Los autores de los disparos fueron dos sujetos que se movilizaban en una moto de alta cilindrada, que, más tarde, fue encontrada abandonada. Ambas permanecen internadas y estables.
Cuando todavía la ciudad del oeste santafesino no sale del asombro y la conmoción que causó el ataque con una lluvia de balas a una familia, a principios del pasado mes, que terminó con una menor de 7 años herida junto a otros dos mayores; en la tarde de este sábado un nuevo hecho de sangre, con similares características, vuelve a llenar de preocupación a la población.
Si bien no existe información oficial, en la tarde de ayer, sábado, varias detonaciones sacudieron la tranquilidad de los residentes de calle Emiliano Galassi al 1900, del barrio Güemes, en el noroeste del casco urbano, y tuvieron como destinatarias a dos mujeres que se encontraban en la vereda.
Repentinamente, aparecieron dos jóvenes, a cara descubierta, y comenzaron disparar sobre la humanidad de Lidia Graciela D., de 54 años de edad, y Miriam V., de 45 años, quienes fueron alcanzadas por los proyectiles.
Superado el estupor, los vecinos salieron a la calle y observaron que ambas mujeres presentaban heridas de bala en sus cuerpos. De acuerdo a los dichos de algunos de ellos, en el lugar se observaron varias vainas servidas -aparentemente de calibre 9 milímetros-, tanto en la vía pública como en el ingreso la vivienda, en la que viven las víctimas. También fueron evidentes varias manchas de sangre en distintos sectores de la escena.
Las dos mujeres fueron trasladadas de urgencia al Hospital Jaime Ferré en vehículos particulares e ingresaron con heridas de distinta consideración debido a que la mayor presentaba un impacto de bala en el abdomen, mientras que la otra en el tórax.
La primera fue intervenida de urgencia y luego derivada al sector de cuidados intensivos. La restante no necesitó cirugía y está en sala general. Sobre el mediodía de este domingo, ambas presentan estabilidad en sus cuadros clínicos.
Con relación a los “gatilleros” se pudo conocer que perpetraron el ataque a bordo de una motocicleta Honda XR de 250 cc., vehículo que, más tarde, fue encontrado abandonado en la intersección del bulevar Roca y la calle Santos Dumont, en las afueras de la ciudad, lo que hace presumir que otro rodado los esperaba ahí para que los malvivientes pongan distancia con Rafaela.
Luego, se supo que la moto tendría pedido de secuestro por haber sido robada en la ciudad de Santa Fe.