Durante este verano, canes de raza Pitbull se volvieron noticia por haber arremetido contra personas y otros animales. Proteccionistas piden que se respeten leyes y ordenanzas sobre razas potencialmente peligrosas.
El 24 de enero, la vida de una niña concordiense de 10 años cambió. Ese día, que parecía uno más de verano, mientras jugaba afuera de su casa fue atacada por el perro de un vecino. El animal, de raza Pitbull, se lanzó contra ella y le mordió la cara, dejándole heridas de consideración en una mejilla, el labio inferior y la mandíbula. De lo que pasó después ella no tiene tanto registro, pero su familia sí. Debieron trasladarla de manera urgente al Hospital Masvernat de Concordia, en donde le hicieron curaciones y un diagnóstico. Desde allí, pasaron inmediatamente al hospital San Roque, de Paraná, en donde fue sometida a una cirugía de reconstrucción.
Los médicos que la operaron, Juan Galli y Guido Brambilla, explicaron que la niña evolucionó bien y pudo ser dada de alta rápidamente, pero que tiene que ser sometida a controles. “Cuando los niños son heridos en el rostro o cráneo podemos operarlos y este fue el caso. Las mordeduras de perro se lavan muy bien para eliminar todos los restos de la baba del animal y la suciedad. Comúnmente esos episodios ocurren en la calle, por lo que los pequeños son arrastrados por el can. Después vamos evaluando la parte que hay que reconstruir y con qué lo hacemos. Esta niña evolucionó rápido y tiene un seguimiento por delante”, aseguraron.
Tanto la familia como la niña tendrán que afrontar el proceso de recuperación física y psicológica de la menor, que volvió al barrio en el que todo ocurrió.
Una semana después del ataque a la pequeña, otro perro de la misma raza fue noticia. Esta vez, cerca del centro, un Pitbull que paseaba sin correa ni bozal atacó y mató a un gato. El dueño del perro desapareció de la escena y los dueños del felino no tuvieron a dónde hacer una denuncia.
Tras el ataque, y luego de que nadie reclamara al animal, lo trasladaron a un centro de rehabilitación canina para poder luego reinsertarlo en la sociedad.
Horacio Froy, presidente de la Agrupación Conciencia Animal Entre Ríos, habló con Mirador Entre Ríos e hizo hincapié en la capacitación de los dueños de este tipo de perros: “Nuestra posición siempre es la misma y la mantenemos. Lo que sucedió confirma lo que venimos diciendo y tiene que ver con que nadie hace nada para hacer comprender que no cualquier persona puede tener un perro potencialmente peligroso. Siempre lo comparo con manejar un camión grande, no cualquiera está capacitado para eso y lo mismo pasa con los perros como los Pitbull, no pueden ser tenidos por cualquiera”.
Froy recae sobre las autoridades municipales, ya que adhirieron a leyes provinciales y hasta existe una ordenanza en Concordia, pero nada se cumple. “Accidentes de mordedura de perro pueden ocurrir con cualquier tipo de raza, pero obviamente los potencialmente peligrosos son los que causan más daño y, dentro de esos peligrosos, los Pitbull son los que mayor peligrosidad tienen por la potencia de su mordida, ya que no es la misma que la de un caniche, comparando groseramente; por lo tanto, creemos que los dueños de este tipo de canes deberían estar claramente identificados. Existe una ordenanza y una ley provincial por la que todos los dueños de perros de este tipo debieran estar identificados, así como también el animal, pero eso no se cumple, así que no sabemos quiénes son los que están teniendo estas razas y tampoco se podrá sancionarlos cuando ocurran ataques o accidentes. Además, no podremos desbaratar los criaderos clandestinos de animales, no sabemos quiénes son los que ponen en el mercado estos animales”, indicó.
Para el representante de la agrupación animalista, que nadie tome cartas en el asunto hace que todos actúen tarde y eso podría generar situaciones mucho peores. “Lamentablemente venimos trabajando sobre los efectos, sobre lo que pasa en el después de un ataque. La Municipalidad encima tiene un convenio con un hombre que antes tuvo un criadero, es decir que se encargó de vender Pitbull en Concordia, de distribuirlos entre quienes podían comprarlos, lo que generó criaderos clandestinos; y ahora esta persona se hace cargo de los animales que muerden, llevándolos a una especie de rehabilitación en el campo que usó como criadero, así que creo que desde el inicio las cosas no se están haciendo bien y actuamos sobre las consecuencias más que sobre las causas”, mencionó.
Sobre los castigos para quienes tienen perros que atacan o no están bien cuidados, explicó: “Nosotros tuvimos charlas e hicimos denuncias a Inspección General de la Municipalidad y lo que hacen es hacer actas, dar indicaciones a quienes tienen animales en malas condiciones o que atacan a personas u otros animales. Más que eso no pueden hacer, nadie sanciona, y entonces todo está dependiendo de la buena voluntad del dueño del perro y de las ganas de ser reiterativos sobre un domicilio denunciado que tengan quienes inspeccionan. Al no existir un registro, tampoco existen controles, así que todo lo que podemos hacer es llegar tarde con todo tipo de advertencias y quedarnos ahí. No existen castigos que lleven a aprender o demostrar con ejemplos lo que sucede si no se cumple, cuando los perros matan o lastiman puede haber denuncias en lo civil y eso sigue su curso judicial, pero necesitamos prevenir y eso hoy no existe”.
La agrupación que vela por los animales considera que es necesario terminar con los criaderos clandestinos para que no cualquier persona pueda obtener un perro de raza potencialmente peligrosa. “También creo que se debería generar conciencia en la población”, concluyó el presidente de Conciencia Animal.
En Concordia, casi a diario se pueden ver personas caminando en paseos, plazas o la costanera que van a caminar o hacer actividad con perros potencialmente peligrosos y los llevan sin correa y sin bozal. “Es increíble. Algunos llevan esos elementos en la mano, esa gente tiene la idea de que debe llevar esas cosas, pero no cumple con la parte de ponérselos al animal y eso es realmente desesperante, porque ellos se manejan por instinto y podría suceder lo peor”, aseguró Horacio Froy, presidente de Conciencia Animal.