia de Santa Fe (CEASF), contó a Mirador Provincial que ahora la temporada alta “arrancó en septiembre”. Los eventos que se está desarrollando en esta época son las despedidas de año empresariales, más algunos cumples de 15, casamientos.

El vocero de la Cámara contó que están atravesando “el mejor momento” desde que la pandemia terminó. Si bien fueron muchos los negocios que tuvieron que bajar sus persianas definitivamente, “ahora son muchos los que lograron subsistir y se encuentran trabajando a pleno”.

Son unas 600 empresas en toda la provincia de Santa Fe que durante casi dos años que estuvo en auge el Covid-19 no pudieron trabajar. Es uno de los actores económicos más importantes, que emplea a 35 mil personas, y que durante la pandemia un 30% no lograron sobrevivir y quebraron.

La difícil situación motivó a que salieron a protestar en las calles por subsidios y protocolos específicos para ellos, de modo que pudieran volver a trabajar, pese a los casos de Covid. La pelea tuvo momentos de tensión, pero finalmente lograron acordar algunos métodos que habilitó que pudieran ofrecer nuevamente el servicio, aunque no como se esperaba.

Si bien este año se volvió a una nueva normalidad, la inflación anual estimada en un 100% disparó los precios de las tarjetas y preocupó a muchos empresarios del sector que pensaron que la demanda se vería perjudicada ante los incrementos.

Según Militello “los precios dependen mucho del salón y del menú y la bebida, pero hoy estamos, aproximadamente, en una tarjeta entre 7 mil y 8 mil pesos para arriba”. Aunque se esperaba un golpe en las ventas, “la necesidad de volver a festejar generó que las personas mantuvieran la demanda”.

El vocero entiende que, a diferencia de años anteriores, producto de la inflación descontrolada que se vive, los costos aumentaron muchísimo. Sin embargo, hay espacios que disponen de diversas facilidades de pagos, mientras que otros lanzan las tarjetas con mucha anticipación para que no cueste tanto comprarlas.

Del bang al boom
Militello recuerda lo duro que fue atravesar los últimos dos años. “Nosotros fuimos los primeros en cerrar y los últimos en abrir. Y no fue gratis. El 30% de los salones tuvieron que cerrar definitivamente. Hoy, por suerte, nos encontramos trabajando a full y la demanda nos supera”.

De hecho, hay tanta demanda que “muchas empresas no pudieron festejar sus eventos” ante la falta de espacios. Es que “durante casi dos años no hubo prácticamente nada y este 2022 explotó, gracias a que el Covid mermó muchísimo”, explicó y agregó: “Estamos trabajando de lunes a lunes prácticamente en estas fechas”.

Con relación a si quedó algo impuesto en la pandemia y que perdure al día de hoy, el referente del sector dijo que intentaron “volver a la normalidad como previo a la pandemia”.

Pero sí mantenemos “los sistemas de higiene”, que se presentan del mismo modo que en la pandemia. No obstante, “lo virtual sí quedó medio de lado; es decir, volvimos al baile como lo conocíamos, que era un poco la esencia de estos eventos y que por suerte volvieron”, concluyó.



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