Escritora de Gualeguaychú
Lunas de papel, una novela romántica apta para llevar al aula
La escritora y docente de Gualeguaychú, Georgia Reichel, publicó un nuevo libro: Lunas del papel. Se trata de una novela realista y romántica que narra una historia de amor marcada por el destino o la casualidad y cuyos personajes aprenden uno del otro.
Muchas personas creen que Georgia Reichel es un seudónimo, pero no lo es. Así se llama la profesora que ya lleva publicadas tres novelas y una colección de cuentos. “Además soy mamá, un título por duplicado que me ha hecho formar una hermosa familia junto a mi compañero de vida”, agrega como parte esencial de su currículum, y cuenta: “Nos gustan mucho las mascotas, la pesca y viajar. Con nuestras singularidades, formamos un gran equipo. El hogar y la escuela son un libro abierto donde vivo y aprendo cada día”.
Georgia nació y creció en Gualeguaychú. Tras terminar sus estudios secundarios, eligió ser docente y hacer del aula su escenario favorito. Es profesora en Lengua y Literatura y como tal encuentra en la escritura no solo un placer personal, sino una herramienta atractiva para formar jóvenes lectores.
A partir de 2015 se dio cuenta de que quería escribir no solo para ella, sino que podía escribir para que otros imaginen, disfruten, lean más allá del aula e incluso también se animen a escribir. Su primera obra fue una novela fantástica llamada
“María, yo y su otro yo”, publicada en 2016. Dos años después, salió a la luz una novela realista: “Mi vida sin celular”. Luego, en 2020, escribió “De generales y aventureros”, una colección de cuentos de historia, amor y suspenso.
El año pasado tuvo la oportunidad de que su primera novela adquiriera otro nombre y pasara a ser parte de la Editorial Quipu, guardianes de historia. “A esto lo marco como un logro desde lo personal porque me abrió las puertas al mercado latinoamericano y en un entorno de escritura infanto-juvenil”, señala Georgia.
Literatura infantil
Este año, junto a la Editora Rodolfo García, también de Gualeguaychú, Georgia Reichel concretó la reedición del libro de cuentos y la reciente publicación de “Lunas de Papel”, motivo por el cual la escritora conversó con MIRADOR ENTRE RÍOS.
–¿Cuándo y cómo nació Lunas de papel, de qué trata, a partir de qué edad es aconsejable su lectura?
–Lunas de papel nació en pandemia. Digamos que el encierro por el cual pasamos en 2020 trajo a colación la oportunidad de expresarme y dedicarle más tiempo a lo que me gusta. Fue un año en que la computadora estuvo prendida casi 18 horas diarias, sobre todo para el trabajo docente, y en mis ratos libres me di la oportunidad de ampliar la escritura. Nunca se sabe dónde se puede encontrar un lector ansioso con ganas de disfrutar del acto de leer.
Es una novela realista y romántica. Una historia de amor marcada por el destino o la casualidad, cuyos personajes aprenden uno del otro y buscan un camino juntos, o no. Es una lectura muy amena, cotidiana…
Creo que no hay edad para un libro, es más bien una imagen creada por el mercado. Todo aquel que guste y tenga ganas de leerla, puede hacerlo. Obviamente que si parto de mi objetivo como docente es un libro que llevaría al aula.
–¿Qué es lo que más te gusta de escribir?
–Me gusta la literatura juvenil, me gusta este abanico de posibilidades, de estructuras, de temas… que se ofrece en las editoriales en estos últimos 10 o 15 años. Es algo que me hubiese gustado leer cuando fui adolescente. Allá en otro siglo como me dicen mis alumnos… (risas). Como lectora disfruté de las novelas históricas y poco a poco siento que invaden mi escritura. En cuanto al género, me siento muy cómoda en la narrativa (cuento, novela) y no creo que incursione en el verso por ahora.
Oportunidades
–¿Cuál es la parte del proceso de la edición de un nuevo libro que disfrutás más?
–La parte que más disfruto es la escritura, porque sé que me abre las puertas al encuentro con los lectores. También me gusta realizar aportes con respecto a la presentación externa del libro. Me gusta imaginar las tapas si es posible. En eso, la Editorial de la Biblioteca Rodolfo García ha sabido entenderme.
–¿Qué satisfacciones te ha dado ser escritora?
–Llegar a más aulas de las que recorro diariamente como docente. Presencial o virtual, he tenido la oportunidad de ver las caras cargadas de emociones por contactarse con la escritora (que está viva) y descargar un bombardeo de preguntas de toda clase. Eso es fantástico e inexplicable a la vez. Cada oportunidad que se me brinda es única. He pasado por pequeñas actuaciones, redacciones de cartas, dibujos, canciones, maquetas y ni hablar de pequeñas elaboraciones caseras que hacen amena las charlas. En este último tiempo, los libros se abrieron caminos nuevos, se alejan, viven sus aventuras y se resignifican con cada lectura. Yo solo les di el ser.
–¿Te imaginabas esto cuando eras pequeña? ¿Lo soñaste alguna vez?
–Nunca. No voy a mentir, siempre digo que tuve mis etapas de escritura de canciones, poesías o cuentos sobre todo en el secundario. Pero después el estudio, la familia, el trabajo… te hacen alejar y te dejan poco. Por suerte volví a esa base, con la diferencia que lo hago pensando en esas caritas que se permiten volar con la imaginación a través de mis historias.
Personaje favorito
–De todos los personajes que has creado, ¿cuál es tu favorito y por qué?
–Creo que Lía, de “Mi vida sin celular” tiene mucho de lo que me gustaría que las personas vuelvan a encontrar. Rescatar o revalorizar lo verdaderamente importante creo que es una clave esencial para el ser humano en estos tiempos. La importancia de una familia presente que acompañe a los jóvenes en esta etapa tan difícil de desarrollo, la comunicación cara a cara donde el otro se siente comprendido e importante, la amistad más allá de las redes sociales, el contacto con la naturaleza… las pequeñas cosas que dan valor a la vida, por nombrar algunas cosas. Este personaje se construye constantemente, se da cuenta de que el mundo que la rodeaba en su provincia natal no le permitía explotar al máximo su ser.