El villaguayense Carlos Lalanda, uno de los dos albañiles mencionados en la inspiración de una extraordinaria página musical, cada día sumaba su esfuerzo en su idea de la dignificación del trabajo que bebió de sus padres y abuelos
Qué puede cambiar en el destino de las personas una canción. Quizás mucho o poco, como en el caso de la obra magistral de Antonio Tarragó Ros y Teresa Parodi titulada “El cielo del albañil”, donde todo se asocia a poner en primer plano a dos trabajadores de la construcción, dos albañiles, que partieron hacia un espacio ajeno a su idiosincrasia en busca de mejores oportunidades. En la década del 80, la vida les ofreció la trascendencia por medio de una canción que atravesó los corazones del mundo con sus mágicas, suaves y vibrantes notas.
Mientras la canción que describe ese mundo especial, visto desde un andamio, seguía sonando en las radios o en formato CD, emocionando a millones, los brazos de albañiles asumían la pesada profesión que tantas veces cava cimientos, levanta paredes y techa ilusiones nuevas. Sin embargo, sus esfuerzos no les alcanzan para terminar el cuarto de sus hijos que van creciendo.
Aprendida su profesión, desde muy joven, Carlos Lalanda tomó la decisión de buscar horizontes más propicios para hacer revalorizar sus conocimientos y así llegó a ser contratado por Antonio Tarragó Ros, quien destaca en un video grabado por Paola y Carla, hijas del recordado constructor, la presencia de un hombre que dejó una huella inolvidable en su vida.
En diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS, Paola, hija de Carlos Lalanda, contó que su papá nació en Lucas Norte, departamento Villaguay, el 14 de enero de 1946. “Era intermedio de cinco hermanos. Dos hermanas mayores y dos menores. Con solo 14 años se trasladó a Buenos Aires para trabajar de albañil. Entre otros, realizó trabajos para famosos como Gerardo Romano y Leonor Benedetto. Conformó su primer matrimonio en Buenos Aires y tuvo dos hijos: Roberto Carlos y Ester”.
Del segundo matrimonio con Gladys, a quien conoce en Villaguay luego de su separación, nacen Paola y Carla, junto a tres hermanos Elián, María Isabel y Edgard. Recorrió con su profesión las provincias de San Luis y Córdoba, entre otras. Se estableció finalmente en Villaguay, donde falleció el 19 de enero de 2019. “Papá fue una persona que vivió al máximo, no se prohibió de nada y decidió disfrutar hasta el último momento. Tal es así que falleció durante una fiesta de cumpleaños. Sus conocidos le decían el ‘Loro Lalanda’. Los últimos años solo construyó casas en Lucas Norte para empresas y particulares”.
Luego de su jubilación dedicó su tiempo a construir las casas de sus hijos y las últimas terminadas fueron la de Paola, en 2014; y la de Carla, en 2016.
En el video dedicado al albañil por el cantautor correntino Antonio Tarragó Ros, cuenta algunos detalles de cómo surgió la participación de Teresa Parodi en este tema musical y describe un entorno, un oficio y personas que viajan con la mirada y el pensamiento, trasladados por la nostalgia hacia esos lugares natales que siempre son un espacio añorado para volver.
“Estoy con las gurisas de Lalanda, que son hermosas como no podía ser de otra manera. Su papá tenía una ‘italianada’ tan definida que lo hacía muy pasional y sensible. Cuando estaba con él me hacía descubrir algún chamamé escuchando la radio, porque sabía todos los horarios de los programas de la música del Litoral”, relata Tarragó Ros. “En ocasiones, cuando estaba trabajando, el sonido atravesaba el aire y llegaba a mis oídos, entonces le preguntaba qué tema era y me respondía de inmediato con detalles sobre la música que sonaba. Tenía un receptor de radio entre las herramientas de trabajo, salpicado con cal o cemento y largaba polvareda cuando levantaba el volumen y los colaboradores dejaban oír algún sapucay contenido”, recuerda el creador de éxitos como “María va”, agregando que “fue una época hermosa, de construir la casa donde yo viví muchos años y me la hizo con muy buen gusto junto a Salvador Vargas, su secretario”.
Cuenta Antonio Tarragó Ros que “un día lo veo a Carlitos manejando una camioneta Fiat que tenía, la cual saltaba demasiado. Yo venía en auto y le consulté qué había hecho para que su vehículo se balanceara tanto y me respondió que los amortiguadores hacían mucho ruido, entonces se los sacó, era una explicación lógica, para una situación que solo a él se le podía ocurrir, porque le encontraba solución a todo. Era una persona divina, muy trabajador. Siempre peleábamos a ver quién hacía mejor el asado y nunca le pude ganar. Preparaba el fuego con cualquier tipo de leña o madera y lo encendía con mucha facilidad”, recordó.
“Siempre lo tengo presente porque la canción que yo les hice a Carlitos y a Vargas fue un momento de inspiración cuando estaban arriba del andamio y empecé a componer –“allá cerquita del cielo entre los andamios”– y en la mitad llegó Teresa Parodi a mostrarme un auto que había comprado y me preguntó qué estaba haciendo, entonces le comento que se trataba de un chamamé dedicado a los albañiles, le gustó mucho, entonces le puso el resto de la letra”, relata Tarragó Ros.
El hijo de “El rey del chamamé” sigue comentando a las hijas de Lalanda que “por ejemplo, cuando la canción habla de la radio, eso se le ocurrió a Teresa. Su contribución en ese aspecto fue buenísima y se transformó en un éxito mundial. Los nombres de Lalanda y de ‘Varguitas’ están en todo el mundo. Es tanto el suceso que en Brasil lo cantan en castellano. Por eso es un orgullo para mí estar con ustedes, que tienen esos gestos de Carlitos que me emocionan”, asegura el artista. “Cuando recordamos a las personas queridas se nos dibuja una sonrisa, como dice Armando Tejada Gómez: ‘Me dolería mucho no haberte dicho que te llevo en la boca como otra risa’”, concluyó.