El comando superior de la Jefatura Departamental Villaguay de la Policía de Entre Ríos hizo llegar las felicitaciones al sargento Emmanuel Conelli, perteneciente a la División Toxicología de la Jefatura Departamental Villaguay, ya que el funcionario policial culminó con éxito el Curso de Nivel Universitario Teórico - Práctico de Instructor Canino, dictado por la Universidad Abierta Interamericana de Rosario.

Desde hace seis años, el efectivo policial comenzó a integrarse en la tarea relacionada a la detección de narcóticos en la Jefatura Departamental de Policía de Villaguay. En diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS comentó que “a partir de allí fui ampliando mis conocimientos mediante el aprendizaje sobre el mundo del perro, que es muy amplio y apasionante, mediante el curso de guía sobre rastros específicos en Rosario. El perro es sumamente útil para la búsqueda de personas y efectivo para ayudar a encontrarlas”, explicó el uniformado.

Dentro de su profesionalismo, el policía deja notar su pasión por lo que pueden brindar los animales adiestrados y esa gran curiosidad lo llevó a decidirse a avanzar, luego de culminado el curso de guía para detección de restos humanos en Santa Fe, el año pasado observó la posibilidad de poder realizar la nueva capacitación en el marco del curso de instructor canino. Los pasos previos en su preparación le permitieron, por la exigencia de los requisitos, iniciarlo al haber efectuado al menos tres especialidades, que ya había cumplimentado: detección de narcóticos, de restos humanos y de restos cadavéricos.

El instructor canino explicó que “no siempre se busca una persona muerta, porque cuando alguien desaparece se puede preservar hasta cuatro días el rastro, depende lógicamente del legajo de investigación y se evalúa con qué perro se trabaja”. Y agregó que “la función extraordinaria de los canes ha permitido, como sabemos actualmente, detectar la presencia de momias que datan de millones de años porque los animales que tienen desarrollado su sentido del olfato son entrenados y detectan un cuerpo en cualquier estado de descomposición, cualquiera sea la variable, no hay tiempo determinado, por eso digo que el perro es una extensión del ser humano, llega hasta donde no llegamos por su olfato, vista y oído”, detalló.

Capacidades

En cuanto a cuáles son los animales seleccionados indicó que “todos los perros, incluso los mestizos, tienen una capacidad olfativa que puede ser utilizada con distintas posibilidades y por supuesto que algunos se distinguen y se utilizan para cada especialidad. En realidad, se eligen razas para tener potencial en la nariz del perro y generalmente la más utilizada en la detección de armas, municiones, narcóticos, restos humanos es la Golden Retriever, Labrador, Cooker y la que surgió hace algunos años es el Pastor Belga Malinois”, enumeró Conelli.

“Se puede decir que la raza madre es la Bloodhound de Bélgica cuyas características son extraordinarias porque es un animal que nace con el olor del ser humano incorporado por lo tanto son los más utilizados para el rastreo, también se lo conoce como perro de San Huberto”. En francés: “Chien de Saint-Hubert” y en inglés: Bloodhound, es una raza canina originaria de Bélgica, concretamente de la región de las Ardenas. “Es una de las razas de sabueso reconocidas por la Federación Cinológica Internacional, dedicada al estudio relativo a los cánidos. Es uno de los perros con el olfato más agudo”, indicó.

Conelli agregó que “en la Jefatura de Policía, para trabajar sobre rastro específico, contamos con un ejemplar que ha participado en diferentes procedimientos para detección de drogas y rastros con excelentes resultados”.

“Los canes pueden trabajar hasta los seis años. Se considera que a los cuatro años son adultos y a los seis son adultos mayores. En el caso de los perros rastreadores de narcóticos desde el día cero hasta su último día son cachorros, porque su mentalidad está enfocada a buscar un juguete, simulando olores de sustancias, y de esa manera lo que para nosotros es un trabajo para los animales es un juego, encontrando el rastro tienen premio”, explicó el entrevistado.

El flamante entrenador de canes habló del mito relacionado al entrenamiento: “En la creencia popular se dice que a los perros se les suministra droga para que la encuentren, pero eso es imposible porque ningún can soportaría ser drogado, se moriría al instante”, aseguró. Asimismo, valoró a estos canes entrenados porque “de ellos dependen vidas, en el caso de los perros de rastreo se llega a buscar una persona trabajando contra reloj y sabiendo que hay muchos interrogantes a resolver; qué pasó, con qué intenciones salió y las respuestas y el hallazgo dependen de su olfato y rastreo. El can que se utiliza para el trabajo de rastreo de drogas, armas o explosivos de cualquier tipo, lo que primero hacemos es interiorizar al encargado del operativo o fiscal para poder hacer un trabajo contando con los elementos que nos permitan ubicarnos para alcanzar un resultado”.

Trabajo silencioso

Conelli indicó que “el trabajo que se realiza con los perros es silencioso, no es tan visto, por eso quiero agradecer poder hacer llegar un mensaje a la sociedad valorando esta tarea para esclarecer casos importantes como detectar estupefacientes, encontrar personas con vida o dar tranquilidad a las familias ante una persona desaparecida. Por eso digo que en mi caso solo soy guía, el cien por ciento es del perro, más allá del entrenamiento. los perros son decisivos y eficientes a la hora esclarecer hechos”.

Finalmente, el guía de canes agradeció a la plana mayor de la Jefatura Departamental Villaguay y jefes de sección porque “sin la confianza y el apoyo para realizar esta tarea y capacitarme no hubiese sido posible”.