Violencia de género
La dependencia económica de la mujer como factor del silencio
Fundación Avon difunde los resultados de la Encuesta Regional de Opinión Pública sobre Violencia de Género, que analiza qué barreras enfrentan las mujeres al buscar salir de la situación de violencia.
La Encuesta Regional de Opinión Pública sobre Violencia de Género analiza qué pasos atraviesan y qué obstáculos enfrentan las mujeres que buscan salir de una situación de violencia. La encuesta fue realizada en Argentina, Colombia, Ecuador y México, por Avon y Fundación Avon.
La ruta crítica son aquellos pasos y acciones que recorre una mujer que está atravesando una situación de violencia de género para salir de esa situación. El informe reveló que entre los principales factores inhibidores para hablar y/o pedir ayuda el principal factor es el miedo. Un 40% de las encuestadas dijo tener miedo a las consecuencias, y un 25% indicó tener temor directo a recibir amenazas. En segundo lugar, el factor inhibidor más importante es tener hijos/as a cargo.
El rol de cuidadoras socialmente asignado a las mujeres suele actuar como intensificador y diversificador de la violencia de género. Para muchas de ellas, la dependencia económica y el cuidado y protección de otras personas las coloca en una situación de extrema vulnerabilidad ante la violencia de género.
Tres de cada diez mujeres declararon no poder tomar decisiones respecto del manejo del dinero, o hacer uso de él libremente. Esto se dio con mayor frecuencia entre aquellas que trabajan de manera informal (39%).
El informe destaca que muchas veces esta situación es propiciada por el mismo agresor, quien rechaza que la mujer trabaje por fuera del ámbito doméstico contribuyendo a la dinámica de aislamiento, y, al mismo tiempo, le restringe el acceso al dinero que sólo él produce.
“Es importante entender que esa violencia económica atenta contra la autonomía económica de esa mujer y de la familia o las personas que tenga bajo su cuidado. Atenta contra la posibilidad de pensar autónomamente un proyecto de vida libre de violencias, de pensarse alejadas de esa persona”, explica Ana Inés Álvarez, directora ejecutiva de Fundación Avon.
CUOTA ALIMENTARIA
El informe destaca que el 64% de las mujeres que se divorciaron manifestaron que sus exparejas no cumplen con la responsabilidad del pago de la cuota alimentaria, afectando directamente el derecho de sus hijos/as.
Ya sea que esté económicamente activa o en directa dependencia económica, sienten temor a que la pareja o expareja tome represalias en el ámbito económico al denunciarlo o pedir ayuda, lo cual genera mayor incertidumbre entre aquellas que son madres ya que la negación de la cuota alimentaria suele presentarse a quienes son madres como una estrategia de manipulación utilizada para dar continuidad a la violencia. De este modo, los hijos/as pueden pasar a ser un vehículo de la reproducción de la violencia de género luego del pedido de ayuda.