El intendente Nicolás Cuesta señaló a Mirador que desde hace más de seis meses vienen trabajando, en las áreas de Cultura y Educación del municipio -con la participación de familiares de fallecidos -, en la organización de las actividades, ceremonias y homenajes para recordar los 50 años del paso del fenómeno natural.

“El martes 10 habrá dos actividades, por la mañana se inaugurará un espacio que recordará a los fallecidos. Se hizo una construcción semántica y simbólica. En tanto por la noche se hará el acto sobre la Avenida Roque Sáenz Peña, donde se proyectarán videos”, aclaró Cuesta.

Además, para el miércoles 11 está previsto la presentación del libro del 50° aniversario.

El intendente de San Justo agregó que el Museo Histórico Municipal Rosa Giussani de Piva, presentará un espacio donde quedará plasmado el doloroso acontecimiento de ese día.

“Se trabaja desde hace un año en este proyecto. La idea es que se muestre más como una parte del proceso histórico de la ciudad, y no como una tragedia. Y el otro hito que se trabajará desde el martes 10, y que se extenderá todo el año tiene que ver con la construcción de un dispositivo con una narrativa de resiliencia. Sería un montaje físico que trabajará con distintos profesionales de las áreas de literatura, poesía, arte, de la ciudad que va a quedar como muestra itinerante. Primero recorra las escuelas e instituciones de San Justo y luego toda la provincia”.

Cuesta destacó que la muestra itinerante tendrá un enfoque en la resiliencia. “Para que cada uno lo pueda utilizar en su vida profesional y particular. Esto se puede hacer recién ahora, los 40 años fueron como un antes y un después, en la que los sobrevivientes se tomaron el tema. Empezaron a hablar, escribieron estos libros, contaron sus historias y es allí donde surge esta narrativa ejemplificadora. Para que jóvenes, niños y grandes puedan interactuar”.

En este sentido el intendente remarcó que el lugar de la ciudad por donde pasó el tornado es uno de los más activos, lejos de empeorar mejoró.

“San Justo tiene una visualización nacional e internacional por el tornado, buscamos hacer de eso algo simbólico que nos pueda servir como comunidad para enfrentar otras adversidades. Yo nací en el 76’, tres años después del Tornado. No lo viví, pero a mis padres les ha tocado y me han contado su versión. Pero en estos 7 años que llevo como intendente me tocó interactuar y conocerlo desde adentro. Hablar con los sobrevivientes, con las familias de las víctimas me permitió tomar una perspectiva de ver la fuerza con la que ellos salieron adelante, y superándose. Tratando siempre que esta cuestión se transforme en un proyecto educativo. Siempre reconocer y ser muy empático y respetuoso por todas aquellas familias que lo vivieron de manera directa. Es algo intransferible”.