Martín Buscaglia, artista uruguayo clave en la escena musical latinoamericana, presenta “Dos Patos”, un cancionero recién editado con 22 canciones propias (clásicos incluidos en sus discos) que contiene sus cifrados para ser tocados.
Martín Buscaglia, artista uruguayo clave en la escena musical latinoamericana, se encuentra presentando “Dos Patos”, un cancionero recién editado con 22 canciones propias (clásicos incluidos en sus discos) que contiene sus cifrados para ser tocados.
“Basta de Música” es el disco más reciente de Buscaglia. Se trata de un puñado de canciones propias que lanzó en marzo de 2020, ha sido un material muy esperado por ser el primero solista y de composiciones solo suyas después de una década. Editado en Argentina por el sello Los Años Luz Discos, estuvo nominado a los Premios Gardel en el rubro Mejor álbum Canción de Autor y resultó ganador del Premio Graffiti (Uruguay) por mejor álbum pop.
Acerca de Martín Buscaglia
Artista, músico, compositor y productor nacido en 1972 en Montevideo, Uruguay. En los últimos quince años estuvo en constante movimiento: giró y dio conciertos a dúo con artistas como los brasileños Os Mulheres Negras, la mexicana Julieta Venegas, el argentino Lisandro Aristimuño y la cubana Yusa. Produjo a diversos artistas, entre ellos Mi amigo invencible con su flamante “Isla de oro” y a Kiko Veneno con su trabajo "Sombrero roto" junto con Santi Bronquio & Veneno himself (Disco del año en España, para Rockdelux y otros). Grabó un disco a dúo con Kiko ("El Pimiento Indomable", 2012) y otro con el artista excéntrico uruguayo Antolín ("Experiencias musicales", 2015). Además, giró con su banda y con su venerado formato "Hombre orquesta" grabó un disco en vivo solo con su guitarra ("Somos libres", 2014). Editó un libro sobre la obra poética de su padre ("Mojos" junto al poeta Macachín) y otro con los acordes de las canciones de su proyecto de música para niños ("Cancionero Cantacuentos"). Y condujo su programa de radio “La casa del transformador” y compuso la música para varias obras de teatro.
A lo largo de toda su intensa y extensa trayectoria ha tocado en España, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Australia, Brasil, Argentina, Chile, Paraguay, México y Uruguay, entre otros países, tanto con su banda “Los Bochamakers”, como en su formato “Hombre orquesta”, o solo con su guitarra. Ha grabado y tocado con artistas como Arnaldo Antunes, Kiko Veneno, Fito Páez, Julieta Venegas, Eduardo Mateo, El Príncipe, Hugo Fattoruso, Rubén Rada, Leo Masliah, Fernando Cabrera, Jaime Roos, Juana Molina, Jackson Browne, Os Mulheres Negras y Jorge Drexler, entre otros.
Ofició de artista soporte en el show de Paul McCartney en el estadio Centenario de Uruguay en 2012, así como en shows de Luis Alberto Spinetta, Caetano Veloso, Maceo Parker y Charly García. Sus discos en solitario son: “Basta de Música” (Los Años Luz 2020), "Somos libres" en vivo (Los Años Luz/Bizarro, 2014), "Temporada de conejos" (Lovemonk, 2010), “El evangelio según mi jardinero" (Lovemonk, 2006), "Ir y volver e ir" (Lovemonk, 2004), "Plácido domingo" (Zapatito, 2000) y "Llevenlé" (Orfeo, 1997 / Reedición: Bizarro, 2011). A dúo, grabó "Experiencias Musicales" con Antolín (Los Años Luz, 2015) y "El Pimiento Indomable" junto a Kiko Veneno (Bizarro/Los Años Luz, 2012/ Satélite K., 2014) En formato vinilo, tiene "El Pimiento Indomable" LP (Satélite K., 2015), "Jaula de motos" y "Cortocircuito" remezclados por K& bonus y Boohgaloo Zoo (Lovemonk, 2010). "Cerebro, orgasmo envidia & Sofía" remezclado por Sumo y Boogie Corporation (Lovemonk, 2007). En conversación con Mirador Provincial el artista recorre parte de su trayectoria musical y adelanta lo que se viene.
El hallazgo musical
-¿Cómo fue esa colisión con la música?
-No fue una colisión, sino más bien un avance inexorable, como en la novela “Gelatina” de Mario Levrero. Aunque desde que tengo memoria fui musical, fue en la adolescencia cuando me percaté de las ventajas del lado gregario, portátil e instantáneo que tiene la música, lo que te aleja un poco del tormento de los artistas que laburan y se devanan únicamente en soledad.
Gentileza.
-¿Creés que la música recibe en Uruguay y en Argentina la recepción que merece?
-Sí, en cuanto a la importancia crucial en la vida de todos. Somos países musicalísimos, creadores de géneros, desde la milonga al RKT. Por algo suena música permanentemente en todos los ámbitos. Los ciclistas arriesgan su vida pedaleando con auriculares. Cantar el himno sigue siendo emotivo, más allá de las palabras. Es que cantar es cantar un himno.
-¿En qué medida el compositor se ve obligado a ser una suerte de personaje extraño y quijotesco en su propia tierra?
-Su propia tierra es él mismo. En ese territorio, fracasa si es extraño a sí mismo. No me refiero a querer saber y analizar absolutamente todo lo que uno contiene, dios me libre y guarde, pero…cualquiera puede hacer cualquier cosa, pero nadie puede ser lo que no es. En cuanto a lo quijotesco aplicado a la geografía de uno mismo, es un requisito fundamental. ¿Por qué querés hacer lo que ya hiciste ayer, si eso ya lo sabés?
-¿Qué ha supuesto este camino musical en tu vida personal? ¿Qué balance haces desde tus comienzos hasta el presente?
-Hablo de eso en la canción “La comedia”. No me interesa tanto la música en sí misma, sino al lugar al que te puede llevar. O mejor dicho, al lugar al que a mí me lleva, seguro que a otros seres otros vehículos les serán de mayor utilidad. Nada es para todos, excepto el aire. En cuanto a todo lo que hecho desde los primordios hasta el hoy… en cierto modo siento que podría dejarlo por acá y no hacer más nada…y estaría bien, las cuentas ya arman un collar.
-¿Sensorialmente estamos tapados de tanta música vendible?
-Bueno, “música vendible” son los Beatles y Marley y Jobim también…
-¿Dónde te transporta la música cuando cantás?
-Uno de los discos trascendentales de la música uruguaya se llama “Varios nombres”, de Hugo Fattoruso. El cual incluye una canción que se llama “No tiene nombre” No estoy seguro de que sea algo de lo que se deba hablar, pero lo puedo resumir en que es un lugar de agradecimiento y comprensión. Puedo estar en otra cosa 5 minutos antes de tocar, pero una vez que estoy cantando siempre, siempre, llego a ese lugar que tiene varios nombres y ninguno.
-¿Cómo surge “Dos Patos”?
-Típica idea “pandémica”. Ese cautiverio forzoso nos obligó a estar más presentes en la virtualidad, y ahí ante el constante pedido de acordes, armonías, piques para tocar mis canciones, nació el libro, mancomunado con algunos colegas coterráneos. También estoy en una edad en la que algo así tiene sentido, hacerlo de más joven no hubiera tenido razón de ser. El libro podría llamarse “Dos patos migratorios”, porque la primera edición ya está por agotarse. Lo que me retrotrae a tus preguntas sobre la recepción de la música y lo vendible….este libro es bien recibido, y no lo regalo.
-¿Cómo ves la movida cultural en el ámbito independiente?
-Muy bien en cuanto a su efervescencia, inventiva y el buscarse la vida, lo cual ya es creativo de por sí. Igual no le encuentro ningún mérito a ser un “artista independiente”. ¿Cuál es el valor artístico de eso? ¿Cuál el mérito? ¿La perseverancia? Sí, es una de las condiciones para ser músico, pero de las menos emocionantes… Así como recibir un premio tampoco tiene ningún valor artístico, a veces el decir cosas como
“viva la música independiente” es una bandera que se enarbola pero que en lo personal me suele sonar un poco demagógica. Cuando se explicita mucho, más bien lo veo como un escudo. Por un lado, la inmensa mayoría de los artistas más inspiradores de la historia no eran artistas “independientes”, y por otro, en esta zona del mundo la inmensa mayoría lo somos… ¿Y cuál es el significado de serlo al día de hoy? Gastar el tiempo que dedicarías a componer y estudiar, haciendo autopromoción para darle luego tu canción a un sueco millonario…
-¿Cómo transcurrió tu infancia?
-En otro siglo mental, soy un antediluviano en ese sentido. Jugar al futbol en la calle. Ausencia de teléfono en casa. Carros de leche tirados por caballos.
-¿En qué proyectos estás actualmente?
-En mayo y junio gira por España y algún otro país europeo. En julio festejamos en el Teatro Solís los 25 años de Cantacuentos, sí, ¡ese es nuestro nombre! un grupo de música para niños que integro hace, bueno, eso, 25 años. También estoy produciendo unas canciones para algunos colegas capos; tocando, solo o con los Bochamakers, y dedicándome a mi rol de Disc Jockey, al que le daré mientras pueda cargar la valija de vinilos.