Rugby

Y 10 años después…

Hace exactamente una década, el seleccionado entrerriano de juego reducido lograba una gesta histórica en Paraná, después de alcanzar el subcampeonato en el Seven de la República. Se trató de un grupo de jugadores jóvenes con un experimentado staff que generó y transmitió una mística única, todavía latente. El Plumazo latió a la par de ese equipo. Protagonistas de aquella epopeya, varios actualmente en Europa, dialogaron con MIRADOR ENTRE RÍOS y dieron cuenta de su añoranza.


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Son recuerdos imposibles olvidar. Pasaron ya 10 años, aunque pareciera como si fuese ayer. Básicamente es una memoria escrita en las páginas doradas del rugby entrerriano, que va inclusive mucho más allá de un resultado. Tiene que ver con la pasión, con el respeto y el compromiso, valores que fueron sembrados con un trascendental subcampeonato conseguido en el Seven de la República 2012 que hoy, se mantienen intactos. Aquella gesta que repitió la de 1984 fue quizás, un punto de partida para los planteles de la Unión Entrerriana de Rugby que prosiguieron.

El hecho consumado en la vigésimo novena edición del trascendental certamen de la Unión Argentina de Rugby aún vive entre las actuales generaciones, fundamentalmente, de jugadores que indagan, comentan y se informan sobre ese magnífico fin de semana de diciembre.

En el centro de la escena estuvieron Nicolás Coronel, Juan Manuel Lescano, Juan Diego Zabalegui, Franco Vartorelli y Fermín González Leites (todos del Club Atlético Estudiantes); Raúl Colliard y Martín Modenutti (Paraná Rowing Club); Juan Ignacio Ascúa (Atlético del Rosario) y Leandro Jacobo (Club Tilcara).

El cuerpo técnico, encabezado por Marcelo Faggi, José Raiteri y Emanuel Uranga, supo encaminar al plantel hacia un objetivo que parecía una quimera. Entre Ríos llegaba de deambular por distintas posiciones de mitad de tabla hacia atrás, hasta que, con un proceso loable y una mística contagiosa, se ubicó en la vanguardia.

En el encuentro decisivo, la UER cayó frente a Buenos Aires por 24-7 (tras un 12-7 parcial) en un partido que contó con un marco imponente de público, bajo el arbitraje del rosarino Juan Sylvestre.

En la fase de grupos, Entre Ríos superó en su primer encuentro a Córdoba (14-10), luego se impuso con comodidad sobre Oeste (36-0) y cerró la instancia inicial prevaleciendo ante Chile (21-12). En cuartos de final, el elenco provincial derrotó en cancha 3 de El Plumazo a Santa Fe, tras revertir un 14-0 adverso y cantar victoria por 17-14. Mientras que, en semifinales, el seleccionado entrerriano venció 14-7 a Salta, el campeón defensor por entonces.

El campeonato fue una verdadera fiesta, tanto en las tribunas como en el campo de juego, donde se encontraron jugadores que luego brillaron en Los Pumas o Los Pumas 7’s, de la talla de Joaquín Díaz Bonilla y Lucas Alcacer (URBA); Germán Schultz y Aníbal Panceyra Garrido (Córdoba); Facundo Isa (Santiago del Estero); Tomás Carrió (Rosario); Matías Orlando (Tucumán); Rodrigo Báez y Axel Müller (Cuyo); así como del paranaense Ortega Desio; entre otros.

Por elección de los referees del torneo, el plantel de Entre Ríos se llevó el premio Fair Play, al juego limpio y el bonaerense Joaquín Paz, fue el mejor del cónclave.

Valoraciones


Protagonistas entrerrianos de aquella gesta analizaron los pormenores del subcampeonato en declaraciones a MIRADOR ENTRE RÍOS, evidenciando una felicidad plena al referirse al hecho.

“Todo lo que logramos en ese torneo fue algo increíble. El aporte de Javier (Ortega Desio) a todo el grupo, fue clave. El desempeño que tuvimos en ese Seven de la República catapultó a la UER a ir por mucho más”, sostuvo Nicolás Coronel. “En lo personal, después me surgieron concentraciones con la UAR, Los Pumas 7’s entre otros equipos nacionales y hoy, todavía sigo disfrutando del deporte, ahora en España, compartiendo equipo con Juanza (Juan Zabalegui), lo cual me hace muy feliz”, remarcó.

El otrora back de Tilcara, Leandro Jacobo, señaló al respecto: “Nos preparamos muchísimo para aquella oportunidad. Fuimos a todos los torneos previos que pudimos. Estábamos todos pasando un muy buen momento con nuestros clubes. Además, el staff, con todos sus conocimientos, nos metió en la cabeza cosas muy profesionales siendo nosotros amateurs, lo cual nos influyó mucho. Entramos a ese campeonato con la cabeza distinta. Jugamos ese Seven sabiendo que nos iba a ir muy bien. Rememorar aquella temporada, hoy, después de haber dejado de jugar, me hace extrañar muchísimo más al deporte”.

A su turno, Juan Ignacio Ascúa, tercera línea del Pesaro italiano, valoró: “En lo personal recuerdo el 2012 como un año increíble. Fue mi primera temporada en el Plantel Superior de Atlético del Rosario y pude debutar en Primera. También fui parte del equipo que llegó a la final del Seven de la URBA… Pero, sin dudas, el recuerdo más feliz es el del subcampeonato con los chicos de Entre Ríos en el Seven de la República”.

“El grupo que se formó fue espectacular e integró a muchos más de los 10 que terminamos jugando el Seven. Entre ellos destaco al Chino (Martín Chiappesoni), que se desgarró en esa final del Seven de la URBA y se perdió el de la República. También a Juampi Taleb, que le tocó quedar afuera en el último tramo pero que vino a alentarnos como uno más del plantel”, sostuvo.

“Ganar el Seven o llegar a una final, en ese momento, era para la mayoría de nosotros impensado. En ese sentido, fue clave la presencia de Javi (Ortega Desio), quién nos convenció que teníamos equipo para salir campeones. También fue idea suya levantarnos a las 6 de la mañana del sábado y tirarnos a la pileta -todavía entredormidos- para activarnos”, contó -entre risas-. “Madrugamos a Córdoba en el primer partido y empezamos a convencernos de que podíamos llegar lejos. A partir de ese torneo se hizo habitual ver a la UER peleando por la Copa de Oro y si bien no se volvió a llegar a una final, desde entonces la vara se puso más alta. Y eso se vio hace unas semanas en los testimonios de los chicos campeones de la Copa de Plata, que estaban contentos por el resultado, pero convencidos de que podían competir por la de Oro”, remarcó.

“El Seven de la República es el torneo más atractivo de jugar en lo que respecta al juego reducido, por lo competitivo y por situarse en uno de los predios más lindos -sino el más hermoso- que tiene Argentina. Haber llegado a una final; a los 20 años y con amigos de toda la vida como Juanza, Nico, Juanma, Fermín y Franco sin duda es y será uno de los recuerdos más felices de mi vida”, añadió.

Marcelo Faggi: “Construimos un plantel impresionante, de destacados jugadores, con apego hacia el juego y un sistema sólido”.


Por otro lado, en 2012, Martín Modenutti era el jugador más chico del equipo, con 19 años. “Me acuerdo que fundamentalmente al arranque de aquel torneo lo viví con muchos nervios. Era una mezcla de sensaciones, entre alegría de poder estar en ese plantel y a la vez, el compromiso que significaba estar a la altura de las circunstancias en semejante grupo. Por suerte con el correr de los partidos me fui soltando y lo disfruté muchísimo. Con el paso de los años, entre lesiones y distintas experiencias, hoy me acuerdo de aquella temporada y la disfruto como si fuese ayer”, expresó.

“Todavía guardo una carpeta con fotos, recortes de diarios y demás, de aquel Seven, que cada tanto miro. Fue uno de los mejores niveles que alcancé, con un equipazo del cual aprendí mucho”, destacó.

Por su parte, Juan Diego Zabalegui fue una de las grandes sorpresas del torneo, ganándose por parte de los periodistas presente, el mote de ‘Waisale Zabalegui’, en sintonía con el fijiano Waisale Serevi, el mejor jugador de Seven de todos los tiempos.

“Sin ninguna duda, fue uno de los dos torneos que más disfruté en mi vida. Ese Seven y el Torneo Veco Villegas que viví junto a mis amigos, fueron de lo mejor que pasé”, dijo el back.

“Ese equipo de la UER tenía todo. Lo que más valoro talvez, era que de los 10 jugadores que integrábamos el plantel, siete al menos éramos camada ‘90 y ‘91 del CAE. Con todos tengo el recuerdo de haber estado jugando en la playa a la tocata, cuando éramos chiquitos y después, haber alcanzado con ellos mismos, un subcampeonato nacional, era impensado”, deslizó.

“Javi (Ortega Desio) que estaba en el primer nivel mundial, nos hizo creer en el buen sentido, que nosotros podíamos. Ese Seven nos marcó mucho a todos y nos dio muchas oportunidades. Como de irnos a jugar afuera... De chiquito me acuerdo de vivir el Seven de la República como nunca. Volvía a mi casa insolado. Recuerdo de verlos a José García, a Favio Zitelli, a Juan Rosas Paz, entre otros y después, con 20 años, estar jugando una final, era algo soñado. Nos quedó la espina de no haberlo ganado. Creo que, si el grupo se mantenía, lo íbamos a lograr”, manifestó.

Hoy


Actualmente, cuando la coyuntura del Seven de la República se encuentra algo debilitada, es viable atesorar aún con más fuerza este recuerdo de 2012.

Los jugadores de aquel memorable plantel se encuentran dispersos por diversos lugares.

Vigentes, en España, están Zabalegui, Coronel, Lescano y Vartorelli; en Italia, Ascúa. En Paraná se encuentra Modenutti. Alejados de la actividad están Colliard, González Leites y Jacobo. También Ortega Desio, que llegó a los 57 caps de Los Pumas, ostentando hasta el momento el récord de un entrerriano con la camiseta argentina.

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