Siguen los conflictos en Santa Fe

Para Jatón, la ordenanza de los cuidacoches es "inviable": qué opciones hay ante el problema

"El tema no se resuelve sólo con la política; hoy se trabaja en la parte social", dijo el mandatario local. La norma de regulación de los cuidadores de coches sigue vigente. El registro de inscripción se abrió a fines de 2019, y se prorrogó en febrero de 2020: muy pocos se anotaron, y muchos no cumplían con los requisitos exigidos.


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"Estamos trabajando en la parte social sobre todo. Esa ordenanza que se aprobó resulta inviable. Se abrió un registro en el que muy pocos se anotaron, muchos no pudieron completarlo porque había algunos requisitos que tenían que ver con la vida personal de cada uno de ellos".

A la definición se la dio a El Litoral el intendente Emilio Jatón, consultado sobre la situación actual de los cuidacoches en la ciudad de Santa Fe, presentes en la mayoría de las cuadras de la capital y, muchas veces, protagonistas de episodios de violencia.

La de los cuidadores de vehículos es una compleja problemática que toca varias aristas, principalmente la social -la pobreza y la indigencia-, pero también el negocio organizado y la lucha por el "territorio"-. Un simple rastreo por las crónicas de los últimas semanas dan cuenta de que los cuidacoches están en la agenda pública diaria.

"'Trapitos' robaron en un estudio jurídico"; "Detuvieron a un cuidacoches de la zona de la Terminal"; "Un cuidacoches fue apuñalado en las cercanías del club Villa Dora"; La odisea de una mujer hostigada por un 'trapito' en la ciudad de Santa Fe". La lista de títulos policiales, lamentablemente, se alarga.

Para Jatón, esta problemática "no es un conflicto que esté sólo en Santa Fe y que se arregla con una ordenanza. Hay muchos problemas sociales y allí impacta también lo que es el 40% de pobreza y la indigencia. Hay que tomarlo desde distintos puntos de vista, no sólo desde la política sino que me parece que es un trabajo conjunto que nos tenemos que dar en Santa Fe", amplió la mirada el mandatario local.

Qué dice la norma

La actual ordenanza, sancionada en 2019, establece que quienes quieran ejercer la labor informal de ser cuidadores de coches deberán contar con una acreditación o carnet habilitante expedido por la Municipalidad. Los cuidacoches no podrán tener antecedentes penales, deberán acreditar un certificado de buena conducta y una constancia de que no están inscriptos en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos.

A su vez, la secretaría de Control (autoridad de aplicación) debía crear un registro de cuidadores. Ésa es la clave: al abrirse el registro a fines de 2019 -luego tomó fuerza en los primeros meses de 2020, y en febrero se abrió una prórroga para la inscripción; luego llegó la pandemia por coronavirus y todo quedó freezado-, se conoció, como manifestó el intendente, que muy pocos se anotaron, y muchos no cumplían con esas exigencias legales y administrativas antes mencionadas.

"Los cuidadores de vehículos habilitados no podrán exigir el pago de un canon a los titulares de vehículos que dejen estacionados sus autos en la vía pública. Si éstos deciden hacerlo -sigue la norma-, la contribución económica será voluntaria y se efectuará al momento de retirar el vehículo (no antes)". Se prohíbe la exigencia anticipada de la entrega de un monto determinado de dinero.

A los cuidacoches se les dará una capacitación inicial, se les entregará un chaleco identificatorio y se publicará en la web de la Municipalidad el listado de cuidadores de autos habilitados, donde se indicará la credencial habilitante de cada uno y el lugar de labor: es que la norma actual dispone asignar a cada cuidacoche un sector en vía pública para prestar su servicio informal. Pero todo esto, al considerarse "inviable", caería en saco roto.

Qué opciones hay
Si la actual ordenanza resulta de imposible aplicación por su inviabilidad, en términos legislativos quedarían algunas opciones. El Ejecutivo podría remitir un mensaje solicitando al Concejo su derogación, o enviar un mensaje con modificaciones propositivas a la ordenanza actual.

El punto importante aquí es ver hacia qué Norte va la letra de lo que sería una nueva norma sobre los cuidacoches: si se intenta una regulación más rigurosa y si se allana el camino para que éstos puedan acceder a un empleo formal y dejar la calle realizando esa labor informal, sólo por dar un hipotético ejemplo.

El otro escenario, no menos complicado, podría ser prohibir lisa y llanamente la actividad de los cuidadores de vehículos en la ciudad capital. Pero para ello, habría que disponer de una numerosísima "guardia pretoriana" de inspectores municipales en muchísimas cuadras de la ciudad, abocados a instar a los cuidacoches a que dejen de realizar esa labor. Eso, sumado a que seguramente se requeriría de intervenciones de la policía provincial.

Todo ello, vale decir, también tendría para muchas de estas personas una repercusión económica negativa en medio de un contexto de pobreza y marginalidad realmente preocupante.

Hoy hay un proyecto legislativo -de momento y al parecer "cajoneado"- en el Concejo que propone prohibir en esta capital el cuidado de vehículos y de limpieza de vidrios sin autorización legal, en perjuicio del derecho de uso del espacio público: en limpio, no más cuidacoches ni limpiavidrios. Este texto tiene autoría compartida de Sebastián Mastropaolo y de la ex concejala Luciana Ceresola (que fue su par del interbloque Pro-JxC).

En la propuesta se incorpora un artículo al Régimen de Infracciones y Penalidades de la ciudad, con sanciones para quienes ofrezcan en la vía pública servicios de estacionamiento, cuidado de coches o limpieza de vidrios. Estas personas deberían cumplir como contravención de uno a cinco cinco días de "trabajos no remunerados de solidaridad con la comunidad", o multa de 150 a 1.500 Unidades Fijas (UF): o sea, de 15.900 pesos a 160 mil pesos.

Como se verá, la cuestión de los cuidacoches cada vez está más enrevesada. En el mientras tanto los problemas en las calles siguen, y los tiempos legislativos siempre van detrás de los hechos consumados. Habrá que ver qué ocurre -si es que algo ocurre- en 2023.



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