Cuando tenía 17 años y comenzaba su camino en el referato, seguramente Soledad Hernández no se imaginaba el auspicioso futuro que le deparaba en la profesión. Hoy, 10 años y cientos de partidos después, ya es una árbitra consolidada que se dio el lujo de llevar su vocación hacia otras latitudes.
Hernández dirige en primera división de Liga Santafesina de 2015. Cuando tenía apenas 20 años debutó en la máxima categoría liguista en un duelo entre Unión y Belgrano de Coronda. Desde allí, su camino fue solo de subida, dirigiendo también en otras ligas y en torneos federales.
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Cintia Szeszko: "El nivel es muy bueno en Santa Fe" Luego de una pequeña experiencia en España hace algunos años, debió volver a nuestro país. Sin embargo, quedó pendiente en ella el proyecto de poder desarrollar su carrera en aquellas tierras. En marzo de este año, esas aspiraciones se volvieron una realidad.
“Yo vine en 2019, soy guardavidas en Argentina, y lo primero que quiere hacer un guardavidas es venirse a España, que es como el top como experiencia. Me hubiese gustado quedarme en ese entonces me faltaban papeles para poder federarme en el referato acá en Madrid, y después vino la pandemia así que no pude hacerlo durante dos años. Más tarde me volví a contactar con gente de acá de la Federación y de ligas comerciales. Yo quería seguir por el camino del crecimiento, después de tantos años allá, hacer cursos nacionales, pre nacionales. No quería dejar y tirar todo eso por la borda”, contó Hernández.
Después de algunos días en Menorca realizando el curso de socorrista en el pasado mes de marzo, la joven santafesina pudo establecerse en Madrid, donde comenzó los trámites para federarse y poder dirigir allí. “Me cercioré que sea fehaciente el hecho de meterme en la liga federada para seguir haciendo carrera. Tuve que rendir las pruebas físicas, técnicas, como es en Argentina, con esa misma formalidad. No te regalan nada, también costó. Acá toman otra prueba física distinta a la de allá, así que me tuve que preparar para esa prueba y por suerte me fue de diez. Ahora estoy formando parte del referato acá. Estoy muy bien, hay muchas posibilidades, incluso más que en las expectativas. Yo al menos quería empezar desde la categoría que estaba allá, porque otra vez volver a empezar desde cero no porque ya pasan los años” explicó.
—¿Cómo fueron los trámites para entrar al referato en Madrid? —Me hice una estancia por estudios, lo cual me da un documento, que no es como el DNI, sino el TIE (N. del R: Tarjeta de Identidad de Extranjero), que es el documento del extranjero. Entonces con eso ya te pueden admitir. Después tuve la revisión médica, que en ese sentido es muy parecido a lo que se hace allá: revisión médica cardiológica, sangre, los estudios de rutina. Luego las pruebas técnicas, que lo que cambia en lo técnico y en lo físico, es que acá tienen una tabla en la que sumas puntos. Mientras mejor puntuado estás, más te sirve para el ascenso a la siguiente categoría en la próxima temporada. Eso está bueno porque te motiva y te mantiene. Además todos los meses tenemos exámenes, le llaman “evaluación continua”, y eso también te suma puntos para el ascenso.
De esta forma, Soledad Hernández llegó a España, rindió todas las pruebas necesarias y comenzó a trabajar en una categoría prácticamente equivalente a la Liga Santafesina, denominada Primera de Aficionados.
—¿También dirigís inferiores? —Acá en ese sentido también se manejan distinto. Allá vos sos árbitro de Primera y vos sabes que el sábado dirigís Primera, sino no dirigís o bien salís por el Federal. Pero te mantenes en tu categoría, y el domingo dirigís inferiores por una cuestión de jerarquizar la liga, colaborar, y es parte de ser árbitro el hecho de dirigir sábados y domingos. Acá me dan cada 15 días mi categoría. Por ejemplo, este fin de semana vuelvo a hacer, después de 15 días, una primera. El sábado tengo dos partidos, un alevín y un infantil, que son categorías menores, y el domingo mi categoría.
Cabe aclarar que, así como las divisiones tienen otras denominaciones, también las categorías de inferiores llevan otra clasificación. De esta forma, en orden ascendente las categorías son benjamín, alevín, infantil, cadete y juvenil. Esos detalles, los del lenguaje, son algunos de los que ha tenido que ajustar Soledad Hernández.
—¿Qué diferencias encontrás en el fútbol de allá y en el de acá desde tu labor? —Para que veas lo complejo que es el cambio cultural, ya desde el vamos no puedo decir “hola profe, buen día”. La primera vez que entré a una cancha y dije eso me quedaron mirando como diciendo “¿qué me dice?”. Acá es “míster”, entonces eso ya de entrada me cambia. Uno tiene costumbres incorporadas: “hola profe, tráigame las camisetas”, ese dialecto que me mata. Las pecheras acá son “petos”, por ejemplo. Son pequeños cambios, pero a la hora de que te entiendan es necesario incorporarlos. Con mis compañeros también: “fíjate aquel que está ahí parado”. ¿Parado? No, está de pie. Cosas que te cambian un montón. Las vas incorporando, pregunté, tomé nota, incluso tengo una libretita de cosas que yo digo mucho y cómo se dicen acá. Es necesario, porque sino no te entienden, o por ahí se hacen los que no te entienden, también lo usan a favor.
Otra diferencia sustancial es la falta de árbitros asistentes en todas las categorías inferiores. “A diferencia de allá que tenemos asistentes en las categorías de menores, acá se dirige solo. Hasta Reserva, que acá le llaman Segunda, se dirige solo. Vos tenes que estar pendiente del fuera de juego, de todo. En algunas categorías femeninas también. Acá hay asistentes desde primera de aficionados para arriba, hasta la máxima categoría”, contó Hernández.
Por otra parte, la colegiada explicó que muchos argentinos tienen la imagen del europeo pasivo y educado a la hora de jugar, pero contó que eso no siempre tiene por qué ser así. “Mi segundo partido de primera me hizo acordar a dirigir una Primera B de Liga Santafesina. Hay de todo, como también el primero que me tocó, que fue super bien. Pero no es como uno piensa, que el fútbol español es prolijo y nada más, sino que hay de todo, también es difícil”, confesó.
Comparando el fútbol santafesino al de Madrid, desde el punto de vista de la formación arbitral, Hernández encontró similitudes y diferencias. “Yo creo que la Liga Santafesina en ese sentido está bien. Lo que sí cambia es la infraestructura, acá es todo césped sintético, un poco más formales las canchas. Pero no todas igual, ojo, hay de todo. Hay vestuarios en que estamos los tres y son de dos por dos” señaló.
“Después, en cuanto al entrenamiento, es como allá. Allá el preparador físico va cuatro días y acá va dos y te entrega todos los días la planificación de entrenamiento en PDF para cuatro días. Sinceramente lo comparo para bien con la Liga Santafesina. Allá también tenemos el predio de la Liga para hacer video test, exámenes, entrenar. No estamos tan lejos en ese sentido”, amplió.
—¿Qué crees que podríamos copiar del fútbol y el arbitraje españoles? —Como te digo, yo como estoy más en Liga y no tanto en lo profesional, por ejemplo acá a nivel Liga de Madrid tienen por sistema las planillas en una aplicación. Yo voy a dirigir y tengo la planilla en una aplicación que se llama Real Federación de Fútbol de Madrid, ahí abro la planilla de partido. En Argentina a partir del Federal para arriba tienen el sistema COMET. Entonces por qué no a nivel liga poder bajarlo, siempre que sea una plataforma buena, porque por ahí hay problemas de cobertura. Si no tenes buena señal, o datos en el móvil, por ahí falla. Acá se usa cerrar el acta, que es la planilla, en la cancha antes de irte. Allá por ahí uno se va sin cerrarla y la hace tranquilo en la casa, eso también está bueno dependiendo de cómo termina el partido.
“La evaluación continua de todos los meses está buena, porque te obliga sí o sí a agarrar el reglamento aunque sea todos los meses una vez por mes. Después es muy parecido en cuanto a la planificación diaria de los entrenamientos, los video test, las clases, es muy parecido” finalizó.