Tras más de 12 meses en funcionamiento, el nuevo equipo dispuesto por el intendente rosarino también cosecha cuestionamientos tanto por parte de vecinos y vecinas como de referentes políticos.
La Guardia Urbana Municipal (GUM) de Rosario tenía la misión de consolidar la presencia del Estado en la vía pública para promover mejores condiciones de seguridad a través de la prevención, la educación, el control y la estricta aplicación de las normativas municipales, según informaba en su página web oficial. Esta era la misión de sus casi 200 agentes.
Tuvo esa función hasta el viernes 27 de agosto del 2021, fecha en la que el intendente Pablo Javkin decidió disolver la fuerza que supo crear Miguel Lifschitz en 2004, mediante el decreto Nº 1.342. Así nació la Agencia de Control de Proximidad.
Función difusa. Los cuestionamientos giran en torno del rol que cumplen los nuevos agentes.Foto: Gentileza.
Se trata de una fuerza que, con otro uniforme, prometía ser superadora a la GUM. Sin embargo, tras más de doce meses en funcionamiento, el nuevo equipo también cosecha críticas tanto por parte de vecinos y vecinas como de referentes políticos.
Del mismo modo que se solía ver a los agentes de la GUM patrullando sus camionetas, lo mismo sucede con los de la nueva Agencia, sobre todo en zonas céntricas de la ciudad. Pese al cambio, hay varios interrogantes que persisten en la opinión pública: ¿la nueva fuerza cumple sus objetivos iniciales, es decir, por el motivo por el cual fue creada o la coyuntura actual la dejó totalmente obsoleta?
Comerciantes del barrio Luis Agote que trabajan por calle Cafferata como los de la histórica calle Mendoza, de barrio Echesortu, dieron a Mirador Provincial algunas opiniones sobre el funcionamiento de la nueva fuerza, a un año de su puesta en marcha.
"Yo, personalmente, los veo patrullar cada tanto, pero no le veo ningún sentido porque acá lo que más necesitamos es personal de seguridad que nos permita trabajar tranquilos. Sinceramente, al igual que la GUM, para mí no sirven para nada", expresó una kiosquera que prefirió no dar su nombre.
Lorena, quien atiende un local de ropa por calle Mendoza, expresó que "de vez en cuando están tocando el silbato para que los autos no estacionen en doble fila, pero la verdad es que nadie los respeta mucho porque no tienen autoridad". "Acá necesitamos gente que nos proteja de la ola de robos que sufrimos a diario, no que nos hagan multas".
En esta línea, el concejal peronista Lisandro Cavatorta -presidente de la Comisión de Control, Convivencia y Seguridad Ciudadana- también estima que, si bien "todo cambio lleva un tiempo y un proceso de adaptación y perfeccionamiento, a un año de su creación, no son evidentes las transformaciones propuestas".
Para Cavatorta, "no hay cambios profundos en materia de control si no hay inversión y más recursos". Según expresó, la Agencia "tiene la misma o peor infraestructura que hace 15 años". Para transformar el futuro "hay que invertir hoy, y eso no ocurrió".
"No sucedió ni en vehículos ni en estructura edilicia, ni mucho menos en tecnología para la prevención y el control del territorio, algo fundamental. La mayor preocupación de los rosarinos es, desde hace años, la seguridad. Sin embargo, el gobierno municipal solo destina el 2,9% de su presupuesto anual a las áreas de control", cuestionó el concejal.
Reubicación
El gobierno municipal definió en su momento la reubicación de los agentes de la ex GUM hacia un nuevo mecanismo de control territorial que, según se explicaron oficialmente, "permitirá a las vecinas y vecinos de los seis distritos de la ciudad una mayor proximidad" con los mismos.
Luis, que trabaja en una verdulería del microcentro, apuntó que tiene "buena onda" con los de la Agencia. "Siempre los veo que están dando vueltas y viendo de ordenar un poco el tránsito", pero "no mucho más".
Para la edila Silvana Teisa "la realidad" es que para el vecino y la vecina "no termina de quedar claro cuál es la función de esta área". En este sentido, admite que "se nota la presencia". En los barrios, a diferencia de la GUM, "sí se nota que están circulando un poco más, pero insisto en que lo más importante es que las personas entiendan cuál es la función de este personal".
Cavatorta insiste en que la Agencia podría tener otro tipo de función en tiempos de crímenes inusitados que viene atravesando Rosario. "En la compleja situación de violencia y delito que viene padeciendo hace más de diez años la ciudad, tiene que cumplir como principal función colaborar con la Policía, ayudando en el control de la calle, los barrios y la nocturnidad".
Cuando se inauguró la nueva área, oficialmente recalcaron que la nueva distribución permitiría una diferenciación clara de las atribuciones policiales y las municipales, evitando la confusión entre las actividades de uno y otro.
Además, destacaron que "la finalidad de esta determinación es la de llevar adelante políticas de descentralización, a los fines de avanzar hacia un estado más eficaz, eficiente, cercano y participativo, promoviendo un desarrollo más democrático de la ciudad".
Si bien tan solo pasó un año desde que comenzaron a operar los 200 agentes con "nuevas reglas", las críticas no dejan de sentirse en algunos barrios de la ciudad que siguen sin entender del todo su función y exigiendo, ante todo, más seguridad.
