El arroyo que atraviesa la ciudad de La Paz es protagonista de una disputa entre privados y el municipio. MIRADOR ENTRE RÍOS dialogó con el empresario que explica su posición; y con el director de Hidráulica de la provincia, para conocer los detalles.
El arroyo Cabayú Cuatiá no solo fue y es una fuente de inspiración para grandes artistas como Linares Cardozo y Horacio Guarany, sino que también es uno de los cauces de agua –de los tantos que recorren el territorio provincial– que más diferencia de altura tiene entre su nacimiento y su desembocadura en el río Paraná. Este pronunciado declive hace que cuando llueve mucho, se convierta en un verdadero y furioso río.
En abril del año 2016, la tranquila mañana paceña se vio alterada por una violenta y sorpresiva inundación. Si bien no se lamentaron pérdidas humanas, la cruenta crecida del arroyo marcó a miles de personas, que perdieron todo. Desde aquel año, poco se ha hecho para evitar que vuelva a suceder.
Un cauce cada vez más fino, por los árboles costeros y la urbanización en sus bordes en gran parte de su recorrido, a lo que hay que sumarle el escaso ancho que tiene el Cabayú en su desembocadura, hacen que siga latente un peligro muy grande que implicaría una nueva crecida. Y la sedimentación en el tramo final del recorrido es un tema grave a resolver.
Fuentes consultadas por MIRADOR ENTRE RÍOS aseguran que se debe a la falta de controles sobre el proceso de refulado que produce la arenera que se encuentra en la zona portuaria. Al no poseer piletas de decantación, la arena que arrastra el agua cuando se la descarga de los barcos se va acumulando en la zona de las escalinatas y esto hace que se achique la zona de desagüe del arroyo en el río Paraná.
Varios vecinos se autoconvocaron para tratar de solucionar el problema del final del Cabayú.
Luis Angelino es el propietario de una marina ubicada en el margen derecho de los últimos metros del Cabayú. Desde hace mucho tiempo, Angelino viene moviéndose para intentar que se haga algo al respecto. Ante la falta de respuestas, decidió intervenir en la desembocadura del cauce e intentar ensancharla. Con máquinas y recursos propios, comenzó a trabajar sobre sus terrenos para sacar tierra y darle un poco más de metros al arroyo para que desagüe sobre el río. Pero a los pocos días se le exigió que detenga esa tarea.
Indignado e impotente, ya que observa que se deja pasar una chance histórica de solucionar el tema por la bajante pronunciada que ha tenido el río Paraná, hace su descargo en MIRADOR ENTRE RÍOS.
–¿De qué se trata la campaña llamada S.O.S. Cabayú Cuatiá?
–En realidad se trata de un consenso entre algunos vecinos a raíz de una preocupación que tenemos hace muchos años, en relación a lo descuidado que está el arroyo. Hemos tratado de hacer que las autoridades tanto municipales como provinciales nos ayuden, pero seguimos preocupados. Por sobre todas las cosas porque creemos que se está dejando pasar una chance histórica que está dando la bajante del río Paraná, para poder solucionar y por sobre todas las cosas prevenir futuros problemas. Ya tuvimos el Paraná bajo durante un año y siempre esgrimían que por falta de presupuesto o por falta de planeamiento de Hidráulica de la provincia no se hacían las tareas.
–Al no obtener respuestas, ¿qué decidieron hacer?
–El tema acá es que en su desembocadura el arroyo tiene solo diez metros para desaguar, entonces decidimos nosotros afrontar la situación con máquinas propias, ya que toda la sedimentación se acumula en terrenos nuestros y por sobre todo en la zona de las escalinatas del puerto; entonces decidimos colaborar y limpiar la zona para que el ancho de la desembocadura se amplíe. Cuando arrancamos a trabajar sobre nuestros terrenos, el director de Obras Públicas del municipio nos paró la obra, por lo que elevé una nota y estoy esperando una respuesta. Queremos que nos convoquen porque nuestro único objetivo es que se haga algo con el Cabayú, que se lo limpie y que se hagan obras para evitar un nuevo 2016.
–¿Qué se pide, puntualmente?
–Hoy estamos luchando por la ampliación de la desembocadura, porque creemos que si llega a pasar algo como la inundación de 2016, con ese nivel de lluvias, se formaría un dique o un embudo y sería mucho más grave, porque al no tener salida se inundaría mucho más de lo que se inundó aquella fatídica vez. Por eso afrontamos nosotros el costo de las máquinas, del combustible y del pago a los trabajadores para poder hacer que el arroyo desemboque de manera más fluida en el río Paraná.
Otra tarea, además de esto, es limpiar gran parte del cauce del Cabayú, porque por la urbanización y por el crecimiento de muchos árboles a la vera del cauce se está afinando su recorrido, y eso nos preocupa mucho, ya que cada vez va a ser más difícil limpiarlo.
–¿Cuál fue el argumento para paralizar la obra?
–Me dicen que no tenía autorización. Cabe aclarar que la zona que estoy limpiando me pertenece, pero es inundable, por lo que no puedo levantar taludes o terraplenes ni nada. Al ver tierra acumulada, pensaron que yo iba a modificar eso y lo que pasó es que no dan los tiempos para desechar toda la tierra que va sacando la retroescavadora. Por eso se acumula algo de tierra. Le expliqué al ingeniero Barolín (director de Obras Públicas de La Paz); ellos fueron, vieron la obra, pero de igual manera me la pararon.
–¿De dónde sale el sedimento que estrecha la desembocadura?
–Se ha formado un meandro (curva pronunciada que forma un río en su curso.) frente a la arenera por los sedimentos que larga el proceso de transporte de arena, eso hace que el arroyo se desvíe hacia nuestra propiedad y va erosionando todo, además de ir acumulándose sobre la desembocadura. Ese movimiento, desde 2008 hasta la fecha nos ha “comido” unos 150 metros de largo por unos 60 de ancho. Todo eso quedó en la zona de escalinatas, que es el lugar donde hoy desemboca el Cabayú. Los estudios indican que la acumulación de sedimentos se debe a que la arena no tiene las piletas de decantación para no arrojar al cauce la arena que queda del proceso de descarga de los barcos al playón que posee.
–¿Hace cuánto que venía con este tema?
–Compramos ese terreno en 2005 y empezamos a trabajar en 2009. Ya en 2012 tuvimos un evento que nos complicó mucho con el arroyo y ni hablemos de 2016, cuando pasó lo de la inundación, que siempre digo lo mismo, gracias a Dios que pasó al mediodía, porque si no, hubiera sido una tragedia mucho más grande de lo que fue. Ese año a los pocos días, vino el Presidente de la Nación (Mauricio Macri) y hasta el día de hoy nadie se ocupó del arroyo de manera seria y formal. No hay un proyecto para solucionar esto. Nada.
–Ese año quedaste señalado porque se decía que vos con tu obra habías modificado el cauce del Cabayú. ¿Qué nos podés decir en relación a esta acusación?
–Creo que fue un error mío desde el principio no salir a mostrar todos los papeles que tengo para demostrar la verdad en cualquier ámbito. El inconsciente colectivo recuerda que la desembocadura estaba a varios metros del puerto y esto era así, pero cuando nosotros compramos, y hay estudios que lo demuestran, ya el arroyo desembocaba pegado a las escalinatas del puerto. Yo no modifiqué nada. Hay un estudio que hizo la empresa Incociv, que deja en claro por qué se venía desviando el arroyo.
–¿Qué respuestas has encontrado por parte del municipio?
–He presentado notas, mi idea es juntarme para dialogar y explicarles más allá de lo que tenemos en cuanto a documentación. No he tenido respuesta para dialogar con el intendente Bruno Sarubi.
–¿Qué te dicen en Hidráulica de la provincia?
–Hemos presentado notas, ellos están al tanto de todo; tienen más predisposición que el municipio para dialogar, el tema es que la gestión tiene que comenzar por el Ejecutivo local. Tengo entendido que hace muy poco desde el municipio se pusieron en contacto con la provincia por este tema.
MIRADOR ENTRE RÍOS dialogó con el director de Hidráulica de Entre Ríos, ingeniero Cristian Gietz, quien aclara parte de la situación planteada por el empresario paceño.
“La sedimentación puede ser una de las causas por la que varíe el lugar donde desagua el arroyo, el aporte de la arenera puede haber hecho que se modifique el curso del Cabayú”, explicó, al tiempo que indicó que “hace unos años hicimos una obra de emergencia cuando el arroyo erosionaba una zona de calle Azcuénaga, cortamos una isla que estaba ahí, e hicimos un canal aliviador para que cuando crezca el cauce el agua utilice esta vía de escape. En la foto que se publicó de esa obra se ve que el arroyo va por el lado izquierdo y en este canal hay muy poca agua, esto está hecho a propósito ya que se plantea una solución para una creciente.
–¿Qué puede pasar en caso de mucha lluvia?
–Mucha lluvia puede complicar, el tema es también el avance de la urbanización en los lugares de expansión que tienen los ríos en lo que se llaman los valles de inundación, si esos lugares están ocupados, se producen más inundaciones y evacuaciones.
–¿Está al tanto sobre la paralización de la obra de un privado para ensanchar la desembocadura?
–Sí, tengo entendido que un juez de Faltas se lo solicitó al Corufa (Consejo Regulador del Uso de Fuentes de Agua).