Más de siete años de anuncios consecutivos llevaron a que finalmente el gobierno nacional confirmara el año pasado la licitación de las obras que faltan para terminar su restauración. Cómo se desarrollará la obra y de qué manera se enfrentarán los costos ante a una inflación desmedida.
La Nación finalmente adjudicó la finalización de obra de refacción del Monumento Nacional a la Bandera de Rosario a la empresa constructora Dyscon. Se trata de un presupuesto de 530 millones de pesos y con un “plazo de ejecución de 12 meses”, según confirmó el titular de la firma ganadora de la licitación, Mariano Schor.
Tras conocerse la noticia, se estima que en dos semanas “aproximadamente” se efectivizará la adjudicación y “desde ahí un mes de inicio de obra”, por lo tanto, “si todo se cumple en tiempo y forma, en abril comenzaríamos con el proyecto”, contó el empresario.
Todo el dinero que se desembolsará para poder culminar con los inconclusos trabajos de refacción y reacondicionamiento del emblemático monumento rosarino, serán aportados exclusivamente por parte del Estado Nacional.
¿Obra conveniente?
En tiempos de inflación descontrolada, muchas obras se vieron perjudicada durante el 2022 por haber recibido montos presupuestados menores a los costos que concretamente se terminaron gastando.
El flagelo de la inflación sigue siendo la principal amenaza para las empresas constructoras como Dyscon, que inician un trabajo con un presupuesto y lo terminan con otro mucho mayor. Esto genera un dolor de cabeza para poder cobrar los fondos estatales al ritmo de la suba de costos.
Ante este escenario, Schor explicó que, por ejemplo, “el gobernador Omar Perotti firmó un decreto para que el ICC (Índice de Costos de la Construcción) se actualice mensualmente de modo que los fondos de los trabajos mantengan una actualización lo más cercana posible a la inflación”.
Con relación a las obras financiadas por Nación “se suele perder hasta un 20%”, admitió el empresario, pero apuntó que, en esta obra en particular, en el pliego “se contempla la ley de Redeterminación” -que debería acompañar la inflación-.
Pero no todos son color de rosa. “El problema con la aplicación de esta ley es que desde la aprobación de la Redeterminación y la ejecución de la misma hay una demora de unos seis meses aproximadamente y esto genera siempre un problema con las tasas financieras que tenemos”, detalló.
Para muchos empresarios es una decisión compleja la de involucrarse en este tipo de proyectos financiados por el Estado porque "no siempre se termina generando el negocio esperado".
Las estimaciones de algunos referentes para este año son de incertidumbre. El año que acaba de terminar cerró con muchas complicaciones y algunas obras trabadas ante la falta del desembolso de recursos actualizados.
Una larga espera
Más de siete años de anuncios consecutivos llevaron a que finalmente el gobierno nacional confirmara en junio del año pasado la licitación de las obras que faltan para terminar la restauración del Monumento. Esto fue anunciado por el propio intendente de la ciudad, Pablo Javkin, quien se contactó con el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis.
Después de un tortuoso recorrido durante el gobierno de Macri en que finalmente las obras encaradas quedaron inconclusas, se rearmó una licitación con las tareas esenciales de conservación y puesta en valor para completar lo que nunca se hizo. Así, se llega al año pasado, con un llamado a licitación que apuntaba a arreglar la fuente de la proa del Monumento, limpiar los mármoles, entre otros trabajos de conservación y puesta en valor.
Monumento a la Bandera, un ícono argentino.Foto: Mirador
El lunes 26 de septiembre de 2022, se cumplió el plazo previsto para que las empresas presentaran propuestas y se abrieron los sobres. Dos firmas cotizaron: la rosarina DyScon S.A y la bonaerense Cocivial. En los dos casos, las ofertas casi duplicaban el presupuesto original, que era de $ 527.441.563,13.
El cálculo de Nación era de julio y la inflación disparada explica las ofertas de las dos empresas participantes. En lo económico, DyScon corría con una pequeña ventaja ya que su propuesta, $ 967.531.342,30, es inferior a los $ 1.024.202.864,95 que pidió la firma bonaerense para llevar adelante la obra. Finalmente se cerró en $ 530.
Así es que, además de postergar una vez más las refacciones que ya eran una deuda de Nación con Rosario y con su principal monumento, la caída de la licitación perjudicaba a la empresa santafesina, mejor posicionada, y eventualmente, a la contratación de mano de obra local.
Hacia fines del año pasado, y ante la demora en adjudicar, tanto el gobernador de la provincia, Omar Perotti; como el intendente de Rosario, Pablo Javkin; mantuvieron conversaciones con el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis. Había un compromiso de adjudicar igual las obras, a pesar de que las ofertas eran altas, entendiendo que la inflación dejaba desfasado completamente el medio millón de pesos del presupuesto oficial.
Pasó fin de año y no hubo novedades. Y todo parecía indicar que, como sucedió con otras obras nacionales (una de las más notorias, la malograda transformación en autovía del sureño tramo santafesino de la ruta nacional 33), finalmente se caería también la restauración del Monumento a la Bandera. Pero no sucedió y todo indica que el proyecto se podrá cumplir.